NO DOY PERMISO para publicar ninguno de mis fanfics en ninguna plataforma.

El Demonio Castigado y el Íncubo 1 [cap.5]


Título: El Demonio Castigado y el Íncubo
Fandom: The Map of Tokyo Savage
Pareja: Original ♥ Konome y más...
Autor: KiraH69
Género: Shota-Yaoi
Clasificación: +18
Advertencias: Lemon
Capítulos: 16 (5 de 16) Primer Libro
Resumen: A un poderoso demonio lo han castigado por un pecado del pasado quitándole sus poderes y prohibiéndole disfrutar. Pero un íncubo, demonio que se alimenta de sexo, es demasiada tentación. Los personajes (salvo el demonio castigado que es original mío) están sacados del manga yaoi Tokyo Yaban no Chizo (The Map of Tokyo Savage) del mangaka Dr. Ten.

A la mañana siguiente, tras apenas haber dormido por el intenso calor que tenía su cuerpo y la incómoda postura en la bañera, Hageshii salió del cuarto de baño y se fue a vestir. Soltó un par de estornudos, probablemente se había resfriado durmiendo semidesnudo y empapado en la bañera. Pero aquel no era su mayor problema, tenía que pensar que iba a hacer con Konome si Shinohara no aparecía pronto. Escuchó unos gemidos de parte del pequeño, se dio la vuelta y vio su rostro sonrojado. Se acercó rápidamente a él y le tomó la temperatura.
—Konome estás ardiendo—la temperatura del pequeño era muy alta—. ¿Chiquito que te sucede?
Hageshii estaba desesperado, no sabía que hacer. Salió rápidamente a por hielo. Se lo puso en la frente al pequeño, envuelto en un pañuelo. Konome parecía muy débil y estaba sufriendo.
—Dime que te ocurre por favor—el joven se sentía impotente, no sabía que hacer.
—Co-comida—gimió el pequeño sin abrir los ojos.
Hageshii se quedó paralizado por unos momentos.
—"Está así por no comer, necesita comida o sino se pondrá peor y ese bastardo de Shinohara aun no regresa"—el moreno se sentó junto a Konome y le besó como la noche anterior esperando que eso le mejorara—. "Konome por favor, tienes que ponerte bien".
Al medio día el íncubo no había mejorado, incluso estaba peor. Hageshii ya estaba desesperado, si seguía así sufriría mucho.
—Ya no me queda otra opción—no quería hacer aquello pero no le quedaba de otra, no soportaba ver sufrir de ese modo al pequeño.
Quitó la sudadera al pelinegro y se tumbó a su lado. Comenzó a besar su cuerpo y a lamerlo suavemente, acariciando su pecho y su cintura. Hageshii no podía negar que aquello le excitaba mucho y le resultaba muy placentero, pero debía centrarse en curar al pequeño. Lamió y mordisqueó suavemente sus rosados pezones. El pequeño gemía y agitaba sus colas sintiéndose poco a poco mejor. El moreno siguió bajando hasta llegar al miembro erecto del pequeño. Comenzó a besarlo y lamerlo, se lo metió en la boca y siguió acariciándolo con la lengua.
— ¡Ah! ¡Hagii!—el pequeño se vino en la boca del mayor quien saboreó el jugo.
—Konome ¿estás mejor?—le preguntó pero el pequeño seguía con fiebre y no había mejorado mucho.
Hageshii levantó las piernas del pequeño y lamió su entrada lubricándola. Metió un dedo y para su sorpresa le resultó muy estrecho, lo movió despacio, no quería hacerle daño. Besó sus labios mientras introducía otro dedo.
—Hagii... ¡más!—gemía el pequeño.
La mente de Hageshii comenzaba a nublarse, aquel otro ser con el que compartía cuerpo deseaba salir, deseaba probar a ese tierno niño. Pero Hageshii no lo podía permitir, Akatsuki haría demasiado daño a ese pequeño que tanto quería. El joven luchaba doblemente por no hacer daño al pequeño, tratarlo con delicadeza y no permitir que Akatsuki dominara su cuerpo. Tras haberlo dilatado lo suficiente se posicionó para penetrarlo.
