NO DOY PERMISO para publicar ninguno de mis fanfics en ninguna plataforma.

En una lejana luna [cap1]


Título: En una lejana luna
Fandom: Teen Wolf/Marvel         Pareja: Peter Hale x Stiles Stilinski, Loki & Stiles
Autor: KiraH69 
Género: Yaoi, Slash
Clasificación: +18          Advertencias: lemon, violencia, bestiality
Capítulos: 4 (1 de 4)
Resumen: Cuando Stiles descubre que Loki es su padre, no acude a él de inmediato, primero investiga porque así es como trabaja. No ha sobrevivido tanto tiempo precipitándose. No sabe cómo reaccionará Loki a su presencia (tampoco los Vengadores, pero ellos no son importantes), aun así, con su madre muerta él es la única familia que le queda y, más importante aún, es alguien de quien puede aprender, sobre el mundo y sobre sí mismo. Con esta búsqueda de conocimiento conseguirá más de lo que esperaba.



Nota: No soy una experta en Marvel, solo soy fan de ciertos personajes, así que me he tomado algunas libertades; la Federación es una unión de planetas más allá de los Nueve Reinos.

PD: La historia comienza pre Civil War, pero en la parte final podéis notar que aparece solo parte del equipo del Capitán más Thor y Strange. También se ha omitido por completo el Ragnarok.

Primera Parte


Cuando lo descubrió, Stiles se encontraba en su pequeño apartamento en el barrio de Queens. La televisión estaba encendida, pero apenas le prestaba atención. Fuera se oían gritos y explosiones. Nueva York estaba siendo atacada por criaturas del espacio. No estaba preocupado, siguió planchando el uniforme de trabajo en caso de que la tienda de videojuegos no quedara destruida y pudiera ir a trabajar al día siguiente. Entonces, por el rabillo del ojo vio a un hombre vestido de verde esgrimiendo una vara con una luz azul. Su atención se fijó de inmediato en la televisión. Observó atentamente a aquel poderoso hombre que era capaz de realizar ilusiones y lanzar hechizos. Lo supo en ese momento, algo dentro de él le decía que no se equivocaba.
El olor a quemado lo distrajo. Apartó la plancha del pantalón, donde se había formado una marca negra. Arrugó la nariz y pasó la mano sobre la marca, haciéndola desaparecer. Apagó la plancha y se sentó en el sofá frente al televisor. Ir a trabajar ya no era importante en ese momento (nunca lo había sido realmente, no era más que una forma de ser un poco más humano, de pasar desapercibido). Cuando la pelea entre aquellas criaturas terminó, solo esperaba que aquel hombre siguiera vivo. En ese caso, sin duda lo encontraría incluso si se lo llevaban a otro mundo.
Le llevó algo de tiempo. Quería investigar, conocer, asegurarse de que podía conseguir lo que quería y de que su intuición no estaba equivocada. Sabía que tenía tiempo, mucho tiempo. No había ninguna prisa. Unos pocos años tras el ataque a Nueva York, Stiles entró en la Torre Stark, que ahora pertenecía a los Vengadores. Sonrió amablemente a la recepcionista y al guarda de seguridad y ellos le devolvieron la sonrisa. Pasó una tarjeta en blanco por el lector de acceso y este se puso en verde y le abrió paso. Subió en el ascensor hasta la sala común de los alojamientos de los Vengadores y allí estaba la Viuda Negra, Ojo de Halcón y Capitán América, a los que conocía tan bien como cualquier persona ajena podía conocerlos.
—¿Quién eres?—preguntó de inmediato Natasha, poniéndose en guardia al igual que los otros dos, listos para enfrentarse al enemigo.
—Puedes llamarme Stiles. Es un placer conoceros—su sonrisa afilada probablemente no transmitía ese sentimiento. Podría disimularlo, pero realmente no le apetecía con esta gente.
—¿Cómo has entrado aquí?—preguntó Steve, poniéndose frente a sus compañeros como el escudo que siempre era.
—Con un par de trucos—respondió Stiles, girando entre sus dedos la tarjeta en blanco que el lector había reconocido como una de los empleados—, pero eso no es importante. Solo vengo por un motivo y tan pronto como se cumpla desapareceré.
—FRIDAY, avisa a Tony y a los demás—le ordenó Clint con tono sereno pero precavido.
