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Hotch Scratch Fever [cap5] FIN


Título: Hotch Scratch Fever
Fandom: Mentes Criminales          Pareja: Aaron Hotchner x Spencer Reid
Autor: DarkJediQueen y Rivermoon1970         Trabajo original: Hotch Scratch Fever
Traducción: KiraH69
Género: Yaoi, Slash
Clasificación: +18          Advertencias: Lemon
Capítulos: 5 (5 de 5) FIN
Resumen: Se suponía que iba a ser una captura rutinaria, bueno, tan rutinaria como puede ser en la UAC. Por desgracia, fue de todo menos rutinario y ahora Hotch es, bueno, Hotch ha sido transformado...... en un gatito. Y nadie sabe cómo transformarlo de nuevo.

Capítulo 5


Aaron despertó cuando el sol comenzaba a asomarse al dormitorio a través de las cortinas parcialmente abiertas. Se estiró y sintió que Spencer también estaba cerca de despertar. Su cuerpo no estaba completamente relajado a su lado. Estaba luchando por no despertar. O al menos parte de él. Aaron sintió una dura polla presionando su cadera. Se giró junto al joven hasta que Spencer estuvo de lado con Aaron frente a él. Por suerte, habían estado en el centro del colchón así que no tiró al joven de la cama. Spencer resopló e intentó aferrarse más fuerte. Aaron rio antes de besarle. El joven respondió con entusiasmo. Esta siempre era su manera favorita de despertar.
Spencer despertó lentamente mientras el beso se profundizaba. La mano de Aaron extendida en su trasero lo mantuvo en su lugar, justo donde lo quería. Ser convertido en un gatito también había cambiado las cosas para Aaron. Spencer se había estado conteniendo, pero también lo había hecho Aaron, solo que se habían contenido en cosas diferentes. El joven abrió los ojos cuando Aaron comenzó a mecer sus cuerpos juntos. Sus ojos se abrieron como platos por un segundo y después su rostro se vio exactamente igual que cuando se había dado la vuelta sorprendido al ser sostenido en los brazos de Aaron horas antes. Aaron rompió el beso y frotó sus rostros juntos antes de dejar que sus labios rozaran la oreja del genio.
¿Puedo tenerte, Spencer?
Sí—respondió Spencer. El joven lamió una línea por el cuello de Aaron antes de besarle de nuevo. Aaron los giró hasta donde Spencer estaba encima, pero entre sus piernas abiertas. Agarró sus nalgas para mantenerlo inmóvil mientras embestía contra él.
Coge el lubricante—Aaron movió al joven hasta donde pudo tomar un endurecido pezón en su boca. Provocó que Spencer gritara, pero el joven extendió la mano hacia la mesilla.
La probabilidad de que no se vincularan era escasa con sexo penetrativo, por lo profundos que eran y habían sido desde el principio los sentimientos de Aaron por el joven. Aaron había sentido su propio vínculo con Haley desvanecerse lentamente tras el nacimiento de Jack. Se había prometido a sí mismo que nunca se sentiría así de nuevo, pero ya no le importaba esa promesa. No sentir eso con Spencer dolía más que la idea de que se desvaneciera de nuevo. Se habían satisfecho masturbándose, con felaciones y sexo intercrural. Ambos conocían los riesgos del sexo penetrativo. El cajón cayó al suelo y Spencer tuvo que inclinarse aún más para coger el lubricante. Aaron le agarró por la cintura para evitar que volcara y cuando se sentó con él en las manos, Aaron sonrió. La sonrisa en el rostro del otro hombre era de felicidad y amor combinados. Había sabido que Spencer le quería, pero no imaginó que oír las palabras de su boca cambiaría tanto entre ellos, y lo hizo. No solo era esta necesidad física de tenerlo, también había una sensación de plenitud. Cogió el lubricante de su amante, abriéndolo y bajando a Spencer con su mano libre. Spencer se movió hasta que sus piernas estaban por fuera de las de Aaron y Aaron las usó para abrirlo solo un poco más mientras humedecía sus dedos.
Provocando a Spencer con la punta de su dedo, penetró la boca del joven con su lengua. Lentamente abrió al hombre sobre él con sus dedos, cada vez que los músculos se contraían, Aaron los sacaba y volvía a meterlos lentamente. Habían pasado años desde que el joven tuviera sexo anal y Aaron no quería hacerle daño. Se tomó su tiempo preparándolo hasta que tuvo tres dedos dentro de él. Spencer estaba goteando para cuando Aaron sintió que estaba listo.
