Título: El Demonio Castigado y el Íncubo
Fandom: The Map of Tokyo Savage
Pareja: Original ♥ Konome y más...
Autor: KiraH69
Género: Shota-Yaoi
Clasificación: +18
Advertencias: Lemon
Capítulos: 16 (3 de 16) Primer Libro
Resumen: A un poderoso demonio lo han castigado por un pecado del pasado quitándole sus poderes y prohibiéndole disfrutar. Pero un íncubo, demonio que se alimenta de sexo, es demasiada tentación. Los personajes (salvo el demonio castigado que es original mío) están sacados del manga yaoi Tokyo Yaban no Chizo (The Map of Tokyo Savage) del mangaka Dr. Ten.
Hageshii estaba muy nervioso.
Andaba de un lado a otro de la habitación y se frotaba las manos sin
saber que hacer.
—Oye Hageshii ¿Qué te
sucede? tengo que dar de comer a Konome ¿O es que quieres mirar, o
mejor, participar?
—Cállate, no estoy de
humor—le contestó lanzándole una mirada de advertencia.
— ¿Qué te sucede? Nunca te
había visto así.
—Me conoces hace menos de dos
semanas, apenas nos vemos un rato por la tarde ¿Por qué ibas a
haberme visto así?
—Tío, pareces una mujer
histérica—dijo el exorcista poniendo morros.
— ¡Ugh! No me
queda de otra que contárselo, ya es muy tarde—masculló Kuroichi.
— ¿Contarme el qué?—preguntó
curioso.
El joven lo miró un momento
después abrió el armario y sacó de su maleta cuatro pares de
esposas mullidas.
— ¡Hey, no me digas que te va
ese rollo!—exclamó el mayor sonriente.
—No digas
idioteces—Hageshii se tumbó sobre la cama y esposó sus pies y sus
muñecas a las barras de esta—. Pase lo que pase, diga lo que diga
esta noche no me sueltes ni te acerques a mí y mucho menos dejes que
Konome lo haga, hasta que amanezca. Como eres un exorcista supongo
que serás fuerte así que no dejes que salga de esta habitación,
rómpeme algún hueso si es necesario, aunque procura que no sea del
brazo derecho.
—Pero... ¿de qué va
esto?—Takashi no entendía nada.
—Lo sabrás en unos momentos,
ya va a salir la luna—dijo observando a través de la ventana.
— ¿Hagii?—el íncubo se
acercó a él y se puso sobre la cama.
—Konome, aléjate, esta noche
no te acerques a mí por nada ¿de acuerdo?
—Hum!—el pequeño afirmó
con la cabeza.
Cuando la luna salió Hageshii
se sumió en un sueño que no pudo controlar. Pocos minutos después
Hageshii abrió los ojos y se desperezó. Al sentir las esposas
intentó soltarse.
—Bastardo, para
una noche que salgo me ha tenido que esposar a la cama—mascullaba
malhumorado—. Oye tú ¿Qué tal si me quitas esto y nos divertimos
un rato?
—Me dijiste que no te lo
quitara dijeras lo que dijeras.
—Estúpido
Hageshii ¿Por qué tiene que joderme tanto?—decía para si—.
Bueno, ¿entonces que tal si jugamos un poco?
En su entrepierna comenzaba a
notarse un bulto que aumentaba por momentos.
— ¿Quién eres?—preguntó
Takashi sujetando a Konome para que no fuera.
— ¿Quién soy? pues Hageshii,
¿Quién voy a ser?—sonreía perversamente observando al pequeño.
—No te hagas el tonto, eres un
demonio que ha poseído el cuerpo de Hageshii ¿cierto?
—Más bien ha sido al revés
pero eso no importa. ¿Así que tú sabes de estas cosas? y por lo
que veo ese chiquito también.
—No pretendas nada, Hageshii
nos dijo que ni Konome ni yo nos acercáramos a ti.
—Vaya, que lástima. Estúpido
Hageshii—aquel chico que estaba en el mismo cuerpo de Kuroichi se
retorcía intentando liberarse de las esposas.
De pronto cayó dormido y al
abrir los ojos parecía haber vuelto a ser Hageshii.