Stiles suspiró. Iban a alargar esto más de lo que deseaba. No tenía sentido explicarles todo ahora y tener que hacerlo de nuevo con los demás, así que esperó bajo las amenazadoras miradas de los tres Vengadores. Al poco rato, las puertas del ascensor se abrieron para revelar a Tony Stark junto con Sam y Rhodey.
—FRIDAY, ¿cómo ha entrado este chico aquí?—preguntó Tony en voz alta, rodeando a Stiles hasta pararse junto al Capitán.
«Los sensores lo identificaron como un trabajador con acceso ilimitado».
—¿Acceso ilimitado? ¿Qué-?
—No culpes a tu máquina. Utilicé algunos trucos, nada que pudieras evitar—le interrumpió Stiles, agitando los dedos en el aire—. No me apetece esperar a los demás, no son relevantes de todos modos, así que se lo explicáis vosotros luego. Iré al grano: quiero ver a Loki.
—No se me ocurre otro motivo por el que quieras ver a Loki que tramar algún otro ataque contra la Tierra así que no—respondió Tony al tiempo que Steve preguntaba:
—¿Por qué quieres ver a Loki?
—Porque es mi padre. Ya sabes, reunión familiar y todo eso—respondió, agitando las manos quitándole importancia.
Se oyeron varias exclamaciones de sorpresa por la sala y Stiles contó los segundos hasta que asimilaron la noticia.
—¿Qué quieres decir con que es tu padre?—preguntó Sam, mirándole de arriba abajo como si intentara ver las similitudes entre ambos.
—¿Es que no sabes cómo funciona? ¿Todavía crees que a los bebés los traen las cigüeñas desde París? Pídele a tu amigo científico que te explique la historia de las abejas y las flores—le dijo, indicando con la cabeza hacia Tony.
—¿Por qué crees que Loki es tu padre?—preguntó Natasha, la que le observaba con una mirada más calculadora. Tras su investigación sobre los Vengadores, la Viuda Negra sin duda se había convertido en su favorita.
—No lo creo, lo sé. Digamos que tenemos ciertas... similitudes.
Un momento tenían frente a ellos un chico con camisa a cuadros y el rostro lleno de lunares y al siguiente se encontraban ante el semidiós que tantos dolores de cabeza les había provocado. Las posturas de todos los Vengadores se volvieron tensas, listos para atacar al mínimo movimientos sospechoso. Stiles no pudo evitar sonreír ante la reacción que provocaba la mera imagen de su padre, pero decidió que era mejor no tentar a su suerte así que volvió a recuperar su apariencia habitual.
—Mi madre me habló de él muchas veces, de sus poderes. Cuando lo vi por televisión el día que atacó Nueva York supe que era él. Ahora, si me hacéis el favor de contactar con él o decirme cómo puedo hacerlo yo mismo...
Steve dio un paso hacia delante y Stiles estaba preparado para matarlo si era necesario, incluso si su postura no cambió lo más mínimo para no delatarse.
—Lo siento mucho, pero Loki murió—le dijo el Capitán con expresión casi preocupada.
—Ya. No, no lo creo—replicó Stiles arqueando una ceja.
—Es cierto—Tony avanzó también un paso, poniéndose de nuevo a la altura de Steve. Stiles podía ver la rivalidad que había entre ellos, al menos por parte de Tony. Estaba seguro de que su padre lo había visto también y seguramente habría intentado usarlo en su contra, era muy evidente—. Loki murió salvando a Thor, se sacrificó. Al final hizo algo bueno con su vida.
Stiles se mordió el labio, pero al final no pudo contener una carcajada y las expresiones en los rostros de los Vengadores fueron aún más delirantes.
—¿Y vosotros os lo creísteis?—preguntó limpiándose los ojos—. Me decepcionáis, o me decepciono a mí mismo. Por mi investigación os hacía más inteligentes, pero debí cometer algún error. Apuesto a que está en Asgard. ¿Por qué no llamáis a Thor para que me lleve allí?
—¿Por qué iba a estar en Asgard?—preguntó Steve.
—Porque no hay mejor lugar para ocultarse que a plena vista—respondió poniendo los ojos en blanco. Era tan evidente que realmente se lamentaba por haberles dado más crédito del que merecían—. Ahora, ¿llamáis a Thor?
