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Dentro de mí [cap3]


Título: Dentro de mí
Fandom: Teen Wolf         Pareja: Peter Hale x Stiles Stilinski
Autor: KiraH69 
Género: Yaoi, Slash
Clasificación: +18          Advertencias: lemon, bestiality, Mpreg
Capítulos: 5 (3 de 5)
Resumen: Mientras la manada disfruta bañándose en un lago, una criatura acuática intenta ahogar a Stiles, pero lo libera y escapa antes de que puedan atraparla. Parece que no van a tener que preocuparse más del tema, pero tendrá consecuencias que nadie espera. Hay algo dentro de Stiles.

Capítulo 3



Debería haber pensado en cómo contárselo a la manada, ¿pero quién podía culparle por haberse olvidado en su situación?
Sucedió en la consulta de Deaton, en una de sus citas para una revisión. Llevó a Peter consigo, pero había olvidado que Scott también iría para acompañarlo durante el examen. Scott ya estaba en la clínica cuando llegaron. Al ver a Peter, sus orificios nasales se abrieron olfateando el aire y de inmediato comenzó a gruñir amenazador, su cuerpo preparándose para pelear.
Stiles, apártate. Esa es la criatura que te atacó—le dijo entre colmillos, su rostro transformado y las garras fuera.
Mierda—masculló entre dientes, situándose frente a Peter como un escudo—. Scott, tranquilízate. Este es Peter y, sí, es el padre de los huevos, pero no tiene ninguna intención de hacerme daño, todo lo contrario, está cuidando de mí. Ahora, por favor, deja de amenazar y esconde los colmillos y las garras.
Scott le miró con sus grandes ojos de cachorro confuso, pero obedeció y regresó a su forma humana.
¿Cómo que está cuidando de ti?—preguntó el lobo.
Stiles suspiró. No quería tener que repetir la historia de nuevo y seguramente una vez más con el resto de la manada, pero no tenía otro remedio.
Por suerte, Scott se lo tomó mejor que su padre. Apelando a su lado sensible no era difícil incluso que sintiera lástima por Peter (a Peter no le gustaba esto, pero Stiles le dio un codazo en las costillas –que probablemente le dolió más a él que al nunmyo– y le susurró «trágatelo»).
A pesar de eso, Scott no cedió su lugar sosteniendo la mano de su amigo mientras Deaton realizaba la ecografía. Peter optó por colocarse detrás del veterinario, observando el monitor. Stiles no se perdió la sonrisa que iluminó su rostro cuando vio los dos huevos. Tampoco se perdió la expresión de confusión en el rostro de Deaton.
¿Qué? Oh, por dios, ¿qué está pasando ahora?—preguntó, su corazón comenzando a acelerarse.
Tranquilo, cariño, no pasa nada malo—le aseguró Peter, acariciando su pierna.
Deaton le miró de reojo con expresión de sospecha. El veterinario se había mostrado extremadamente interesado al saber que Peter era un nunmyo, pero este le había dejado claro que no iba a darle la oportunidad de estudiarlo como a un espécimen de laboratorio.
¿He de suponer que esto es normal entonces?—le preguntó el druida.
Así es—respondió y se giró hacia Stiles—. Tu cuerpo se está adaptando para el embarazo y el parto, ya te lo dije. A eso se deben los dolores que experimentas.
¿Cómo se está adaptando exactamente?—preguntó incorporándose en la camilla para mirar la pantalla.
Tu intestino grueso se está expandiendo para dar espacio a los huevos, que siguen creciendo—le explicó Deaton mientras Stiles observaba el órgano deformado en la pantalla.
Cuando vio que comenzaba a palidecer y escuchó los latidos erráticos de su corazón, Peter rodeó su espalda con un brazo antes de que se desmayara.




