Título: La primera Navidad con Steter
Fandom: Teen Wolf Pareja: Peter Hale x Stiles Stilinski
Autor: KiraH69
Género: Yaoi, slash
Clasificación: TP Advertencias: ninguno
Capítulos: ? (8 de ?)
Resumen: 14 de diciembre: atrapados por la nieve y casa de jengibre.
14 de diciembre: atrapados por la nieve y casa de jengibre
La culpa era de Peter, totalmente suya. Tenían un par de días antes
de coger el avión de vuelta a California después de que le dieran
las vacaciones de Navidad en la universidad y Peter había sugerido
ir a Nueva York para ver un musical –y, sí, a Peter le gustan los
musicales, pero Stiles no se iba a burlar porque era un buen
no-exactamente-novio (era complicado)–. Ahora, estaban atrapados en
un maldito motel en una ciudad a medio camino de Washington y Nueva
York con las carreteras impracticables por la nieve.
—¿A
dónde vas?—le preguntó Peter desde la cama cuando se puso el
abrigo.
—A
comprar algo de comer o algo para entretenerme o algo.
Voy a volverme loco encerrado aquí.
—¿Sabes
que hay cosas que podemos hacer en una habitación, con una cama...?
—¡No!—respondió
Stiles señalándolo con un dedo—. Has sido un perro malo, estás
castigado. Nada de sexo en una semana por lo menos.
—Con
eso te estás castigando a ti mismo también.
—Me
da igual mientras también sea un castigo para ti—salió de la
habitación y cerró de un portazo.
—No
aguantarás una semana.
—¡Aguantaré!—gritó
desde el pasillo.
Peter puso los ojos en blanco y se acomodó en la cama. No
aguantaría.
Casi una hora más tarde, Stiles regresó cargado de bolsas.
—Creo
que has comprado demasiada comida, no creo que pasemos tanto tiempo
aquí—le dijo Peter.
Stiles no respondió, al parecer ahora le estaba dando el tratamiento
de silencio. No aguantaría. Dejó las bolsas en el suelo y comenzó
a sacar comida, todo dulces, y algunos instrumentos de cocina. Peter
olió de inmediato el jengibre y no le costó mucho deducir qué iba
a hacer.
—¿Vas
a preparar una casa de jengibre, en serio?—preguntó.
Stiles lo ignoró mientras preparaba la crema para montar la casita.
Había decidido hacer esto porque era una tarea minuciosa que
requería concentración, le ayudaría a no distraerse y a no pensar
en el lobo en la cama. Estaba cabreado y no quería caer en la
tentación del sexo de reconciliación, quería estar enfadado al
menos un poco más. Comenzó a pegar las paredes de la casita hechas
con galletas de jengibre, intentando no tirar la segunda galleta al
montar la tercera.
—¿Qué
piensas hacer con ella cuando termines?—preguntó Peter—. Te
darás cuenta de que no podemos llevarla a Beacon Hills y si te comes
todo eso acabarás en coma diabético.
Stiles levantó la cabeza y le miró. En realidad no había pensado
en eso.
—La...
llevaré a algún... albergue. O algo así—respondió, girándose
de nuevo para no ver la sonrisa burlona del lobo.
—Por
favor, dime al menos que has traído algo que pueda comer—el lobo
se levantó de la cama y comenzó a rebuscar entre las bolsas—.
¡Oh! Bingo.
Sacó un paquete de Reese's, sus favoritas, y se sentó en la otra
silla junto a la mesa, observando a Stiles trabajar, sus finos y
largos dedos que tanto le gustaban moviéndose meticulosamente. Dio
un mordisco a la primera Reese y cerró los ojos con un suave gemido
ante la deliciosa mezcla de chocolate y mantequilla de cacahuete
estallando en su boca.
—Mmmh...
Te quiero—dijo y dio otro bocado.
No se percató de lo que había dicho hasta que a Stiles se le escapó
un gran chorro de crema de la manga pastelera sobre una galleta. El
chico le miró con ojos abiertos como platos.
—¿Qué
has dicho?—preguntó con voz cauta.
—Nada.
—No.
No, no, no, lo has dicho, lo has dicho, no puedes retirarlo, lo has
dicho—dejó la manga pastelera en la mesa sin preocuparse ya de la
casa de jengibre.
Peter se metió otro trozo de Reese en la boca para evitar hablar,
ignorando la expresión alterada de Stiles.
—Peter-
—Stiles,
no... Ignóralo, ¿de acuerdo? No-... Dejemos las cosas como están.
Estamos bien así—sentenció, pero por supuesto que Stiles no iba a
dejarlo ahí.
—Peter,
llevamos follando un año, has venido a vivir conmigo a Washington
para cuidar de mí, paso más noches en tu cama que en la mía
propia, prácticamente llevamos una vida de casados y no eres capaz
de etiquetar nuestra relación de novios o pareja. ¿Realmente crees
que esto sigue siendo un lío sin ataduras? ¿No te importaría que
ahora mismo saliera y buscara un tío al que tirarme?—Se oyó un
gruñido vibrando profundo en el pecho de Peter y sus ojos brillaron
por un instante—. Eso pensaba.
—Stiles,
¿realmente quieres tener una relación con el tío siniestro y
sociópata?—le preguntó como si él mismo lo considerara ridículo.
—¡Ya
tenemos una relación! ¡Es lo que estoy intentando decirte!—gritó,
levantándose de la silla bruscamente y casi tirándola al suelo—.
Y si no la quisiera, no la tendría.
Peter inspiró hondo y suspiró. Se frotó los ojos como si
estuvieran cansado.
—Si
no-...—Stiles tragó saliva y se humedeció los labios antes de
continuar—. Si realmente no quieres una relación, creo que
deberíamos acabar con esto ahora.
—¿Me
estás dando un ultimátum?—preguntó, levantando la cabeza en
desafío.
—Sí—respondió
sinceramente y era aterrador porque Peter podía decidir acabar su
no-relación—. Ya es tarde... ya es tarde para que no salga herido
de esto, pero aún... aún tendré tiempo para sanar antes de
terminar la universidad y tener que regresar a Beacon Hills.
—¿Estás
enamorado de mí?—Peter parecía realmente confundido, como si
fuera algo del todo inesperado.
—Eres
un idiota. Te crees el más inteligente, pero realmente eres un
idiota si no te has dado cuenta a estas alturas.
—No.
Solo soy lo bastante inteligente para saber que el más inteligente
eres tú—se levantó y se acercó al chico, sus manos abriéndose y
cerrándose a los lados como si quisiera tocarlo y no se atreviera—.
Y si tú crees que esto puede funcionar, confiaré en que lo haga.
—Entonces...—en
otro momento se pararía a recapacitar sobre todo lo que había
dicho, ahora solo le importaba una cosa.
—El
término novios es muy juvenil, creo que pareja sería más adecuado.
Stiles se echó a reír y se lanzó a los brazos de su novio, casa de
jengibre olvidada.
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