—No es tan fácil contactar con él—replicó Tony.
—Sí lo es, está con Jane en Nuevo México. Que venga en uno de tus aviones si no quiere usar su martillo.
—¿Cómo sabes que están allí?—volvió a preguntar el Capitán.
—Ya os lo he dicho, os he investigado, no soy tan idiota como para venir aquí sin prepararme. Y realmente habría preferido evitarlo del todo, pero no tengo forma de viajar a Asgard por mi cuenta, así que...
Les costó algo de tiempo y algunas discusiones entre ellos –que Stiles ignoró sentado cómodamente en uno de los sofás– hasta que al fin decidieron llamar a Thor. Observado cautelosamente por todos los Vengadores presentes, Stiles esperó pacientemente la llegada de su tío, lo que significaba dar vueltas por la sala, abrir y fisgar en todos los armarios y cajones de la cocina, comer un par de bolsas de aperitivos y dar más vueltas por la sala porque Stiles era todo energía (casi literalmente). Los Vengadores lo observaban cautelosos y después exasperados hasta que Thor llegó unas horas más tarde.
—¿Quién es tu madre?—fue lo primero que le preguntó cuando llegó a la Torre Stark.
—Kuraida, hija de Nogi.
—¡¿El rey kitsune?!—exclamó Thor con una expresión que puso en guardia a todos.
—El mismo. Entenderás por qué mi madre huyó a Midgard conmigo.
—Sí, por supuesto. Pero no sabía que mi hermano había tenido una relación con una kitsune.
—Dudo mucho que te cuente todas sus aventuras. No duró más que unas semanas de todos modos—respondió encogiéndose de hombros.
—Espera, espera. Yo no entiendo por qué huisteis a Midgard—interrumpió Tony.
—Los kitsune son una raza que no acepta relacionarse con otras. No mantienen relaciones diplomáticas con ningún otro reino ni tienen descendencia con otras razas. Jamás había oído de un mestizo de esa raza—respondió Thor sin apartar la mirada de Stiles como si intentara ver a su hermano en él o tal vez al kitsune.
—Los ha habido, pero al igual que yo tuvieron que esconderse o morir. Mi madre consiguió huir, pero no antes de que la maldijeran, una especialidad de los kitsune. Murió pocos años después de llegar a Midgard. Ahora, ¿me llevarás a Asgard para conocer a mi padre?
—Loki... Él...
—Ahórratelo. Estoy bastante seguro de que Loki está en Asgard vivito y coleando. Pero por si no conoces a tu hermano, ¿por qué no vamos a comprobarlo?
Thor le miró por un momento con el ceño fruncido. Había sospecha en sus ojos, aunque Stiles no estaba seguro de si era dirigida a él o a Loki. No le preocupaba, sabía que podría manipularlo para conseguir lo que quería, utilizando sus poderes si hacía falta (aunque no creía que fuera necesario con Thor).
—Está bien, iremos a Asgard—respondió finalmente.
Stiles intentó disimular su sonrisa de triunfo, aunque por las miradas de los demás estaba bastante seguro de que no lo había conseguido.
No mucho rato después y a pesar de las objeciones de los demás Vengadores, ambos estaban viajando hacia Asgard. Tras sobreponerse al aturdimiento que supuso el viaje, Stiles se quedó fascinado con el escenario que lo recibió. La luz, el brillo dorado, los torreones, el infinito universo que se extendía más allá. Ensimismado por aquella vista, no le prestó atención al hombre y a las dos mujeres que había allí y con los que Thor discutía. Comenzó a caminar por el puente contemplando el paisaje. A lo largo de su investigación había visto muchas representaciones de aquel mundo, pero nada se acercaba a la majestuosidad de aquel lugar. Era hermoso, suntuoso y extravagante. No era la clase de lugar en el que le gustaría vivir, pero sí la clase de lugar en el que le gustaría hacer travesuras.