Te odio—murmuró cuando despertó, ya en su cama.
No es cierto—respondió Peter, acariciando sus cabellos—, pero lamento que quieras odiarme.
Hmm... No quiero odiarte, pero esto parece una película de terror—retrocedió en la cama hasta el borde, dejando espacio frente a él, instando a que Peter se tumbara a su lado.
No tienes de qué preocuparte. Cuando los huevos salgan, dejarán detrás un líquido que tiene propiedades curativas que regresará tu cuerpo a su estado normal—Peter se tumbó a su lado y abrió sus brazos para permitir que se acomodara sobre su pecho—. Y, aun si no fuera así, yo mismo podría ayudarte con mi saliva. Ya te dije que tiene propiedades curativas además de analgésicas.
Aun así, tengo miedo—odiaba cómo su voz sonaba como la de un niño.
Lo sé, pero yo no voy a permitir que te suceda nada malo. No estoy aquí solo por nuestras crías, también estoy aquí por ti, para cuidar de ti ahora y después de que nazcan.
Stiles no cuestionó por qué llamaba a las crías «nuestras», no se sentía incorrecto. Cerró los ojos y ocultó su rostro en el cuello del nunmyo, sintiendo alivio con su fría piel.




Stiles despertó en medio de la noche y no había nadie en la habitación. El pánico lo invadió con pensamientos de se ha marchado, me ha abandonado, estoy solo. Se levantó y salió corriendo de la habitación, dispuesto a ir a buscarlo descalzo y en pijama.
¡Stiles!—Peter lo llamó susurrando desde la puerta del baño cuando estaba a punto de bajar las escaleras.
Stiles suspiró, tan aliviado que sus piernas estuvieron a punto de ceder. Colapsó sobre Peter, rodeando sus hombros con los brazos. Peter lo sostuvo, rodeando su cintura, y esperó pacientemente a que se tranquilizara. Stiles tardó un rato en darse cuenta de que Peter estaba en su forma original, su piel extremadamente suave y goteando. Miró por encima de su hombro y vio la bañera llena de agua.
¿Estabas bañándote?—preguntó, aún sin separarse de él a pesar de que ahora sabía que estaba desnudo.
Soy una criatura de agua, Stiles, necesito sumergirme en agua de vez en cuando. Mientras estoy transformado no lo necesito tanto así que aprovecho a hacerlo mientras estás durmiendo.
Lo siento, creía que...
No voy a irme a ninguna parte, cariño—acarició su rostro con una mano y besó su frente. Era un gesto tan tierno que Stiles cerró los ojos y su cuerpo se relajó un poco más en el abrazo del nunmyo—. Vamos, vuelve a la cama, voy enseguida.
¿Puedo... puedo quedarme contigo mientras te bañas?—le preguntó sin saber si tal vez eso era algo demasiado personal, si tal vez no sería bien recibido.
Por supuesto, ven.
Lo llevó consigo al baño y lo sentó en una banqueta antes de meterse de nuevo en la bañera. Stiles se quedó boquiabierto cuando vio las dos piernas fusionarse en una cola y no pudo reprimir una exclamación de admiración. Peter sonrió con dientes triangulares orgulloso y contoneó la cola dejando que la admirara.
Puedo...—sus manos se contraían por el deseo de tocar.
Adelante.
Stiles no se contuvo. Se arrodilló junto a la bañera y deslizó los dedos de una mano sobre la cola. La textura era igual de suave que la del resto de su piel y su extremo tenía una forma similar a la cola de un delfín.
¿Dónde está tu...?—preguntó, arrepintiéndose al momento.
Los ojos de Peter brillaron, su sonrisa demasiado parecida a la de un lobo. Bajó una mano de finos dedos unidos por membranas por su vientre, pasando sus caderas, arrastrando consigo la mirada pasmada de Stiles, hasta que llegó a donde debería estar su entrepierna. Presionó los dedos sobre la piel y Stiles pudo distinguir dos orificios, uno a algo más de cinco centímetros del otro en vertical. Introdujo dos dedos en el orificio superior y Stiles vio con la boca abierta salir un pene de tono algo rosado, con un glande menos prominente que un pene humano y el tronco algo más largo y delgado que la media, pero por lo general muy parecido.
Cuando por fin tomó conciencia de que estaba mirando fijamente su pene, Stiles se levantó como un rayo, casi tropezando con sus propios pies y salió del baño, sintiendo su rostro ardiendo.
V-vuelvo a la cama, tómate tu tiempo—le dijo, cerrando ya la puerta de la habitación.