¿Tienes condones?—preguntó Aaron. Spencer abrió los ojos de par en par y miró a Aaron, sacudiendo la cabeza. Aaron limpió su mano en la cama y acercó a Spencer para besarlo de nuevo—. Ambos estamos limpios. Conocemos los riesgos.
Te quiero en mí—susurró Spencer, todo su cuerpo estaba vibrando con necesidad. Cogió el lubricante de donde Aaron lo había dejado y vertió un poco en su mano, llevándola hacia atrás y cubriendo la verga de Aaron con el lubricante. Antes de que Aaron pudiera siquiera abrir la boca para hablar de cambiar posiciones, que había otras mejores para la primera vez, Spencer movió sus piernas y agarró el miembro de Aaron, manteniéndolo recto mientras comenzaba a descender. Aaron solo podía ayudar a sostenerlo mientras lentamente se penetraba.
Spencer tenía los ojos cerrados y la boca abierta mientras poco a poco se deslizaba sobre la verga de Aaron. Aaron ansiaba moverse, embestirlo, pero mantuvo el control porque si no lo hacía le haría daño y eso era algo que nunca quería hacer. Cuando estuvieron piel con piel, Spencer abrió los ojos y miró a Aaron. Sus ojos brillaban en la luz, llenos de emoción. Aaron se incorporó para besarle. Esto era lo que más había echado de menos. Ser capaz de simplemente estar con él, besarle cuando quisiera.
¿Cómo te sientes?—preguntó Aaron acariciando el rostro de Spencer. Podía sentir el vínculo comenzando a formarse ya. Cada nervio bajo su piel donde se tocaban estaba vivo. Spencer no se levantó, en su lugar se balanceó un poco y Aaron gruñó, agarrando más fuerte las caderas de Spencer. La mano de Spencer se hundió en su pelo, manteniéndolo quieto mientras apoyaba su otra mano en su hombro, sosteniéndose. Aaron llevó un brazo hacia atrás para sostenerse él mismo. Se miraron a los ojos, compartiendo el aliento mientras Spencer se balanceaba lentamente. Se sentía muy bien para Aaron y, por la mirada en el rostro de Spencer, se sentía igual de bien para él. Ninguno de los dos iba a durar mucho, no con todo lo que se habían negado sumado al vínculo creciendo cada vez más.
Aaron dejó el agarre en la cadera de Spencer para envolver su erección, haciendo que Spencer gritara. Echó la cabeza hacia atrás con la boca abierta. Aaron lo masturbó al mismo ritmo que este se follaba en la verga de Aaron. No tardó mucho en sentir a Spencer apretar a su alrededor y entonces se estaba corriendo. Spencer apretó la mano en su pelo hasta que resultó doloroso y hundió las uñas de la otra mano en su hombro y Aaron estaba bastante seguro de que iba a tener moratones. El ritmo de Spencer flaqueó y Aaron plantó sus pies para tomar el control, embistiéndolo. Spencer gimoteó mientras Aaron cambiaba de idea y salía de él tras unas pocas embestidas.
Empujando a Spencer, Aaron tumbó al joven de espaldas. Estaba exhausto y solo le miraba confuso. Aaron envolvió las piernas de Spencer alrededor de su cintura mientras entraba de nuevo en él lentamente. Cuando estuvo seguro de que no iba a hacerle daño con la nueva posición, Aaron apoyó un brazo por encima de él, envolviendo el otro alrededor de la espalda de Spencer y agarrando su hombro opuesto por detrás. Al mismo tiempo que embestía, Aaron le atrajo y Spencer jadeó por la sensación. Las piernas de Spencer apretaron alrededor de él y no era capaz de apartarse demasiado.
No voy a ninguna parte—susurró Aaron antes de tomar su boca en un beso. Spencer lo sostuvo cerca mientras embestía en él, una y otra vez. Aaron aguantó tanto como pudo. Cada punto de contacto entre ellos estaba hormigueando con el vínculo. Solo faltaba una cosa para cimentarlo completamente—. Te quiero, Spencer.
Yo también te quiero. Aaron, por favor—Spencer estaba jadeando y Aaron podía sentir que estaba duro de nuevo.
Si no quieres esto, tenemos que parar ahora—dijo Aaron, asegurándose de que esto realmente era lo que Spencer quería. No quería parar, sacarlo, pero lo haría.
Soy tuyo.