No le sorprendió llegar y encontrar a Loki disfrazado de Odín. Thor tardó un poco más en darse cuenta, pero Stiles esperó paciente mientras discutían hasta que Loki regresó a su propia forma. No lo admitiría, pero estaba un poco (muy) nervioso. Sabía todo lo que se podía saber sobre él, tanto por lo que había descubierto en su investigación como por lo que le había contado su madre, pero era la primera vez que veía en persona a su padre. Era más alto de lo que había imaginado y sus ojos verdes parecían estar calculando estrategias constantemente, pero por encima de esos datos superficiales de los que su cerebro se percataba, había una parte de Stiles, su parte más instintiva, que había reaccionado de inmediato a la presencia de su padre. Se sentía como un pulpo cuyos tentáculos eran atraídos por un vórtice, un bebé que estiraba los brazos desesperado para ser abrazado por su madre. Era difícil explicar cómo una parte de él quería, necesitaba conectar con Loki.
—Entonces vamos a buscarlo—dijo Thor cuando Loki le contó dónde estaba Odín.
—Hey—intervino Stiles por primera vez, su voz algo más afectada de lo que habría querido—. ¿Es que ya te has olvidado de mí?
—¿Quién es este?—preguntó Loki observándolo con una mirada crítica.
—Oh. Loki, este es tu hijo, Stiles—le presentó Thor con algo de satisfacción, como si esperara ver alguna reacción inusitada en su hermano.
—¿Stiles?—Loki le miró arqueando una ceja, diciendo su nombre casi tentativo.
—Kuraida es mi madre—añadió, intentando no moverse inquieto bajo su escrutinio.
Hubo una breve expresión de sorpresa en su rostro y luego una sonrisa se apoderó de sus labios, más sincera de lo que ni siquiera Thor había visto en años.
—Kuraida, una mujer maravillosa. No sabía que estuviera embarazada—se acercó a él y tomó su rostro por la barbilla, examinando sus rasgos con atención. Stiles se estremeció, su corazón latía con fuerza. No sabía cuál sería el veredicto de este hombre, si lo consideraría digno de ser su hijo o si lo vería como una molestia (tampoco sabía si le importaría fuera cual fuera)—. Sin duda tienes sus ojos. Muéstramelo.
Stiles no lo dudó. Un viento envolvió su cuerpo y de repente en medio de la plaza había un enorme zorro de nueve colas. Su cabeza se alzaba por encima de todos los demás, las nueve esponjosas colas se agitaban tras él. Su cuerpo era esbelto, con elegantes líneas. Su denso pelaje era negro y brillante, rojizo por las patas, el pecho y los extremos de las colas. Sus ojos brillaban con todos los matices de la miel y sus colmillos gritaban depredador en lo que probablemente era una sonrisa.
—Magnífico.
Stiles pudo oír el halago de su padre entre todos los murmullos impresionados de los presentes y no pudo evitar erguirse orgulloso antes de regresar a su forma humana. Sintió en ese momento como un interruptor encendiéndose, como una pieza de puzle colocándose en su sitio, el vínculo entre padre e hijo formándose como un lazo que casi podía ver extendiéndose entre sus corazones. No creía que Loki pudiera sentirlo, era algo que venía de su parte kitsune, pero el vínculo no se habría formado si no fuera recíproco.
—¿Está viva?—preguntó entonces Loki, aunque por su expresión ya sabía la respuesta.
—No. La maldijeron antes de que lograra escapar y murió a los pocos años.
Loki asintió, comprendiendo de inmediato probablemente mejor de lo que ningún otro podría. Él mismo había arriesgado su vida al tener una relación con una kitsune.
—Creo que hay mucho sobre lo que tenemos que hablar—le dijo, rodeando sus hombros con un brazo.
—Primero nuestro padre—intervino Thor con una mirada amenazadora ante la que ambos pusieron los ojos en blanco. Por un momento Thor vio la semblanza entre ellos.
El viaje de vuelta a la Tierra no le sentó tan mal, esperando ya la sensación de vacío y opresión simultáneas. El edificio en proceso de demolición, sin embargo, no era lo que se esperaban.
—Te juro que lo dejé aquí—aseguró Loki.
—¿Aquí en la acera o en esa residencia de ancianos que están demoliendo?--preguntó Thor sarcástico--. Qué gran plan.
—¿Cómo iba a saberlo? No veo el futuro. No soy brujo—replicó Loki.
—¿No? ¿Y por qué te vistes como tal?
—Eh.
A decir verdad, su traje completamente negro era un poco demasiado y Stiles se sentía un crío con su camisa a cuadros abierta sobre una camiseta de WoW y los vaqueros desgastados. Bueno, quizá no era tan extraño sentirse un crío estando junto a su padre.