Se metió en la cama y se cubrió hasta la cabeza con la manta. Hundió el rostro en la almohada para ahogar un gemido cuando se restregó contra el colchón. No podía creer que estuviera tan duro por algo así. Bueno, quizás también tenía algo que ver los días que llevaba sin masturbarse. Abrió el último cajón de la mesilla en busca del lubricante. Tenía que darse prisa, necesitaba aliviarse antes de que Peter saliera del baño.
Apenas había cogido el bote medio vacío cuando la puerta se abrió.
Ugh... Te dije que te tomaras tu tiempo—gruñó, escondiéndose de nuevo bajo la manta.
Cariño, ¿por qué no me dejas echarte una mano?—se sentó a su lado en la cama, acariciando su espalda por encima de la manta.
Suenas como un pervertido. Y no tienes por qué hacerlo—respondió sin sacar la cabeza.
Sé que no tengo por qué hacerlo, quiero hacerlo. Solo si tú me lo permites, claro, jamás te forzaría. Pero si crees que lo hago reticente, deberías ver esto.
No dijo nada más y Stiles no pudo evitar que le picara la curiosidad. Asomó la cabeza por el borde de la manta, apenas los ojos, y sintió su rostro ponerse aún más rojo cuando vio el miembro erecto del nunmyo. Ahora, con dos piernas y al descubierto, se veía aún más largo y Stiles no pudo contener un gemido involuntario, moviendo sus caderas para aliviar la presión de su propia erección.
Puedo cambiar a la forma humana si lo prefieres—le ofreció, llevando la mano hacia su pecho.
Stiles negó vehemente con la cabeza.
No, así... así estás bien, me gusta este aspecto. Tu aspecto humano también, pero este está bien—no era capaz de decir cuánto le gustaba realmente.
¿Entonces?—preguntó Peter y Stiles sabía que si decía que no, Peter regresaría a su colchón sin presionarlo.
Asintió con la cabeza.
Peter apartó la manta de un tirón, dejándolo completamente expuesto. Lo agarró por las caderas y le dio la vuelta, tumbándolo boca arriba. Stiles no quiso pensar en la sacudida de placer que le había provocado ser manipulado de ese modo. Se agarró al bote de lubricante como si fuera un escudo. No importaba, el interés de Peter estaba más abajo. Su erección levantaba los pantalones sueltos del pijama, era imposible de disimular.
Puedes decirme que me detenga y me detendré, en cualquier momento. Y no digo que tengas que hacerlo, pero si quieres también puedes tocarme—había una sonrisa pícara en su rostro y aquellos dientes deberían darle miedo, pero después de los besos que habían compartido, aunque fuera para transferirle su saliva, solo podía pensar en cómo se sentirían en un beso de verdad.
Stiles asintió de nuevo y Peter le bajó los pantalones junto a los calzoncillos sin preámbulos. Sintió el impuso de cubrirse, pero en su lugar se mordió el labio y apartó la mirada. Peter acarició su muslo ligeramente, apenas con las puntas de los dedos, subiendo por su cadera hacia su vientre algo abultado ya, bajando de nuevo por la otra cadera hasta la cara interna de su muslo. Stiles emitió un frustrado quejido cuando repitió la acción sin tan siquiera rozar su miembro necesitado. Cuando volvió a mirar al nunmyo, este estaba sonriéndole.
Te ves adorable cuando estás tan necesitado—le dijo, sus ojos brillando más de lo habitual.
Si llego a saber que eres un sádico no te dejo hacerlo—se quejó, ocultando su rostro bajo sus brazos.
No soy sádico, solo aprecio la belleza, pero si quieres que me detenga...
¡No!—se cubrió la boca con una mano tras gritar, mirando hacia la puerta de la habitación. Su padre estaba durmiendo a pocos metros, esperaba no haberlo despertado (le sorprendía que siguiera durmiendo a estas alturas) y por la forma en que Peter inclinaba la cabeza, estaba escuchando por signos de que hubiera despertado. Cuando se relajó, Stiles también lo hizo. Intercambiaron una mirada y suspiraron. Peter le quitó el bote de lubricante de las manos y lo empujó sobre la cama, presionando la mano sobre su hombro.
Sé un buen chico y déjame hacer.
Su voz era grave, con ese tono como si estuviera bajo el agua, y su mano era firme pero amable. Stiles sintió su miembro palpitar. Por la sonrisa de Peter, el nunmyo no se había perdido esta reacción. Dejó su hombro, bajando acariciando su pecho, rozando como si fuera casualidad su pezón, rodeando su ombligo y enredándose en su vello púbico. La expectación lo tenía tan tenso que cuando al fin rodeó su miembro con su fría mano, Stiles gimió y se derritió sobre la cama. Creyó escuchar reír a Peter, pero ya no le importaba, ahora tenía lo que necesitaba.
