Título: Hazme un bebé
Fandom: Teen Wolf Pareja: Peter Hale x Stiles Stilinski
Autor: KiraH69
Género: Yaoi, Slash, Omegaverse
Clasificación: +18 Advertencias: lemon, mpreg
Capítulos: 4 (1 de 4)
Resumen: Peter quiere tener un hijo. Para un omega sin pareja como él la única opción es hacerlo a la manera tradicional. No quiere emparejarse, solo un alfa que lo deje embarazado, y Stiles parece el más apropiado.
Capítulo 1
Peter
quería tener un hijo.
Las
cosas en Beacon Hills llevaban casi un año tranquilas. De algún
modo, Derek había conseguido formar una manada pequeña pero estable
que ahora controlaba como era debido el territorio y las amenazas
eran cada vez menos frecuentes. Peter estaba aburrido. No quería un
hijo solo porque estuviera aburrido, claro. Quería rehacer su propia
familia, quería tener a alguien que lo quisiera incondicionalmente,
que lo necesitara, quería un vínculo de verdad, fuerte y brillante.
No podía tener nada de eso en la manada. Era cierto que, de vez en
cuando, acudían a él en busca de conocimiento, pero Peter aún se
movía en el extrarradio de la manada, incapaz de ser plenamente
aceptado.
Por
todo eso quería un hijo. Sin embargo, no podía emplear el método
que habría preferido, las clínicas de fertilidad no aceptaban
omegas sin emparejar como él; así que su única opción era que un
alfa lo fecundara a la vieja usanza. La cuestión era qué alfa. No
andaban precisamente sobrados de ellos en Beacon Hills y no quería a
un desconocido cualquiera. En realidad, ya tenía a alguien apropiado
en mente. Alguien inteligente, como quería que fuera su hijo o hija,
con una mente rápida, una moralidad flexible y deliciosamente
sarcástico. Su apariencia no estaba para nada mal tampoco, incluso
si era más delgado de lo que habitualmente eran los alfas. Peter
tampoco tenía el cuerpo propio de un omega así que podría
compensarlo.
Se
acercó una tarde a casa de los Stilinski y al encontrarse con ella
vacía entró en la habitación del chico por la ventana. No le
gustaba utilizar las técnicas de su sobrino, pero era mejor que
esperar en la calle. El olor de la habitación era un poco abrumador.
Olía a alfa, a excitación y a semen, pero también a ansiedad y
preocupación, todo ello envuelto en el olor particular de Stiles.
Por suerte, no había trazas de olor omega más que el residual de
los dos omegas de la manada. Sentía la urgencia de pasar las manos
sobre todas las superficies para marcarlas con su olor –estúpido
instinto–, pero resistió. Pronto escuchó el característico
sonido del jeep en la entrada y poco después los pasos de Stiles
subiendo las escaleras.
—¡Oh,
dios, Peter!—exclamó el
chico cuando abrió la puerta de la habitación, llevándose una mano
al pecho. Olía a café, a té y a dulces. Ese debía de ser el
trabajo que había cogido para ese verano—. ¿Cómo tengo que
deciros que no entréis a mi casa sin permiso?
—A
mí también me alegra verte—respondió sin darse por aludido.
—¿Qué
es lo que quieres, Peter?—preguntó mientras guardaba su portátil
en una mochila—. Tengo que ir a una reunión de la manada, a la que
tú también deberías ir, por cierto.
—Quiero
que me dejes embarazado.
Stiles comenzó a toser, atragantándose con su propia saliva. Peter
podía oír su corazón acelerado, incluso cuando sus latidos ya eran
más rápidos de lo habitual. Esperó pacientemente a que se
recompusiera, no tenía prisa (no mucha).
—¿Quieres
tener un hijo conmigo?—le preguntó el chico con una voz aguda y
una cómica expresión de sorpresa.
—No
exactamente, quiero tener un hijo tuyo,
plantéatelo como una inseminación artificial en persona o como te
resulte más sencillo, me da igual.
—Entonces...
quieres que te- te deje embarazado, pero no quieres que actúe como
padre del bebé. ¿Es eso?
—Exactamente,
eres un chico listo, por eso precisamente te he elegido a ti—su
tono fue algo más sarcástico de lo que pretendía, pero Stiles
estaba siendo un poco lento, aunque no podía reprochárselo dada la
situación.
—Lo...
Lo siento, no puedo hacer eso.
Esa no era la respuesta que Peter se esperaba. Por regla general los
alfas sin pareja estaban deseando esparcir su semilla por ahí,
especialmente si no tenían que asumir ninguna responsabilidad
después. Pero Stiles no era un alfa corriente, debía de haberse
esperado esto.
—¿Y
por qué exactamente no puedes hacerme este favor? Y ten en cuenta
que estoy utilizando la palabra favor, lo que quiere decir que te
debería una.