—No me creo que estés vivo—comenzó Thor con tono herido y Stiles desconectó en ese momento.
No estaba interesado en las rencillas entre hermanos ni en las fans que llegaron después en busca de selfis. Lo que sí llamó su atención fue el círculo de energía que apareció a los pies de Loki unos momentos después. Sus pelos se erizaron, alerta, y extendió todos sus sentidos hacia esa fuente de magia para descifrarla.
—¿Qué es eso? ¿Q-q-qué haces?—preguntó Thor sorprendido.
—No soy yo—replicó Loki, tan sorprendido como él.
De repente, Loki despareció dentro del círculo y Stiles sintió la magia desvanecerse. Aún podía sentir su vínculo con Loki, estaba vivo, pero era tan débil, tan nuevo aún, que no podía localizarlo a través de él. Por la sensación que percibía, estaba bastante seguro de que ni siquiera estaba en ese universo.
Había una tarjeta en el suelo en el mismo lugar donde había estado parado Loki. «Calle Bleecker 177A», decía.
Era una casa normal, como otra cualquiera de la zona, al menos en apariencia. Stiles podía sentir la magia proveniente de ella. Tan pronto como Thor llamó a la puerta se vieron teletransportados al interior del edificio, que no era para nada como aparentaba por fuera o quizás ni siquiera estaban dentro de ese edificio si no en cualquier otro lugar de la Tierra. Stiles sintió su estómago retorcerse. La magia había envuelto su cuerpo y lo había arrastrado consigo. Su propia magia había intentado luchar de forma instintiva, pero había logrado contenerse viendo que no había ninguna intención maligna tras esa magia.
Una voz grave llegó desde una ventana circular situada en un piso superior llamando a Thor y una figura descendió volando de forma dramática. Stiles puso los ojos en blanco, realmente les gustaba el teatro.
—Dios del Trueno—saludó el extraño, un tipo con capa roja como Superman (Stiles era más de Batman)—. Puedes bajar el paraguas—le indicó a Thor, refiriéndose al martillo que había tomado esa forma para camuflarse.
Thor dejó el paraguas en un paragüero y al instante se vieron teletransportados a otra sala.
—Así que ahora la Tierra tiene hechiceros—comentó Thor toqueteando un adorno colocado en una mesa.
Stiles no les prestó atención mientras hablaban, apenas registró «Maestro de las artes místicas» proveniente de aquel extraño. Estaba concentrado en percibir la magia que inundaba el lugar. Todos los objetos que se encontraban allí poseían magia y en un alto grado, el propio ambiente estaba a rebosar de ella. Era un poco abrumador para sus sentidos, pero una vez que logró ponerse en sintonía con esa magia pudo respirar con más comodidad.
No se sintió aturdido ya la siguiente vez que se teletransportaron, aceptando de forma más fácil la magia que lo envolvía.
—¿Té?—preguntó el extraño y Stiles sintió la taza de té aparecer en su mano.
Lo olisqueó, asegurándose de que no estaba envenenado, y tomó un sorbo mientras que Thor acababa con una jarra de cerveza. No estaba nada mal, con un ligero toque de magia.
—En fin, estoy haciendo una lista de individuos y seres de otros reinos que puedan ser una amenaza para este mundo—continuó el extraño y eso sí llamó la atención de Stiles—. Tu hermano adoptivo Loki es uno de esos seres.
—Por supuesto que lo es—murmuró Stiles reclinándose en su sillón y tomando otro sorbo de la taza que se había rellenado mágicamente.
—¿Y tú eres?—preguntó el extraño.
—Alguien que probablemente debería estar también en esa lista. Como referencia futura al menos—respondió con una sonrisa afilada, sus ojos brillando no lo suficiente para no ser humanos pero sí lo bastante como para inquietar.
—¿Y qué estáis haciendo aquí?
—Buscamos a mi padre—respondió Thor.
—Entonces, ¿si os dijera dónde está Odín todos regresaríais a Asgard de inmediato?—el extraño ahora mantenía una gran parte de su atención en Stiles, claramente incómodo por la desconocida posible amenaza.
—De inmediato—Thor miró de reojo a Stiles y pareció decidir omitir el hecho de que Stiles vivía en la Tierra.
—¡Genial! Permitidme ayudaros.