Aaron embistió una última vez, dejando escapar su magia. Sintió el vínculo estallar por completo y asentarse, y les hizo llegar al límite. Si Aaron no le hubiera cubierto la boca para ahogar el grito, Spencer habría despertado a todo el edificio, incluyendo a Jack. Podía sentir la magia del vínculo asentarse en Spencer. Era doloroso mientras la magia lo marcaba. Aaron le besó suavemente, ayudando a tranquilizarlo mientras el vínculo se asentaba entre ambos. Ya podía sentir la sutil sensación de Spencer en el fondo de su mente. El dolor se estaba desvaneciendo y Spencer estaba sintiendo el vínculo, probándolo. Después de que saliera el tema del vínculo la primera vez, Spencer había leído todo lo que había podido encontrar sobre vínculos mágicos. Nunca había mencionado si en realidad quería uno o no.
¿Estás bien?—preguntó Aaron, acariciando el rostro de Spencer con su nariz antes de inhalar. Oliendo sudor, semen y sus esencias unidas. Olía como si finalmente estuviera en casa.
Sí—Spencer sonaba agotado—. ¿Tú?
Me encuentro increíblemente bien—dijo Aaron con una sonrisa antes de lamer el cuello de Spencer.
Aaron—Spencer gimió enroscándose alrededor de su amante.
¿Sí?—Aaron sonrió juguetonamente sosteniendo a Spencer cerca. No imaginaba que pudiera cansarse de abrazar a Spencer. La sensación era tan diferente de Haley y ya sabía que el vínculo era más fuerte del que había tenido nunca con ella. Sabía que jamás habría nadie más, Spencer lo era todo para él. Spencer no había ocultado nada del vínculo. Se habían revelado el uno al otro. Llevaría días que se asentara, pero después se sentiría lleno de un modo que nunca creyó posible.
Eras un gatito terrible, lo sabes, ¿no?
Aaron rio suavemente mordisqueando la barbilla de Spencer. El vínculo deseaba tanto contacto de piel como fuera posible en ese momento. Le daría todo cuanto pudiera por el mayor tiempo posible, pero la necesidad de ver a su hijo estaba creciendo.
Era un gatito adorable y lo sabes—gruñó Aaron al oído de Spencer—. ¿Y la corbata?
Spencer no pudo evitar el rubor que creció por su rostro mientras lo enterraba en el cuello de Aaron.
Olía como tú y yo... solo quería algo tuyo—Aaron inhaló mientras estrechaba los brazos alrededor del joven. Entendía lo que Spencer quería decir. Era una de las razones por las que había cogido el chaleco y el calcetín. No podía decirles lo asustado que había estado y tener algo de Spencer le había ayudado a tranquilizarse.
¿Lo decías en serio? ¿Mudarte, estar con nosotros?
Sí. Lo quiero todo, Aaron, y lamento que tuviera que pasar esto para darme cuenta. Te quiero, quiero a Jack y quiero estar siempre contigo.
Aaron acarició el rostro de Spencer con el suyo una vez más, sabía que tenían más de lo que hablar, pero realmente quería ver a Jack, hacerle saber a su hijo que se encontraba bien.
Necesito una ducha rápida y después a mi hijo—Aaron sintió la pérdida casi de inmediato cuando Spencer se apartó de él, pero no estaba triste. Sabía que habría mucho tiempo para estar juntos, especialmente ahora que Spencer había aceptado mudarse.
Estar de pie bajo la cálida ducha era lo mejor del mundo en ese momento. Mientras que limpiarse uno mismo como gatito era bastante conveniente, no servía de nada como humano. Aaron aún estaba intentando procesar los últimos dos días cuando sintió brazos alrededor de él.
Te he echado de menos—Spencer apoyó la cabeza sobre el hombro de Aaron y le abrazó con fuerza.
No voy a ninguna parte—Aaron se giró en los brazos de Spencer y tomó su boca en un suave y casi casto beso, pero era lo más dulce del mundo para Aaron—. Nunca me cansaré de eso.
Spencer se ruborizó mientras besaba a Aaron una vez más y comenzó a presionarle para que terminara. Sabía que si no lo hacían acabarían de nuevo en la cama. Lo que no era una mala idea –Spencer sonrió para sí mismo ante ese pensamiento–, pero tenían mucho que hacer.
No les llevó mucho rato terminar sus duchas y Aaron estaba vestido con unos vaqueros y una camiseta. Iba a pedirles el día libre, pero primero tenía que ver a Jack.