—Konome... voy a hacerlo ahora. Si te duele dímelo ¿Vale?—esperó a que el pequeño afirmara con la cabeza para comenzar a penetrarlo despacio.
El íncubo gemía y se estremecía disfrutando de aquella delicadeza que le brindaba Hageshii, muy diferente a cuando lo hacía con Takashi.
— ¡Ah! ¡Hagii más! ¡Más dentro!—el pequeño se abrazó al moreno empalándose él mismo hasta más de la mitad de su miembro.
—Ko-Konome ¿estás bien?—preguntó Hageshii muy preocupado abrazándole tiernamente.
—Sí, Hagii, sigue, más comida—contestó lamiendo los labios del mayor.
Kuroichi comenzó a moverse despacio en su estrecho interior. Llegó a ese punto que hacía vibrar al pequeño y lo embistió con algo más de fuerza. Lamió la saliva que caía por la comisura de los labios del pelinegro y jugó con su lengua. Hageshii masturbó al pequeño hasta que se vino en su mano y luego se dejó ir en su interior sabiendo que no podría soportar más aquel placer y si tardaba más tiempo se volvería loco y no podría evitar hacerle daño. Salió de su interior y se tumbó a su lado. Observó el líquido que tenía en su mano y saboreó la semilla del pequeño, intentando calmarse.
—Hagii, más comida—le pidió Konome sentándose sobre él con mucha mejor cara.
— ¿Más? Konome estoy agotado. No solo tengo que darte de comer a ti con toda la energía que absorbes sino que también tengo que luchar para que Akatsuki no salga y para no hacerte daño—le dijo acariciando su rostro.
Konome puso morritos y lamió su rostro como un gatito. Siguió lamiendo bajando por su pecho hasta llegar al miembro que aun estaba duro.
— ¡Ah! Konome, no hagas eso—quiso apartarle pero su cuerpo no le obedecía, era demasiado placentero sentir la pequeña lengua del íncubo sobre su miembro.
Konome parecía disfrutar con el falo de Hageshii en su boca y lo lamía como si fuera una de sus piruletas. Cuando estuvo listo de nuevo, Konome se sentó sobre el miembro de Hageshii y comenzó a moverse devorándolo con ansia.
— ¡Aaah! está bien, una vez más pero no agotes toda mi energía—le dijo dejando hacer al pequeño, disfrutando de la linda vista que tenía.
Al día siguiente, tras haber hecho el amor un par de veces más en la noche, Hageshii despertó abrazado a Konome, sin apenas tener fuerza para abrir los ojos. El pequeño le abrazó más fuerte y lamió su rostro.
—Humm... ¿Cómo te encuentras Konome?—le preguntó acariciando sus orejas.
—Bien, Hagii es buena comida—contestó sonriente.
—Vaya, parece que os habéis divertido—Takashi acababa de entrar en la habitación con una gran sonrisa.
—T-t-t-tú. Bastardo, hijo de puta. ¿Por qué no has vuelto antes?—gritó Hageshii intentando levantarse inútilmente.
—Bueno, esperaba que disfrutaras con ese nene—contestó el mayor sin dejar de observarles.
—Oye Konome—Hageshii le susurró unas cosas al oído del pequeño.
El íncubo se acercó a Takashi y, sin que este se lo esperara, le dio un puñetazo en la entrepierna. El mayor cayó de rodillas con un gesto de dolor en la cara.
— ¿L-le has d-dicho tú q-que haga esto?—preguntó mientras la cabeza le daba vueltas.
—Te lo mereces imbécil. Ven aquí chiquito, abrázame—Konome se metió enseguida bajo las sábanas y se abrazó al joven—. Y tú, pedazo mendrugo, en cuanto me recupere te vas a enterar ¡LÁRGATE DE AQUÍ!
—Vaya, yo que pensé que después de tener sexo sería más amable y es todo lo contrario. Qué lástima—pensó el mayor saliendo de la habitación.

Continuará...

1 comentario:

  1. Kyaaa *,,* Gracias jojojojo ahora falt el trio. Ser la bomba. *Risa pervertida.*

    Esperare la continuacion pronto~~

    ResponderEliminar