(Conjunto usado para la ropa de Sherlock) |
Fandom: Sherlock (BBC) Pareja: Sherlock Holmes x John Watson
Autor: KiraH69
Género: Yaoi, Slash, LGBT+
Clasificación: TP Advertencias: ninguna
Capítulos: 1
Resumen: Al despertar cada mañana, tiene que decidir si será Sherlock o Sherly.
* * * * *
Sherlock
se despertó con un gran bostezo. Se estiró y se rascó la barbilla,
frunciendo el ceño al sentir la aspereza de la barba matutina. Se
levantó y entró al baño. Pasó unos minutos mirándose en el
espejo, tan solo pensando en cómo se sentía hoy.
Se
dio una ducha, se afeitó y se depiló las piernas. Abrió el armario
y fue separando las perchas del lado izquierdo una tras otra
decidiendo qué ponerse. Escogió una falda negra de cuero con vuelo
que llegaba por la mitad de sus muslos y un jersey beis. Se puso
también unas medias negras (porque, por mucho que quisiera lucir sus
piernas, fuera hacía frío y seguramente se pasaría la mitad del
día lloviendo). Regresó al baño y sacó su estuche de maquillaje.
Escogió un pintalabios rosado con algo de brillo, rímel y línea
negra para los ojos y algo de rubor para las mejillas. No le gustaba
utilizar peluca (resultaba problemática si tenía que correr por las
calles de Londres persiguiendo a algún sospechoso –lo que era
bastante habitual–) así que se peinó sus rizos rebeldes lo mejor
que pudo. Satisfecha con el resultado, completó el conjunto con unos
botines negros y salió de la habitación.
El
olor a café flotaba ya por el apartamento. Había un plato con
huevos fritos y beicon esperándola en la mesa de la cocina junto a
su taza de café. John estaba sentado al otro lado con el periódico
en la mano y su desayuno casi terminado. Levantó la mirada y sonrió
al verla.
—Buenos
días, Sherly.
—Buenos
días—se inclinó y le dio un beso en la mejilla antes de sentarse
frente a su desayuno. Dio un largo sorbo a su café y suspiró. Justo
como a ella le gustaba—. ¿Ha llegado algún caso interesante?
—He
preparado un par de entrevistas para...—miró su reloj—, dentro
de una hora. Creo que al menos uno de ellos podría interesarte.
—Hum.
Eso espero, estoy aburrida, llevamos casi una semana sin nada que
merezca la pena.
—¿Segura
que la mujer con el cuadro desaparecido no-
—Su
hijo tiene problemas con las drogas—le interrumpió—. Él se lo
robó y ella lo sabe, pero prefiere ignorarlo.
Entonces,
llamaron un par de veces con fuerza a la puerta y entraron sin
esperar a que respondieran.
—¡Sherlock!
Sherly
gruñó al oír a su hermano. Miró su desayuno, lamentando que se
quedara frío, y salió de la cocina. Cuando Mycroft la vio, la
expresión severa de su rostro se relajó un poco.
—Sherly,
no has respondido a la invitación de madre—le dijo con un tono
algo más suave.
—Creo
que mi falta de respuesta es respuesta suficiente—le dijo
cruzándose de brazos.
—No
puedes negarte a ir—replicó, evidentemente preparado para una
larga discusión.
—¿Ir
a dónde?—preguntó John, saliendo de la cocina—. Buenos días,
Mycroft.
Mycroft
le miró con ojos entornados. No le gustaba haber perdido toda su
capacidad de intimidación sobre este hombre hasta el punto en que
ahora le trataba de forma amigable.
—A
la cena de Navidad de la familia—respondió Mycroft, esperando no
tenerlo también en su contra.
—Oh.
Tienes que ir.
Ambos
hermanos lo miraron sorprendidos.
—Soy
atea, no celebro la Navidad—replicó Sherly mirándolo traicionada.
—Es
tu familia y no los ves en todo el año. No pienses en ello como una
fiesta religiosa, es solo un momento para estar con la familia. Sé
que no te gustan demasiado, pero creo que podrás soportarlos por una
noche.
Sherly
le miró con el ceño fruncido y mordiéndose el labio inferior.
Sabía que John no iba a ceder una vez que se le metía algo así en
la cabeza, sobre todo si creía que era bueno para ella. No tenía
ningún problema con rechazar a su hermano, pero no era tan fácil
con su compañero.
—Iré
si John me acompaña—dijo finalmente.
John
se sorprendió un poco, pero le sorprendió aún más la expresión
en el rostro de Mycroft, quien miraba de uno a otro y parecía haber
desarrollado un pequeño tic en el ojo derecho.
—¿Estás
segura de eso?—le preguntó a Sherly casi entre dientes.
—Totalmente—respondió
levantando la cabeza decidida.
Mycroft
resopló, sus hombros cayendo, derrotado.
—Bien.
De acuerdo. Se lo haré saber a madre—lanzó una última mirada
amenazadora a John y salió del apartamento.
—¿Puedo
saber a qué ha venido eso?—preguntó John.
Sherly
le miró un segundo y regresó a su desayuno como si nada. Se había
quedado ya frío.
—Es
una cena familiar, solo está permitido que acudan los hijos con sus
parejas.
—Con
sus... ¿Sherly?
Sherly
tomó un sorbo a su café mientras John se daba al fin cuenta de lo
que se veía venir desde hacía meses.
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