Casi antes de que saliera al pasillo, Jack estaba volando hacia él y envolviendo las piernas de Aaron con sus brazos.
Papá, eres tú de nuevo—prácticamente gritó. Aaron rio arrodillándose y abrazando del todo a Jack.
Sí, amigo, soy yo de nuevo—Aaron le abrazó con fuerza y suspiró.
¿Pero cómo? ¿Spencer encontró el hechizo correcto?—Aaron casi se ahogó con la risa que estalló y tuvo que pensar rápidamente. Aún no estaba preparado para la charla con su hijo.
Sí, Jack. Spencer encontró el hechizo correcto. Oye, ¿por qué no vamos a por tortitas y le mostramos a Spencer nuestra sorpresa?
¿Qué sorpresa?
Ya verás—el tono juguetón de Aaron puso a Spencer en alerta. No estaba seguro de si estaba preparado para más sorpresas. Demasiada emoción iba a abrumarlo. Escogió ir a la cocina y echar un trago de agua. Aaron fue tras él, envolviendo su vientre con un brazo, la mano deslizándose bajo su camiseta para tocar piel. Por mucho que había leído sobre lo que hacía un vínculo y qué esperar, esto era mucho más. Podía sentir la felicidad de Aaron ahí, justo al fondo de su mente. Sabía que con el tiempo, sería capaz de apartarlo hasta que no fuera tan abrumador, pero ahora mismo disfrutaba de él.
Spencer se giró en sus brazos y descubrió que Aaron estaba presionando un botón en su teléfono. Spencer abrió la boca para decir algo cuando Aaron solo le miró. Sonó dos veces por el altavoz y alguien descolgó.
¿Reid?—la voz de Dave sonó a través del teléfono—. ¿Por qué estás llamando desde el teléfono de Aaron?
¿Por qué no iba a llamar con mi propio teléfono, Dave?—Aaron estaba sonriendo y parecía muy feliz. Spencer nunca le había visto tan feliz.
¿Aaron?
Spencer y yo vamos a tomarnos el día libre. Os veremos el lunes—Aaron ni siquiera esperó a que Dave dijera algo. En su lugar, colgó, guardando el teléfono en su bolsillo. Spencer se dio cuenta de que Jack no estaba en la cocina—. Vamos a tomarnos un día para recuperarnos mentalmente. Es viernes. Jack se está vistiendo y después iremos a por las tortitas y no tienes permitido preguntar cuál es la sorpresa. Ahora, aún tienes las llaves del coche en tu bolsa así que por qué no bajas y esta vez yo voy de acompañante y Jack en el asiento de atrás.
Vale—Spencer miró a Aaron cautelosamente, pero todo lo que había en su rostro y en sus ojos era felicidad. Cualquiera que fuera la sorpresa, tenía que ser algo que le hiciera feliz, así que se inclinó por un beso antes de ir a ponerse los zapatos para salir del apartamento.
¿Listo, papá?—llamó Jack saliendo del baño. Aaron asintió y sonrió. Jack recogió todas sus cosas, mochila, bolsas con sus ropas y su sudadera antes de que Aaron echara un vistazo alrededor del apartamento. Con su magia suprimida por el hechizo, tenía mucha que gastar y una buena idea sobre en qué gastarla. Se acercó a la puerta, haciendo que Jack saliera frente a él. En la entrada, se concentró y recitó un hechizo en voz baja. Una caja apareció frente a él y cuando la abrió, todo en el apartamento comenzó a encogerse a un tamaño diminuto y llenó la caja. Otro murmullo y la caja cruzó la ciudad.
Jack estaba riendo tras él y saltando sobre sus pies. Al fin estaba consiguiendo su mayor deseo.
El desayuno fue ligero y lleno de risas mientras Jack le contaba a su padre sobre el puntero láser. Spencer también rio sobre cómo Aaron había caído en el inodoro y sus otras travesuras. Los ánimos eran ligeros y felices.
Solo tengo una pregunta. ¿Cómo no te ahogaste con el collar?—Spencer acababa de darse cuenta de que el collar no estaba alrededor del cuello de Aaron y tampoco lo había visto en la cama.
Cierre de seguridad. Tan pronto como fui yo mismo otra vez, el collar saltó.
Ohh. ¿Dónde está ahora?
Aaron sonrió y echó un sorbo a su café. Se lo mostraría a Spencer cuando le enseñara su sorpresa.
No te lo voy a decir. Ahora termina el desayuno y tendrás tu sorpresa.