—Si sabías dónde estaba, ¿por qué no me llamaste?—preguntó Thor esta vez.
—Fue categórico en que no se le molestara. Tu padre dijo que había decidido mantenerse en el exilio. Y tampoco tienes móvil—añadió, y Stiles giró la cabeza tan rápido que casi pudo oír un chasquido.
—¿En serio?—preguntó incrédulo a su tío.
—No, no tengo móvil, pero podrías haber mandado una carta electrónica. Se llama e-mail—replicó Thor.
—Ya, ¿tienes ordenador?
—No. ¿Para qué?
Stiles se restregó la cara con una mano porque poner los ojos en blanco no era suficiente esta vez y probablemente el extraño compartía la misma opinión aunque intentó mantenerse educado.
—En fin. Mi padre ya no está exiliado. Si me dices dónde está podré llevármelo a casa.
—Cómo no. Está en Noruega.
Reaparecieron en otra sala con estanterías llenas de libros y Stiles olvidó su taza de té en favor de comenzar a explorar de inmediato aquellos tomos antiguos. Era algo natural en él, era conocimiento al alcance de su mano y no podía resistirlo.
—No los toques—le advirtió el extraño mientras pasaba las páginas de un libro, a lo que Stiles hizo caso omiso—. Solamente consulto si su conjuro necesita alguna modificación Asgardiana. No.
Stiles maldijo cuando volvieron a teletransportarse cuando estaba a punto de coger uno de los libros y de nuevo una vez más.
—¿Quieres parar de hacer esto?—le pidió Thor tras haber derramado la cerveza que aún sostenía y haber tirado toda una balda de libros.
—Puedo-, necesito solo un pelo de tu cabellera—le dijo el extraño.
—Deberías saber que nadie toca mi cabellera—replicó Thor justo antes de que le arrancara un cabello y aparecieran de nuevo al pie de unas escaleras, aunque no las mismas—. Podría bajar andando.
El hechicero comenzó a realizar unas figuras con sus manos con energía fluyendo entre ellas. Stiles podía verla a más niveles de lo que probablemente cualquier otro podía, incluso podía sentir el significado de cada símbolo que se iba formando. Ahora ya estaba familiarizado con esa magia y podía interactuar con ella como lo hacía con la suya propia.
—Os está esperando—les dijo el extraño indicando el círculo que había creado en medio de la sala, desde el que se podía ver un paisaje verde—. No olvides el paraguas.
—Es verdad—Thor alzó la mano y comenzaron a oírse ruidos de cosas rompiéndose—. Lo siento—murmuró avergonzado, aunque no tanto como Stiles por estar a su lado—. Ya está, solo falta mi hermano—dijo cuando al fin tuvo el paraguas en su mano.
—Yo me encargo de eso—intervino Stiles antes de que el hechicero pudiera actuar.
Hizo un leve gesto con su mano, más que nada para aparentar, y un círculo como el que había aparecido a los pies de Loki se creó, esta vez en el aire. Loki cayó por él gritando y aterrizó... como pudo.
—¡Llevo cayendo treinta minutos!—gritó furioso desde el suelo.
—¿Cómo has hecho eso?—le preguntó el extraño a Stiles.
—¿Quién es este?—preguntó Loki, poniéndose de inmediato junto a su hijo en una pose defensiva.
Stiles no necesitaba que lo defendieran, pero que Loki hubiera reaccionado de ese modo, seguramente de forma inconsciente, le hacía un poco feliz.
—No sé, un tipo que usa magia.
—Soy el doctor Steven Strange, ya me presenté antes.
—Lo siento, tío, no estaba prestando atención—respondió Stiles encogiéndose de hombros.
—Él no es tu tío, yo soy tu tío—intervino Thor.
—Tú tampoco eres su tío, soy adoptado—replicó Loki—. Y parece mentira que tras tantos años visitando Midgard sigas con estos malentendidos.
Strange resopló y sacudió la cabeza para centrarse en lo que importaba ahora.
—¿Cómo has podido imitar mi hechizo?—preguntó de nuevo, ignorando a los otros dos.
—Me he... sincronizado con tu magia, por decirlo de algún modo—respondió sin darle importancia—. Soy un ser formado sobre todo por magia, me resulta natural. Ahora, ¿nos vamos?