Peter frotó su miembro un par de veces en seco antes de verter un chorro de lubricante y continuar. Stiles se cubrió rápidamente la boca con una mano. Se sentía demasiado bien, ¿cómo se podía sentir tan diferente si era lo mismo que él hacía prácticamente cada noche (y algunas mañanas en la ducha)? Solo porque era otra mano o quizás por lo esbeltos o por lo hábiles que eran aquellos dedos. No iba a aguantar mucho y lo lamentaba.
Intentó distraerse, pensar en otra cosa, bajar su excitación antes de quedar en ridículo. Entonces vio el miembro duro de Peter. Vale, eso no servía para bajar su excitación, pero sí serviría para distraerse. Acarició con los dedos la punta sedosa algo tímidamente y no quiso levantar la mirada para ver la expresión en el rostro de Peter, incluso si podía sentir sus ojos fijos en él. Bajó los dedos por el falo, percatándose de que era la única parte del nunmyo que estaba caliente (que hubiera descubierto al menos). Peter vertió una pequeña cantidad de lubricante sobre su propio miembro y Stiles comenzó a masturbarlo como Peter estaba haciendo con él. Estaba seguro de que su mano no era tan hábil ni se sentía tan bien, pero no podía ni quería parar. Sabía que sería muy ridículo correrse por masturbar a alguien, pero estaba seguro de que podría hacerlo.
No se dio cuenta hasta que tragó saliva de que prácticamente estaba babeando mientras se mordía constantemente el labio. No iba a negar que tenía cierta fijación oral, ¿y cómo podía no pensar en tener esa verga en su boca? Levantó la mirada y descubrió los ojos de Peter brillando intensamente fijos en sus labios como si quisiera devorarlos. No pudo evitar una sonrisa. Se lamió el labio inferior, maltratado y rojo, viendo cómo Peter seguía el movimiento.
¿Bésame?—le preguntó, mirándole con sus ojos de cervatillo bajo sus largas pestañas como Lydia le había enseñado.
Peter no pudo resistir, se lanzó sobre él como un depredador. Por suerte el gemido de Stiles se ahogó en su boca. Se arrodilló a horcajadas sobre Stiles, tomando ambos miembros en una mano mientras sus bocas comenzaban a explorarse la una a la otra. Ese era su primer beso de verdad, hasta entonces tan solo se habían besado para ayudar a Stiles con los dolores. También era el primer beso de verdad de Stiles, en general. Estaba algo inseguro y desde luego no tenía ninguna técnica, pero a Peter no parecía importarle, estaba dominando su boca, sometiéndolo y haciéndole sentir cosas que Stiles no creía posible con un beso. Ni siquiera estaba ya avergonzado de los constantes gemidos que escapaban de su boca. Cuando los afilados dientes atraparon su labio, Stiles levantó las caderas y se corrió sin previo aviso. Peter siguió frotando su erección hasta que su cuerpo dejó de contraerse y su miembro quedó flácido y demasiado sensible.
Dios...—era más un suspiro que una palabra.
Su cuerpo estaba inerte, apenas podía sentir sus extremidades, el sueño estaba a punto de tragárselo. Peter seguía sobre él, masturbándose a un ritmo salvaje y Stiles tan solo podía observar con fascinación. Con un gruñido por parte del nunmyo, se corrió abundantemente sobre su vientre. Stiles tendría que recordar preguntarle en algún momento cómo se reproducía exactamente su especie porque las cosas no le cuadraban. Se olvidó de ello en cuanto Peter comenzó a mezclar la simiente de ambos extendiéndola sobre su piel.
Eso es... asqueroso—le dijo entre risas.
Llevas nuestras crías dentro de ti y estás cubierto en mi esperma. Comprenderás que esto me resulte atractivo—no parecía tener ninguna intención de disculparse.
Sí, sí, ya lo pillo. Asegúrate de limpiarme antes de que se seque.
Sus párpados se negaban a seguir abiertos y estaba demasiado relajado como para siquiera molestarse en ir a lavarse.

3 comentarios:

  1. QWQ me encantó, espero con asansi el siguiente capítulo 😍

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  2. (*!!!!!!!*) me veo como una acosadora te seguindo haste aqui xD jajajajaj

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  3. me gustaría muchisimo saber como miro los otros capítulos

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