Spencer puso los ojos en blanco, pero se terminó la comida en su plato. Tan pronto como terminaron y Aaron pagó, tenía a Spencer sentado de copiloto mientras Jack aún se sentaba en el asiento de atrás. No tardaron mucho en llegar y Aaron había conjurado una venda para los ojos en Spencer, diciéndole que solo era temporal. Aparcó, salió del coche y fue al lado de Spencer. Sacando al joven del coche, sostuvo sus manos y lo llevó consigo.
¿Aaron, qué está pasando?—Jack había corrido hasta la puerta delantera de la casa en la que Aaron se había detenido y la abrió con la llave que Aaron le había dado. Una vez que pasaron el umbral y estaban de pie en el salón, Aaron deshizo la venda.
¿Aaron? Estamos en una casa.
Sí, nuestra casa. Ha estado esperándonos.
¿Tú... tú compraste una casa para nosotros?
Sí. Iba a ser una sorpresa esa noche. Lo siento, Spencer. Siento haberme contenido contigo y hacerte dudar siempre. Lo decía en serio aquella noche cuando dije que te quería en mi vida, nuestra vida. Y ahora sé por qué no confiabas en mis palabras. Tenía miedo, Spencer. Miedo de que si compartía el vínculo contigo se desvanecería algún día como sucedió con Haley. Me estaba conteniendo, pero nunca más.
Aaron—Spencer estaba demasiado lleno de emociones para decir nada mientras envolvía a Aaron con sus brazos.
Vamos, quiero mostrarte algo—Aaron llevó a Spencer escaleras arriba hasta el ático. Había una escalera plegable que era fácilmente accesible. Los tres subieron las escaleras y Spencer no pudo hacer otra cosa que quedarse mirando fijamente.
¿Aaron, tú... hiciste esto por mí?—el ático tenía estanterías del suelo al techo en tres paredes. La cuarta pared era de altas ventanas arqueadas artísticamente enmarcadas. Cada ventana tenía un asiento hecho a medida. Al sur de la sala estaban los muebles de la sala de estar de Spencer. En la pared este, había una larga repisa sin libros, pero con una nueva cafetera, jarras para agua y un pequeño cuenco con aperitivos.
Spencer, mira—dijo Jack excitado de pie junto a la repisa abierta. Bajo ella, en el armario, había una nevera doble. En el lado norte, había un gran puff y un sofá.
Sé cuánto valoras tu privacidad, que algunas veces necesitas estar solo. Si quieres, podemos subir también tu escritorio. Te quiero, Spencer, y quiero que estés cómodo en nuestro hogar.
Spencer envolvió a Aaron en un abrazo.
Nadie ha hecho nada así por mí, Aaron. Gracias, gracias. Me encanta—se inclinó y besó a su pareja—. Nuestro hogar. Me gusta eso—Spencer sonrió mientras dejaba la sensación de hogar asentarse en él.
Tras un momento, se apartó de los brazos de Aaron y fue a echar un vistazo por toda la casa. Le gustó la oficina preparada para ambos. Una habitación para Jack, la habitación de ellos, el salón y finalmente la cocina. Esto tenía todo lo que siempre había querido y más. Aaron había pensando en él tanto como en sus propias necesidades y en las de Jack. Era una mezcla perfecta de los tres.
Me encanta todo, Aaron. Solo tenemos que recoger mis cosas.
Ya está hecho. La caja de ahí tiene todas tus cosas. Envié primero los muebles para que estuvieran en lugar cuando llegáramos, pero esa caja tiene todo lo demás. Puedes tomarte tu tiempo revisándolo si lo necesitas.
Spencer tomó la mano de Aaron y lo llevó a su habitación. Vio que todos los muebles eran nuevos y tendrían capacidad para las necesidades de ambos. Cuando miró en la cómoda comenzó a reír. Allí, a la vista de cualquiera, había un cuello de maniquí con el collar colocado alrededor.
Estás loco—Spencer rio tocando el collar que Hotch había llevado durante eso tres días.
No sé, es lindo—Hotch cogió el collar y lo aflojó, poniéndoselo alrededor del cuello—. Incluso tiene una corbata—sonrió mientras Spencer solo sacudía la cabeza.
Esto es mucho más de lo que jamás pensé que tendría—el rostro de Spencer se tornó sombrío. Miró alrededor de la habitación y sonrió. Era mucho más de lo que jamás habría pensado que tendría.