—Peter,
eso- eso no importa. No puedo tener un hijo contigo ni con nadie y
después desentenderme y no formar parte de su vida. La familia es
importante para mí, Peter, creo que ya lo sabes. Si alguna vez tengo
hijos quiero ser el mejor padre que pueda para ellos.
Peter suspiró con exasperación, por supuesto que Stiles le saldría
con algo así. Aunque no podía culparle por ello, lo comprendía
bien y esa fiereza con la que cuidaba de lo suyo era uno de los
motivos por el que le había caído bien desde el principio.
—Está
bien, me buscaré a otro. Aún tengo dos semanas hasta mi próximo
celo, no será difícil encontrar a alguien dispuesto—se dio la
vuelta y se marchó, esta vez por la puerta. No tenía ninguna
intención de humillarse suplicando.
En realidad sí era difícil. No había escogido a Stiles sin más,
previamente había barajado todas sus opciones y esta era la única
que le gustaba. Su lado omega ya se había decidido. Necesitaba un
hijo de Stiles y no aceptaría a ningún otro. Tan solo tenía que
encontrar la manera de convencer a Stiles.
Dos días después, Stiles entró como un vendaval en la
recientemente reconstruida casa Hale con el libro que Peter había
dejado en su habitación aquella noche en la mano, un antiguo tomo
sobre magia encuadernado en piel.
—¡Peter!—gritó
al verlo en el salón.
—¿Sí,
Stiles?—respondió con calma. Estaba sentado en su sillón con su
tableta en las manos, comprando cosas que necesitaría para el
embarazo. No vivía en la casa Hale, tenía su propio apartamento
(que pronto cambiaría por una casa), pero pasaba el suficiente
tiempo allí como para tener su propio sillón en el que nadie más
se atrevía a sentarse.
—Primero,
deja de entrar en mi casa sin permiso. Segundo, ¿qué es esto?
—Stiles,
te había tomado por un chico inteligente, no me decepciones.
El alfa puso los ojos en blanco y se dejó caer en el sofá como si
toda la energía lo hubiera abandonado de repente. Derek apareció en
la puerta con el ceño fruncido como de costumbre, mirando molesto a
Stiles.
—¿A
qué vienen los gritos?—le preguntó y después se giró a Peter—.
¿Qué has hecho?
—Ugh...
Nada, solo-
—Quiero
tener un hijo con Stiles.
La expresión en el rostro de Derek no tenía precio. Stiles se
cubrió la cara con las manos y suspiró.
—No
es- Espera. ¿Conmigo,
no de mí?
Derek probablemente pudo oír el cambio en sus latidos cuando Stiles
le miró con aquella expresión esperanzada, pero Peter lo negaría.
—Así
es. Si quieres formar parte de la vida del bebé me parece bien. Eres
un miembro más de la manada y probablemente la única buena
influencia que vaya a tener—respondió, encogiéndose de hombros
elegantemente.
—Peter,
por el amor de dios, es un crío.
—Es
un alfa mayor de edad que acaba de terminar el instituto y yo soy un
omega sin pareja, adinerado, con perfecta salud y con óvulos listos
para ser fecundados, comprobado. No veo el inconveniente—tan solo
había dicho aquello para ver la expresión de repulsión en el
rostro de su sobrino porque no le importaba lo más mínimo su
opinión.
—Entonces
esto... ¿que es?—preguntó Stiles esgrimiendo el libro e ignorando
por completo a Derek—. ¿Como un regalo de cortejo?
—Eso
es exactamente—respondió Peter con su más encantadora sonrisa.
—Sabes
que esto se supone que va al revés, ¿no? Debería ser yo el que te
cortejara—había una sonrisa en el rostro de Stiles mientras decía
esto.
—Soy
yo quien quiere tener un hijo. Además, nunca he sido muy
tradicional.
—Stiles,
no estarás planteándotelo en serio, ¿no?—le preguntó Derek
incrédulo, a lo que Stiles respondió encogiéndose de hombros—.
¡Stiles! ¿Qué crees que va a decir tu padre?
—¿Se
alegrará de que le dé nietos?—respondió con una sonrisa
inocente. Las cejas de Derek se juntaron aún más de lo que parecía
posible—. Vale, tal vez no le haga mucha gracia al principio, pero,
como ha dicho Peter, soy mayor de edad y puedo tener un hijo con
quien quiera.
—Stiles,
por favor, no te dejes manipular por Peter.
El omega le miró ofendido, para una vez que estaba haciendo las
cosas a la cara sin tramar nada por detrás, ¿cómo se atrevía a
cuestionarlo de ese modo? Pero no necesitó enfrentarse a Derek,
Stiles lo hizo por él.
—Hey,
no te equivoques—se levantó del sofá, colocándose
inconscientemente entre el alfa y su posible futura pareja—, Peter
no ha intentado manipularme, me ha dejado muy claro lo que quería y
deberías plantearte que es posible que yo quiera lo mismo.
—¿Qué
quieres decir?—preguntó como si aquello fuera algo impensable.