No esperó a que respondieran ni a que Strange siguiera preguntando. Cruzó el portal, sintiendo el cambio en el ambiente, ahora libre casi por completo de magia. Loki y Thor cruzaron tras él y el portal desapareció. Se encontraban en un campo de hierva verde algo apagada, con el mar a unos pocos metros chocando contra las rocas de un enorme acantilado. Había un hombre frente a él con una chaqueta beis y el pelo blanco por debajo de los hombros. Era Odín, Stiles podía sentirlo, y también podía sentir otra cosa.
Thor se acercó y poco después Loki mientras que Stiles permaneció alejado sin preocuparse siquiera de escuchar de qué hablaban hasta que se giraron hacia él.
—Este es mi hijo, Stiles—le presentó Loki, indicando con un gesto que se acercara.
—¿Tu hijo? ¿Con quién?—preguntó Odín.
—Kuraida, la-
—Hija de Nogi—le interrumpió Odín. Su rostro, que hasta ese momento había tenido una expresión relajada, resignada, se volvió duro, frío—. ¿Cómo se te ocurre tener un hijo con la hija del rey kitsune?
Loki se vio algo aturdido por su reacción, pero solo brevemente. Después, su rostro se volvió serio y aún más frío que el de Odín. Stiles pudo ver el cambio en la postura de Thor, listo para pelear contra su hermano si era necesario.
—No sabía que estaba embarazada, ni tampoco era mi intención tener un hijo con ella. Solo fue una aventura para ambos, pero no me arrepiento en absoluto de la existencia de Stiles y pienso ejercer como padre en la medida en que me sea posible y en la que él quiera a partir de ahora—le aseguró con firmeza, colocando una mano sobre el hombro de su hijo.
Stiles sintió algo cálido brotar en su pecho. No esperaba que Loki reaccionara de ese modo ante él, ni que lo defendiera de esa manera ante su padre adoptivo. Hasta ese momento ni siquiera sabía qué era lo que él mismo quería de su padre. Ahora, comenzaba a creer que realmente podría tener una relación adecuada con él.
—¡Eres una desgracia para Asgard! ¡Sabes que esto podría llevarnos a una guerra con los kitsunes!—le regañó Odín, agitando un puño amenazador. Su expresión ahora sí se parecía al del poderoso rey sobre el que Stiles había leído en lugar del amable abuelito que había parecido un segundo antes, casi como un Papá Noel.
—Habla el hombre que asesinó a mi verdadero padre y me secuestró—replicó Loki casi escupiendo las palabras.
—Te habrían matado.
—¡Eso no lo sabes!
—Está muriéndose—intervino Stiles con tono sosegado, deteniendo al instante la pelea.
—Qué-...—fue Thor el único en hablar, mirando entre su padre y Stiles.
—Puedo sentir su energía, está a punto de desvanecerse. Quizás queráis dejar las rencillas familiares a un lado en este momento y despediros con algo de cordialidad.
Se dio la vuelta y se alejó, dejando que lidiaran con aquellos solos. No estaba interesado en meterse en esos líos, no era asunto suyo y en cuestión de minutos Odín ya no estaría allí para causarles problemas. Ya se había esperado esa reacción, no le sorprendía. Al menos no había sido tan mala como la de su abuelo materno. Observó desde la distancia las luces brillantes que formaban los últimos vestigios del alma de Odín desaparecer en el aire y esperó a que los hermanos se acercaran tras asumir la pérdida. No fue exactamente eso lo que pasó.
Comenzó a sentir energía eléctrica acumulándose en el aire y vio las chispas en el puño de Thor. Estaba preparado para atacar a Loki y eso no podía permitirlo. Creó un portal a sus pies, al igual que Strange lo había hecho con Loki, y el Dios del Trueno desapareció por él. Loki le miró y Stiles no fue capaz de descifrar la expresión en su rostro, solo esperaba que no estuviera enfadado con él.
—Deberíamos marcharnos—le dijo, acercándose con paso casi cansado.
—¿A dónde querrías ir?—le preguntó Stiles increíblemente aliviado.
—¿A dónde puedes llevarnos?
—Con el hechizo que he aprendido de Strange, a cualquier parte—respondió con una sonrisa que Loki no pudo evitar corresponder.
De ese modo, comenzaron a viajar juntos.

5 comentarios: