Título: El Demonio Castigado y el Íncubo
Fandom: The Map of Tokyo Savage
Pareja: Original ♥ Konome y más...
Autor: KiraH69
Género: Shota-Yaoi
Clasificación: +18
Advertencias: Lemon
Capítulos: 16 (7 de 16) Primer Libro
Resumen: A un poderoso demonio lo han castigado por un pecado del pasado quitándole sus poderes y prohibiéndole disfrutar. Pero un íncubo, demonio que se alimenta de sexo, es demasiada tentación. Los personajes (salvo el demonio castigado que es original mío) están sacados del manga yaoi Tokyo Yaban no Chizo (The Map of Tokyo Savage) del mangaka Dr. Ten.
Por la tarde Takashi regresó a
la casa de té y se sentó a hablar con Katsuragi.
—Bueno, ¿Qué? ¿Has
encontrado ya una solución?—preguntó tomando un sorbo de su taza.
—Aún no.
— ¿Tan difícil es quitarle
una maldición?
—Lo difícil no
es quitarle la maldición, sino evitar destruir a Kuroichi en el
proceso—le explicó mientras preparaba un chocolate para el
pequeño—. ¿Uh? ¿Dónde está Konome?
El pequeño íncubo había
entrado en la habitación de Hageshii sin poder esperar más.
— ¿Hagii? despierta Hagii—le
decía lamiendo su rostro.
Al ver que no reaccionaba siguió
besándole para intentar despertarle, aquella era la única manera
que conocía para hacerle reaccionar. Le quitó la camisa y lamió
mordisqueando los pezones, jugando con ellos. Se quitó la sudadera
quedando desnudo y también desnudó al otro, frotando su cuerpo
contra el del moreno. Siguió bajando con su lengua hasta su miembro,
metiéndoselo en la boca. Le sorprendió que por mucho que lo lamía
no reaccionara. Chupó sus propios dedos y comenzó a lubricar su
entrada. Cuando se había dilatado lo suficiente se penetró con el
miembro aun flácido de Hageshii.
— ¡Nya! Hagii,
despierta—gemía el íncubo frotándose contra el moreno.
El miembro de Hageshii comenzaba
a ponerse duro en el estrecho interior del pequeño. Konome se movía
con mayor intensidad sintiendo como, lo que invadía su interior,
aumentaba de tamaño.
—Konome ¿estás
aquí?—Shinohara y Katsuragi entraron en la habitación y ambos se
quedaron con la boca abierta.
Konome estaba sentado sobre
Hageshii y este lo sostenía por los muslos, embistiéndole con mayor
intensidad cada vez. El íncubo gemía y agitaba las colas sintiendo
gran placer, abrazándose al cuello de Hageshii. El pequeño se vino
entre los vientres de ambos soltando un delicioso gemido que hizo
llegar también al éxtasis al mayor, que se vino en su interior.
Hageshii abrazó al pequeño fuertemente con lágrimas en los ojos.
— ¡O-oye! Hageshii, ¿ya...
estás bien?—preguntó Takashi entrando en la habitación.
—Am... Sí, creo que Konome ha
hecho desaparecer la maldición—contestó acariciando el rostro del
pequeño.
—Vaya, quien iba a pensar que
ese íncubo tuviera el poder para hacer algo así—exclamó
Katsuragi sorprendido desviando la mirada de los dos cuerpos
desnudos.
—Sí, cada vez
me sorprende más—Takashi sonreía sin dejar de observar—.
¿Hageshii, que tal si nos explicas qué es lo que te ha pasado?
—Esto... bueno... supongo que
os debo una explicación. Veréis...
FLASH BACK
Hageshii estaba muy cabreado con
Shinohara, odiaba que lo hubiera podido manipular con tanta
facilidad. Sin darse cuenta había llegado andando hasta una
explanada. No sabía porqué estaba allí pero se quedó de pie sin
moverse.
— ¿Has disfrutado?—una voz
salida de la nada se escuchó en aquel lugar.
—Batsu... yo...
yo no quería—se había puesto nervioso y no sabía qué hacer—.
Yo sólo lo hice para ayudar a Konome. No quería disfrutar, lo juro.
— ¿Lo juras? ¿De qué sirve
el juramento de un demonio como tú? has incumplido tu condena y
ahora debes pagar por ello. Tendrás un castigo por lo que has
hecho—el tono de aquella voz era de furia, cualquier otro habría
temblado de miedo.
—No, por favor,
perdóneme—suplicó desesperado.
—Sabes que no puedo hacer eso.
Durante un mes te privaré de tus sentidos. No podrás ver, oír,
oler, saborear ni sentir nada con tu piel. Por haber disfrutado y así
incumplido tu condena ya no podrás sentir nada durante un mes.
FIN FLASH BACK
—Y eso fue lo que pasó—acabó
de explicar el joven.
—Vaya, sí que
te has extendido mucho—dijo sarcástico Takashi—. ¿Qué tal si
nos explicas algo más sobre eso de tu condena y ese demonio?
—No. No voy a
explicar nada más. No es de vuestra incumbencia—respondió
vistiendo al pequeño con la sudadera. Konome intentó besarle pero
Hageshii lo puso en el suelo y lo apartó de si—. Lo siento
chiquito pero no puedo tener nada contigo, mucho menos después de
todo lo que ha pasado por culpa de ese estúpido de Shinohara.
— ¡Oye!—exclamó Takashi
aludido.
— ¡Cierra el pico! Por tu
culpa he estado a punto de quedarme durante un mes sumido en esa
horrible oscuridad. Como vuelvas a hacerme algo así te juro que
acabo contigo aunque sea lo último que haga—le amenazó Hageshii
con rostro serio.
—Entendido, no haré que
disfrutes más.
—Eso es. Ahora voy a regresar
a los dormitorios, mañana hay que madrugar.
—Kuroichi, ¿no preferirías
quedarte en esta habitación? creo que sería más seguro ¿no
crees?—le propuso Katsuragi.
—Um... sí, creo que será
mejor. Entonces voy a recoger mis cosas y a avisar.
—Es cierto, tendrás que
decírselo a tu familia, bueno, a la familia de Akatsuki.
—Eso no es necesario, no tiene
familia.
— ¿Entonces cómo sobrevives?
¿De dónde sacas el dinero para las cosas?—preguntó el ojiverde
extrañado.
—Soy mangaka, no gano mucho
dinero pero el suficiente para vivir. Por cierto ¿y tú quién
eres?—ahora que lo pensaba no conocía a ese hombre.
—Me llamo Katsuragi Kira, soy
el dueño de la casa de té sobre la que estamos y también soy el
casero de estas habitaciones.
—Encantado de conocerte, yo
soy Kuroichi Hageshii.
—Ya vale de presentaciones. He
decidido que yo también me vengo a vivir aquí—dijo sonriente
Takashi.
— ¿Y eso? estabas muy
contento con vivir en los dormitorios del colegio—Katsuragi le miró
sospechando.
—Bueno, aquí es más fácil
estar con Konome, no tengo que preocuparme de que le descubran,
además si tengo que ir a trabajar hay otros para alimentarlo.
— ¡Te he dicho que yo no voy
a hacerlo!—le gritó Hageshii.
—No me refería a ti si no a
Katsuragi.
— ¿Tú también?—le miró
con cara de desagrado.
—Solo si es extremadamente
necesario. Yo no soy un pervertido como Shinohara.
— ¡Oye!
— ¡Agh! pobre
Konome.
Continuará...
Pobre konome >.< a ver que pasara. Yo quiero que hagan el trio :Q____
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