—Ah... al fin. Ya se ha
ido—decía con aspecto cansado.
— ¿Ya eres Hageshii?—preguntó
Takashi
—Sí, ese otro tan solo sale
unos momentos en luna llena, a veces está toda la noche y otras tan
solo unos minutos. Ah... siempre acabo así—dijo retorciéndose
mirando su entrepierna.
— ¿Quieres que Konome te
ayude?—preguntó el exorcista acercando al pequeño.
—Sí, por favor, no puedo más,
es muy doloroso.
—Lo has
intentado pero no te ha funcionado—dijo dejando a Konome a un lado
y acercándose al joven cogiéndole por el mentón—. Sé que no
eres Hageshii, yo no soy un tipo normal, no me puedes engañar tan
fácilmente.
— ¡Bastardo, no te burles de
mí! ¡Suéltame ahora mismo! ¡SUÉLTAME!—tiró tan fuertemente de
las esposas que rompió el barrote de la cama pudiendo soltar sus
manos.
El mayor se lanzó sobre él y
agarró sus manos a la espalda inmovilizándolo. El poseído
intentaba soltarse pero la fuerza del mayor era demasiado para él.
Cuando amaneció volvió a caer en ese sueño, al despertar sus manos
estaban atadas por un cinturón a la cabecera de la cama.
—Shinohara suéltame ¿Por qué
estoy atado con un cinturón? ¡Suéltame ya!—le gritó Hageshii.
—Claro ¿pero no prefieres que
antes te baje eso?—puso a Konome sobre las piernas del joven.
— ¿Q-qué haces?
apártale—decía Hageshii intentando soltarse.
Konome bajó los pantalones de
Hageshii y acercó su rostro a la entrepierna. Acarició su miembro a
través de la tela de los calzoncillos mientras Hageshii se retorcía
a punto de entrar en pánico intentando apartarse del pequeño.
— ¡¡SHINOHARA APÁRTALO!!
¡¡¡POR FAVOR NO DEJES QUE LO HAGA!!! ¡¡¡PARA!!!—de la tensión
estaba a punto de echarse a llorar.
Al final Shinohara sonrió y
cogió a Konome poniéndolo en la otra cama.
—Cálmate, tenía que
comprobar si eras tú—le decía mientras lo desataba.
— ¡¡¡PUES
VAYA FORMA DE HACERLO!!! ¡¡¡SI NO ME HUBIERA NEGADO LE HABRÍAS
DEJADO HACÉRMELO!!!—gritaba furioso.
—Claro que no, ya lo hice con
ese otro y en cuanto aceptó aparté a Konome.
— ¡Serás
idiota!—le dio un puñetazo en la cara y después se retorció por
el dolor que sintió en sus brazos—. ¿Pero qué coño me has
hecho, por qué me duelen tanto los brazos?
—Bueno, te soltaste de las
esposas y tuve que agarrarte yo.
—Imbécil ¿Tengo
que recordarte que necesito los brazos para dibujar?
—No hace falta que me des las
gracias por haberte ayudado—dijo sarcástico.
Sin escucharle Hageshii se quitó
las esposas y fue rápido al baño.
— ¡Mierda! estoy más
caliente de lo normal.
Se metió en la ducha sin
siquiera quitarse la ropa y abrió el grifo del agua fría. Pero no
servía de nada, aquello de su entrepierna no se le bajaba. Se quitó
los pantalones y comenzó a masturbarse. En su cabeza solo aparecía
la imagen de Konome sobre su entrepierna y sus dedos acariciando su
erección y cada vez se excitaba más. ¿Por qué tan solo podía
pensar en ese niño y en su pequeño y precioso cuerpo?
—Oye Hageshii,
¿quieres que te eche una mano?—le dijo Takashi a través de la
puerta cerrada—. ¿O prefieres que lo haga Konome?
—Quiero comer a Hagii—dijo
el pequeño.
Escuchar aquella dulce voz y
esas palabras provocó que Kuroichi se viniera con un incontrolado
gemido que los otros dos pudieron escuchar a la perfección.