Jack está en su habitación—Aaron era consciente de su hijo y se preguntaba cuánto tiempo tardaría en comenzar a formarse ese vínculo ahora que Spencer estaba vinculado a él—. Tenemos que echar un viaje para recoger el resto de nuestras cosas de nuestro apartamento. Puedo hacerlo fácilmente, pero tengo que estar ahí. Usé mucho poder extra para recoger tus cosas—Aaron recorrió la mejilla de Spencer con un dedo y sonrió—. Me has hecho increíblemente feliz, Spencer—tocó los labios de Spencer con los suyos y su vínculo destelló entre ellos. Era una cálida y maravillosa sensación y Aaron sabía que nunca se cansaría de ello—. ¿Qué tal una cena de equipo esta noche? Podemos contarles todo.
Spencer se mordió el labio pensando en ello por un momento.
Suena bien. Qui-quiero que lo sepan. Te quiero—se inclinó hacia Aaron y le besó una vez más antes de dejarle ir. Observó al hombre salir de la habitación y rio porque no se había quitado el collar.




A Spencer le parecía bien la cena del equipo hasta que el equipo comenzó a llegar. Aaron le observó desde la puerta de la cocina. El pollo estaba horneado y lo estaba emplatando, pero por sus movimientos Aaron sabía que estaba nervioso. Se movió silenciosamente por la cocina, llegando tras él y, tras dejar el trozo de pollo en el plato usando las pinzas, Aaron cogió sus manos. Un sutil apretón en su mano izquierda y Spencer dejó las pinzas.
Te estás escondiendo—le murmuró Aaron al oído. Envolvió los brazos alrededor de su amante, tomando los brazos de Spencer con él. Acarició con la nariz y rozó con sus labios la piel del cuello del joven. El vínculo destelló y Spencer se estremeció. Iba a echarlo de menos cuando estuviera completamente asentado y no destellara siempre que se tocaran. No era gran cosa hacerlo destellar, pero echaría de menos la sorpresa.
Prentiss sabe lo del chaleco.
¿Oh? No se... suponía que lo pusieran con tu equipamiento todavía—Aaron había querido hablar con él sobre ello antes de que lo usara.
Fue lo único que me mantuvo de una pieza después de que Jones se suicidara así que da las gracias, de lo contrario Prentiss probablemente habría tenido que sedarme—Spencer inclinó la cabeza y Aaron le dio el beso que estaba pidiendo—. Bien. Dejaré que uses tu extravagante magia para emplatar la comida.
¿Extravagante magia?—preguntó Aaron. Las palabras eran juguetonas y si no existiera el riesgo de que alguien los descubriera, le recordaría a Spencer exactamente lo que podía hacer su extravagante magia para reducir a Spencer a un sollozante y suplicante desastre. Spencer pareció darse cuenta de qué estaba pasando por su cabeza porque intentó escapar de los brazos de Aaron, pero lo sostuvo fuerte—. Esta noche te recordaré cuánto te gusta mi «extravagante» magia cuando bauticemos el dormitorio.
Aaron—Spencer gimoteó y comenzó a jadear. Aaron podía sentir el comienzo de su excitación a través del vínculo y lo soltó. Spencer salió de entre él y la encimera y se dirigió al frigorífico. Aaron lo observó, sabiendo que Spencer podía sentir su mirada. Spencer siempre sabía cuándo le estaba mirando. Siempre lo había sabido. Su joven amante le frunció el ceño abriendo el frigorífico para coger una botella de agua. Spencer mantuvo el ceño fruncido mientras bebía la botella entera de agua. Aaron solo le sonrió—. Eres incorregible.
Y me quieres de todos modos—replicó Aaron. La mirada de Spencer se suavizó en una sonrisa.
Sí, te quiero.
Wah, ¿no es un lugar un tanto extraño para un «sí, quiero», guaperas?—preguntó Morgan.
Ambos se giraron para mirar a la puerta donde estaban Morgan y Dave. Spencer sonrió y le lanzó la botella de agua. El otro agente se limitó a mirarle mientras la botella volaba hacia él, pero la cogió justo cuando se acercaba a su rostro.
¿No estás de humor?—preguntó Morgan con una sonrisa—. Vamos, Jack está hablando de la librería del ático y todos quieren una visita. Y la conseguiremos de Jack si hace falta.
