Título: La primera Navidad con Steter
Fandom: Teen Wolf Pareja: Peter Hale x Stiles Stilinski
Autor: KiraH69
Género: Yaoi, slash
Clasificación: TP Advertencias: ninguna
Capítulos: 2 (2 de ?)
Resumen: 5 de diciembre: comprando regalos y muérdago.
Nota: en la temporada 3 uno de los enemigos utiliza muérdago para envenenar a varias personas, afecta tanto a hombres lobo como humanos.
5 de diciembre: comprando regalos y muérdago
Era
hora de comprar los regalos y este año tenía más gente de la
habitual a la que regalar. Stiles había hecho una lista para
asegurarse de que no se olvidaba de nadie.
- Papá
- Scott
- Melissa
- Derek
- Cora
- Lydia
- Allison
- Chris
- Isaac
- Danny
Otros
años se habría preocupado por el dinero, pero esta vez tenía la
tarjeta de crédito de Peter. ¡Iba a comprar con la tarjeta de
crédito de Peter! Y el tipo estaba forrado, lo que significaba que
ahora también lo estaba él porque «lo mío es tuyo y lo tuyo es
mío» y tenía un anillo en el dedo que lo demostraba. ¡Ja!
—Si
sigues sonriendo así, la gente va a pensar que estás loco—le dijo
Peter ante la maníaca expresión de su esposo.
Stiles
se aclaró la garganta e intentó disimular lo emocionado que estaba.
Se agarró del brazo de su lobo y comenzaron a caminar por el centro
comercial.
El
lugar estaba lleno de gente y, sobre todo, de espíritu navideño (un
espíritu navideño basado en el consumo, vale, pero espíritu
navideño al fin y al cabo). Los villancicos sonaban por los
altavoces, los pasillos y las tiendas estaban decorados de suelo a
techo, muchos de los trabajadores vestían de rojo, verde y blanco y
todos llevaban gorros de Papá Noel o cuernos de reno. En el centro
de la planta baja había un gran árbol de Navidad con luces
multicolores y regalos bajo él. Junto al árbol, había un decorado
con un Papá Noel sentado en su silla, un par de elfos y una larga
cola de padres con niños esperando para sentarse en sus rodillas.
Se
quedaron observando durante un rato mientras un niño bajaba de las
rodillas de Papá Noel y otro se sentaba en ellas y comenzaba a
recitar todos los regalos que quería. Stiles besó el hombro de
Peter y ocultó su sonrisa en él.
—El
año que viene podríamos estar haciendo esa cola—le dijo a su lobo
en apenas un susurro.
—¿No
preferirías un bebé?—preguntó Peter.
El
hecho de si querían hijos o no estaba fuera de toda duda, a Stiles
le encantaban los niños y Peter estaba deseando expandir la familia.
Lo único que quedaba por hablar era cómo los tendrían (si por
adopción o por madre subrogada) y realmente no era un gran problema
para ninguno de los dos.
—Mm...
No me importa realmente. Si un niño algo más mayor necesita una
familia, ¿por qué no íbamos a dársela?—respondió, encogiéndose
de hombros.
Peter
sonrió y besó su frente.
—Vamos
a empezar con las compras o se nos hará muy tarde.
Siguieron
caminando y comenzaron a entrar a una tienda tras otra. Los brazos de
Peter empezaron a llenarse de bolsas y las cosas más grandes las
encargaron para que se las llevaran a casa. Era fácil saber qué
regalarle al sheriff o a Scott y Melissa, Stiles les había estado
haciendo regalos durante años. Peter se encargó de los regalos para
Derek y Cora, y también para Lydia y Allison –a pesar de su
reticencia con esta última– porque, afrontémoslo, su gusto era
mucho mejor que el de Stiles y tenía más probabilidades de acertar.
Para Isaac una bufanda, obvio, algo extravagante y ostentoso, y para
Danny un pendrive divertido y unos buenos cascos. El más difícil
era Chris, pero no querían escoger algo típico como una colonia o
una corbata y sabían que el hombre en el fondo era un sentimental
así que comprarían un marco de fotos y le pondrían una foto de
Allison junto a él en la última fiesta. No pudieron evitar comprar
también algún juguete infantil a pesar de que aún no había niños
en la manada.
—¿Les
gustaría hacerse una foto?—les preguntó una trabajadora del
centro comercial sonriente.
Miraron
tras de sí y vieron que se habían detenido frente a un decorado
navideño y la mujer llevaba una cámara colgada del cuello. Stiles
sonrió, emocionado por tener su primera foto de Navidad con Peter.
El lobo suspiró, pero no se quejó.
—Están
justo debajo del muérdago—les dijo insinuante la mujer.
Ambos
levantaron la cabeza y cuando vieron las hojas verdes con las bolitas
blancas colgando sobre ellos, ambos palidecieron. Se alejaron de allí
tan rápido como pudieron sin echar a correr, dejando a la
trabajadora mirándoles confusa.
—Joder,
no había pensado en eso. La Navidad tiene sus peligros—dijo Stiles
cuando se detuvieron casi a la otra punta del centro comercial.
—Yo
tampoco lo había pensado, tendremos que mantener un ojo en ello.
¿Qué te parece si nos vamos a casa, nos aseguramos de que todas las
barreras están activas y en su sitio, cenamos y empezamos a envolver
los regalos?
—Vale,
buena idea, sí—respondió aún algo agitado. Después de recordar
aquello, necesitaba, al igual que el lobo, asegurarse de que su
hogar, su territorio, estaba protegido—. Y nada de muérdago en
casa, no necesitamos algo así para besarnos.
—Por
supuesto que no, cariño—le dio un no tan casto beso en los labios
para demostrarlo sin preocuparse de la gente que pasaba a su lado ni
de las miradas que debían de estar recibiendo. Cuando se separaron,
las pupilas de Stiles estaban dilatadas y sus mejillas algo
sonrojadas—. Quizás podamos dejar lo de envolver los regalos para
mañana, se me ocurren otras cosas que podemos hacer esta noche.
Su
voz profunda le hizo estremecer y Stiles asintió enérgicamente,
echando a andar hacia la entrada del centro. Casi había olvidado que
no solo habían comprado regalos para los demás, entre sus bolsas
también había juguetitos para sus momentos íntimos.
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