—Jeje, parece que ya no
necesita ayuda—Takashi se tumbó en la cama para dormir después de
haber pasado toda la noche en vela.
Cuando Hageshii salió del baño
con solo una toalla a la cintura se encontró a Konome en la puerta,
quien le miró con cara suplicante.
— ¿Qué te pasa?—le
preguntó cogiéndole en brazos.
—Debe tener hambre, anoche no
comió—le contestó Takashi.
—Entonces dale de comer—le
sentó encima a Konome y sacó su ropa del armario.
— ¿Vas a mirarnos?—dijo
pícaro.
—No insistas con eso ¿Cuántas
veces tengo que decirte que no? yo me meteré al baño.
Hageshii cerró la puerta y
enseguida comenzaron a escucharse los gemidos de placer de Konome y
Takashi.
—Joder, después de habérmela
bajado ahora me estoy poniendo duro otra vez. ¿Por qué coño deseo
tanto verlos? Ese gilipollas me va a volver un pervertido.
Tras un rato los tres se
vinieron casi al unísono. Hageshii salió vestido con la cara
sonrojada y se metió directamente en la cama.
— ¿No vas a ir a clase?—le
preguntó Takashi con Konome en brazos.
—Estoy muy cansado.
—Entonces duerme. Cuando
despiertes tienes que explicarme muchas cosas.
Por la tarde Hageshii fue a
comprar unos sándwiches y algunos dulces para los tres. Se sentó en
la cama y Konome se lanzó sobre él a por una chocolatina.
—Tranquilo, tranquilo, aquí
tienes, de las que más te gustan—le dijo Kuroichi, dándole una
tableta de chocolate con leche y blanco.
—Le mimas mucho—dijo Takashi
cogiendo un sándwich.
—Como al niño que es—contestó
Hageshii acariciando sus orejas de gato.
—Ya, bueno. ¿Qué tal si
ahora me explicas lo que pasó anoche?—el mayor se sentó en la
cama dispuesto a escuchar.
—El que apareció anoche se
llama Akatsuki, comparto el cuerpo con él aunque solo sale las
noches de luna llena y a veces cuando tengo sexo. Está obsesionado
con el sexo como has podido ver. Ya está—explicó sin muchas
ganas.
—De "ya está" nada.
Tienes más que explicarme. Le pregunté a ese Akatsuki que si era un
demonio que había poseído tu cuerpo pero me dijo que era al revés.
Explícame eso.
—Pues eso, que el demonio soy
yo y poseí este cuerpo hace alrededor de un año. Si vas a matarme
hazlo rápido—Hageshii cerró los ojos fuertemente esperando a que
Takashi actuara.
— ¡No, no quiero que Hagii
muera!—dijo Konome abrazándose a su cuello.
—No te preocupes Konome. No me
pareces un demonio malo así que si me explicas porqué lo has hecho
tal vez me lo piense.
—Hace un año este chico
sufrió un accidente y estuvo a punto de morir y yo estaba
desesperado por encontrar un cuerpo así que le poseí. Si no llega a
ser por eso él habría muerto aunque ahora se queje por no poder
salir más que una noche al mes.
— ¿Y cuales son tus poderes
como demonio?—preguntó pensativo.
—Tan solo poseer cuerpos,
aunque no podré volver a hacerlo hasta que este muera y tampoco me
interesa.
— ¿No tienes ningún otro
poder?—preguntó decepcionado.
—No, ninguno.
— ¿Matas humanos?—en ese
momento estaba muy serio.
—No, no me gusta hacer eso, no
soy un asesino, tengo demasiada conciencia.
— ¿Conciencia un demonio? eso
es extraño pero por como te has comportado hasta ahora me lo creo.
—Entonces...—tenía la
esperanza de que le perdonara la vida.
—Mientras no mates a nadie
podrás seguir viviendo le dijo sonriente.
Hageshii suspiró aliviado.
Konome sonrió y se abrazó al joven lamiendo su rostro. Por una vez
Kuroichi aceptó el cariño del pequeño y le devolvió el abrazo.
Continuar...
OMG.. eso si que no me lo esperaba *,,* Espero la continuación bien pronto~~
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