Aaron sonrió saliendo de la cocina. Le daría unos minutos a Spencer para tranquilizarse. Saludar al resto del equipo que había llegado le daría ese tiempo. Estaba deseando que llegara el momento en que Spencer se diera cuenta de que sería capaz de enviar sus emociones a través del vínculo hasta Aaron. Como la excitación. Había oído historias sobre otras parejas con vínculo que estando en el trabajo habían sufrido un flujo de estimulación tan fuerte que terminaron teniendo que ir a ocuparse de su excitación. Estaba teniendo estos mismos húmedos pensamientos cuando abrió la puerta para ver a J. J., Will y Henry. Sintió que su rostro se ruborizaba. Will sonrió y tan solo le dio una palmada en el hombro.
Ni siquiera quiero saberlo—rio J. J. mientras Hotch le daba un abrazo.
Ni te lo voy a decir. Entrad. Henry, Jack está arriba mostrándole a Morgan la librería del ático si quieres ir a ver. Subiremos en un minuto.
¿Puedo, mamá?—Henry miró con ojos muy abiertos a su madre.
Ve, pero ten cuidado en las escaleras.
¿Os apetece algo de beber?—Hotch los condujo a la sala de estar donde había un bar contra una pared. J. J. y Will pidieron vino. Unos minutos más tarde también llegaron Prentiss y García. Hotch llevó a todos al ático para comenzar la visita. Sonrió suavemente al ver a Jack y Henry sentados en el puff con un libro entre ellos. Los padres estuvieron de acuerdo en que los chicos estarían bien donde estaban y Hotch los guió por la casa. Cuando llegaron al estudio, Spencer se les unió al fin. No le dio vergüenza rodear la cintura de Hotch con un brazo.
Hotch sonrió mirando a Spencer. Se inclinó y susurró.
¿Te encuentras mejor?
Mhmm—murmuró Spencer besando la mejilla de Aaron. El resto de la visita fue rápida y acabaron reunidos en el comedor, donde Spencer había colocado la mesa para ellos.
Esto se ve increíble, mi pequeño genio—García no podía evitar la emoción en su voz.
Gracias. Por favor, empezad—no mucho después de sentarse, la comida pasó por la mesa mientras la conversación fluía fácilmente. El equipo había hecho preguntas sobre Spencer y Hotch y fueron sinceros sobre su relación. No querían secretos entre las personas que consideraban su familia. Aaron les habló del vínculo, en parte porque quería que lo supieran y también porque Spencer y él necesitarían registrarse en la agencia como pareja mágicamente vinculada. Esto sería muy importante para protegerlos a ambos en el campo y sus posiciones en el equipo. Ninguno podía ser transferido ni el equipo roto por ellos si lo hacían. La única concesión era que Dave tendría que hacer las evaluaciones de Spencer en adelante. El resto del equipo estaba aliviado de que las regulaciones estuvieran de su parte.
La conversación pasó a cuánto tiempo habían estado viviendo juntos y todos salvo Morgan se sorprendieron cuando descubrieron que ninguno de ellos había pasado la noche en la casa. Spencer tuvo que resistir un rubor cuando vio las miradas que Rossi y Morgan y después Prentiss y J. J. compartieron. Sabían que había planeado un bautismo. Spencer se alegró de que no hablaran de ello.
Jack mencionó que Henry se quedara a dormir esa noche, pero Aaron le dijo que no por ese fin de semana. Jack había hecho un puchero, pero Spencer le explicó fácilmente que era su primer fin de semana en la casa y se estaban acostumbrando a ella y preparándolo todo, y Jack no tendría tiempo para jugar con Henry, pero, dependiendo de si surgía un caso, podrían hacerlo el próximo fin de semana si a su mamá y papá les parecía bien. Por suerte, J. J. y Will dijeron también que dependiendo de un caso.
Tras la cena, un maravilloso postre, café y más conversación, la pequeña cena de celebración comenzó a disolverse. Will y J. J. fueron los primeros en marcharse con un somnoliento Henry. Después Prentiss, quien alegó tener una cita para el almuerzo al día siguiente y García se marchó con ella. Dave y Morgan fueron los últimos en marcharse y se alegraban de que todo hubiera funcionado, de que Spencer hubiera admitido sus sentimientos por el jefe de unidad. Ninguno de los dos habían visto tan felices a sus amigos.
Finalmente, estaban solos de nuevo en su habitación. Jack se había quedado dormido y Aaron le había llevado a la cama hacía una media hora. Spencer se estaba desvistiendo cuando sintió sus manos en las caderas girándolo.
¿Feliz?—preguntó Aaron haciéndole retroceder lentamente.
Mucho—dijo Spencer acariciando la mejilla de Aaron.