—Bueno,
uh... es posible que sienta algo por Peter desde que resucitó—confesó
con su rostro ruborizándose deliciosamente.
—Mientes.
Tu corazón ha saltado—le acusó Derek, mirando de reojo a Peter
con sospecha.
—Ugh...
Vale, puede que me guste desde antes de que lo mataras, pero no
puedes culparme. Eso de un omega siendo alfa no puede ser más sexy y
Peter aún tiene ese aire de alfa pero con olor a omega y uh...—se
aclaró la garganta algo avergonzado, seguramente porque sabía que
ambos lobos podían oler su excitación.
Derek levantó el labio superior en una mueca de asco y miró de uno
a otro.
—Os
odio—dijo finalmente antes de darse la vuelta y marcharse.
—Muy
maduro por tu parte, Derek—replicó Peter sin molestarse en alzar
la voz.
Stiles suspiró, relajándose sin la presencia del otro alfa. Se
volvió a sentar, esta vez en la esquina más cercana al sillón de
Peter. Colocó la mano sobre el brazo del sofá, sus dedos
contrayéndose como si quisiera adelantar la mano y tocarlo.
—¿Y
bien? ¿Aceptas mi cortejo?—le preguntó Peter con una sonrisa
coqueta.
Stiles le miró serio, claramente aún con dudas.
—¿Por
qué me escogiste a mí?—le preguntó casi con miedo.
Peter contuvo un suspiro. Tendría que ser sincero por una vez si
quería convencer a Stiles, el chico no caería por ningún truco de
seducción como los que habría usado con cualquier otra persona.
Además, después de todo, en este caso no había segundas
intenciones tras sus actos para variar.
—Eres
inteligente, el más inteligente en esta ciudad aparte de Lydia,
aunque tu inteligencia es más práctica que la suya. Además de eso,
eres leal y protector con quienes consideras tuyos. Te encaraste a un
alfa, lo rechazaste y le tiraste un cóctel molotov. No hay duda de
que también eres valiente. Y a pesar de todo lo que has sufrido aún
sigues aquí, cuidando de la manada. Ese era mi trabajo antes, ¿lo
sabías?—antes de que el fuego lo arrasara todo, antes de
que solo quedara el dolor y los vínculos rotos,
no lo dijo, pero sabía que Stiles lo comprendería igualmente—. Es
un poco frustrante en realidad. Las razones por las que te escogí
son las mismas por las que necesito hacer esto.
Stiles asintió como si lo comprendiera y tal vez lo hacía. Era
probablemente el único que podía.
—Si
me hubieras dicho que me encuentras increíblemente atractivo no te
habría creído—comentó con una risa despreciativa hacia sí
mismo.
—Oh,
créeme, no puedo esperar a ver ese cuerpo contoneándose debajo de
mí mientras te monto—le aseguró con una mirada lasciva y la
reacción del chico no le decepcionó. Un rubor se extendió por su
cuello, adentrándose en la camiseta, y su olor era... un poco
abrumador, conseguía que su cuerpo reaccionara ante el alfa.
Stiles se aclaró la garganta, apartando la mirada y recolocándose
en el asiento.
—Vale,
um... entonces, estaba pensando que podríamos hacer esto como se
debe, con un cortejo de verdad, por mi parte, aunque sea
exprés—sugirió tentativo.
—Pero
soy yo quien quiere esto, no necesitas cortejarme—respondió
confuso. No comprendía por qué tenían que pasar por todo eso
cuando podían saltar directamente a la cama y practicar hasta que
llegara su celo.
—Quieres
tener un hijo y aceptas que actúe como su padre, pero yo quiero que
me aceptes como tu pareja, no funcionará de otro modo. Quiero
demostrarte que puedo ser un buen alfa para ti, que puedo darte lo
que necesitas y no hablo solo de un hijo. Puede... puede que todo lo
que diga Derek de mí y más sea cierto, pero creo que puedo ser un
buen alfa para ti. O eso me gustaría. Sé que soy muy joven, pero-
—Nunca
he pensado en emparejarme—le interrumpió Peter antes de que
siguiera divagando por los nervios—. Claro que nunca había
conocido un alfa que creyera que un omega ejerciendo de alfa fuera
sexy. Puedo darte una oportunidad. Tienes once días para
conquistarme—le dijo con un guiño y no pudo contener una pequeña
sonrisa cuando el rostro de Stiles se iluminó.
—¡Genial!
Aunque no pienso pedirle permiso a Derek, no se lo merece.
—Vas
por buen camino—respondió asintiendo. No le habría gustado nada
si lo hubiera hecho. Aunque por tradición se tuviera que pedir
permiso para cortejar al alfa principal de la familia (y, en este
caso, de la manada), Peter no reconocía a Derek como tal y jamás
pediría su permiso para nada. Stiles lo comprendía y no le daba a
Derek más crédito del que merecía.
Me encantó
ResponderEliminar