Bien. No he terminado contigo, Spencer—llegaron a la pared y los ojos de Spencer se abrieron mientras Hotch le besaba. Esta vez puso una pizca de magia en el beso y Spencer la sintió sobre sus labios. Gimió ante esa sensación arqueándose en la caricia de Aaron. Agarró la nuca de Aaron y lo mantuvo ahí, profundizando el beso. Se apartó por un momento y miró a Hotch a los ojos. Todo lo que vio fue amor y esa latente necesidad que había sido creada por el vínculo.
¿Puedes hacerlo más?—preguntó Spencer mientras Hotch comenzaba a desabrocharle los vaqueros. El mayor sonrió perversamente mientras besaba de nuevo a Spencer.
¿Hacer el qué?—murmuró al oído de Spencer mientras lamía el lóbulo de su oreja.
¿Esa cosa con tu magia?—preguntó Spencer casi tímidamente y Hotch quedó cautivado por el rubor que apareció en su rostro.
¿Te refieres a esto?—Hotch comenzó a besar el punto débil del cuello de Spencer que normalmente le volvía loco en el mejor de los casos, ahora sintió el hormigueo y el calor de la magia de Aaron fluyendo sobre él. Cerró los ojos y extendió las manos para acercar más a Hotch. Cuando sintió piel abrió los ojos y allí estaba su amante completamente desnudo. No iba a preguntar, no quería que la sensación de lo que Hotch le estaba haciendo se detuviera.
Hotch recorrió las manos por los costados de Spencer mientras soltaba más de su magia. En un momento dado, el joven estaba prácticamente ahogándose en una combinación de las emociones de Aaron y la magia vertiéndose sobre él.
A-Aaron—jadeó Spencer arqueándose una vez más contra Hotch—. Oh, joder—gritó cuando Hotch cogió su dura verga con la mano, pero no se movió, aunque fuera lo que fuera lo que estuviera haciendo, le estaba volviendo loco.
Spencer, quiero que envíes lo que sientes por el vínculo, ¿puedes hacer eso por mí, cariño?
S-sí. Aaron, ¿qué estás haciendo?—fuera lo que fuera, era increíble y a Spencer le temblaron las rodillas ante la calidez de la mano de Aaron alrededor de su erección, su traviesa boca aún mordisqueando y lamiendo su cuello y hombros mientras su mano libre le frotaba donde podía. Mientras tanto, Hotch estaba vertiendo su magia sobre Spencer. Sentía la agitación en sus muslos mientras el placer seguía volviéndole loco. Sabía que no iba a durar mucho más, no con Aaron manejándolo, empujándolo más y más hacia el orgasmo.
Spencer, déjame sentirte. No tengas miedo, déjate llevar y déjame sentir lo que sientes—la voz de Aaron era grave y ronca contra la oreja de Spencer. Se dejó llevar y dejó que todo lo que estaba sintiendo fluyera a través de él, el amor y el tortuoso placer que Hotch le estaba infligiendo al mismo tiempo. Supo cuando Hotch lo sintió porque sintió la verga de su amante presionar contra su muslo al mismo tiempo que esa caliente boca cubría la suya y antes de que pudiera detenerlo se estaba corriendo.
Hotch embistió contra Spencer un par de veces más y sintió su propio alivio. Apoyó la cabeza contra el hombro de Spencer, dándole pequeños besos mientras ambos comenzaban a bajar de la intensidad de lo que estaban sintiendo.
Wow—Spencer tragó saliva mientras sus brazos rodeaban a Hotch sosteniéndolo ahí por un momento más.
Es una forma de decirlo—Hotch rio con suavidad y se apartó finalmente. Se limpiaron rápidamente y se metieron en la cama. Hotch estaba sobre Spencer mirándole mientras su corazón se llenaba con tanto amor que era casi doloroso.
Te quiero, Spencer—cerró los ojos y sintió su amor ahí y no solo en lo profundo de su cabeza, sintió al joven a través de sí mismo.
Yo también te quiero, Aaron—Spencer sonrió y no pudo contener la felicidad que bullía y estallaba a través de él—. No vuelvas a convertirte en un gato jamás.
Aaron rio tan fuerte que cayó junto a Spencer, arrastrándolo encima de él.

No planeo hacerlo—recorrió los cabellos de Spencer con sus dedos y dejó que el joven se quedara dormido sobre él. Hotch supo en ese momento que este era el comienzo de un por siempre.

FIN

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