Título: Tú, yo y el Nemeton
Fandom: Teen Wolf Pareja: Peter Hale x Stiles Stilinski
Autor: KiraH69
Género: Yaoi, Slash
Clasificación: +18 Advertencias: lemon, violencia y todo tipo de parafilias
Capítulos: 13 (13 de 13) FIN
Resumen: AU: las criaturas sobrenaturales son conocidas, pero no están necesariamente integradas en la sociedad. Es todo tan nuevo que las leyes aún no están desarrolladas para ellos y no todas las criaturas son aceptadas entre los humanos.
Con una manada consistente tan solo en su sobrino y él, tras haber vengado el asesinato de su familia por parte de cazadores furtivos, Peter se encuentra con un joven vampiro que trata de mantener en secreto lo que es por el bien de la carrera de su padre, el sheriff. Pero intentar vivir como un humano cuando ya no lo es resulta tarea imposible para Stiles, especialmente cuando el Nemeton se mete de por medio.
Capítulo 13
A
mitad de semana, Erica se acercó a Stiles cuando sonó el timbre a
la hora del almuerzo. Stiles maldijo por dentro, tendría que fingir
comer y, sobre todo, malgastar dinero en comida que se iba a
desperdiciar. Aún tenía que ahorrar para reparar el jeep. Se sentó
en una mesa vacía frente a Erica con una plato de palitos de
pescado.
—He...
he decidido aceptar, transformarme—le dijo, jugando nerviosa con su
pelo.
Stiles
sonrió, esperando resultar tranquilizador.
—Me
alegro, creo que es una buena decisión. Este domingo es luna llena
así que será mejor que esperemos a que pase para que tengas tiempo
para adaptarte a tus nuevos poderes antes de enfrentarte a eso, sabes
que las primeras lunas llenas pueden ser algo difíciles para
mantener el control.
—No
quiero hacer daño a nadie.
—No
se lo harás. Tu alfa estará allí para cuidar de ti y asegurarse de
ello. Precisamente esta luna llena otro hombre lobo nuevo va a pasar
la noche con él para aprender a mantener el control. Una vez que
tengas el control de tu transformación, tu vida no será muy
diferente de la de cualquier humano, sentidos más agudos y mayores
habilidades físicas, pero podrás seguir llevando una vida normal de
adolescente.
—Querrás
decir que por fin tendré una vida normal de adolescente. No más
ataques de epilepsia, no más miedo a morir en el siguiente ni a que
me graben en vídeo y lo difundan por Internet—había lágrimas en
sus ojos, pero una sonrisa en sus labios.
—Exacto.
Vivirás como quieras vivir, sin miedo.
Cuando
regresó el viernes a casa por la noche y se encontró a su padre en
la mesa de la cocina con un vaso de whisky en la mano y la botella a
su lado no fue realmente una sorpresa. Le sorprendía más que no
hubiera acudido antes a la botella. No le gustaba, no quería
recordar aquella época, pero sabía que era inevitable con todo lo
que estaba pasando. Podía oler el enfado y el disgusto por debajo
del olor a alcohol, aunque no necesitaba supersentidos para
reconocerlos.
—Siéntate—le
dijo sin tan siquiera levantar la mirada del vaso.
Stiles
se sentó, resignado a soportar lo que quiera que estuviera por
llegar. No quería molestar más a su padre, prefería que dejara la
botella mientras aún estaba consciente.
—Melissa
me ha llamado.
Mierda.
—Dice
que ha hablado con el nuevo alfa de Beacon Hills, cita que
organizaste tú. Quería saber qué opinaba de él, si sería un buen
alfa para Scott.
Era
horrible cuando Noah daba rodeos al comenzar una discusión, ambos
sabían perfectamente a dónde llevaba eso.
—Sí,
papá, Peter Hale es el nuevo alfa de Beacon Hills y sí, he estado
haciendo de mediador para que Scott se una a su manada—confesó
para no alargar más aquello.
—Es
un asesino en serie, Stiles—le dijo pasmado.
—Te
has olvidado el presunto ahí, papá.
—Incluso
si no puedo probarlo, sabes tan bien como yo que mató a esas
personas. Es un asesino en serie.
—Y
las personas a las que presuntamente mató eran santos, ¿verdad?
—Stiles-
—No,
escúchame, papá. Sabes tan bien como yo que esa gente se lo
merecía. Habían matado a su familia y la justicia no había hecho
nada para hacerles pagar por ello. Si los mató, lo que no se puede
probar, como bien has dicho, nadie puede culparle por haber querido
vengar a su familia. Yo habría hecho lo mismo—ignoró la expresión
en el rostro de su padre. Quería pensar que incluso el sheriff haría
lo mismo si algo así le sucedía a él.
—¿Laura
Hale también se lo merecía?
—Si
fue él quien la mató, lo cual no sabes, era asunto de la manada y
las leyes humanas no tienen jurisdicción ahí y tú tampoco.
—¿De
verdad quieres que Scott esté en la manada de ese hombre?
—Quiero
que Scott regrese a Beacon Hills, quiero que tenga un alfa que le
ayude a controlarse antes de que acabe haciéndole daño a alguien o
incluso matando. Quiero a mi amigo de vuelta y sé que Peter Hale
será un buen alfa para él porque yo personalmente me aseguraré de
ello. No le tengo miedo a ese hombre, no puede hacerme ningún daño
y él lo sabe. No le hará ningún daño a Scott porque sabe que le
mataré si lo hace. Y tampoco tendrás jurisdicción ahí. Sé que no
te gusta, pero no me importa. Puedes decirle lo que quieras a
Melissa, pero te advierto que si por tu culpa no recupero a mi
hermano no te lo perdonaré jamás.
Se
levantó y subió a su habitación, evitando dar un portazo para no
romper la puerta. Estaba sorprendido consigo mismo, nunca le había
hablado así a su padre, pero ya no podía soportarlo más. Vivir una
mentira fingiendo ser lo que no era ante todo el mundo era una
tortura; hacerlo además solo, sin su mejor amigo, sin un solo amigo,
le estaba destrozando por dentro poco a poco.
La
luna estaba regia en el cielo, sin nubes que les privaran de su luz.
Peter alzó la cabeza e inspiró profundamente. El olor de otros a su
alrededor: de su sobrino, su sangre, su beta; de su primer y único
transformado, su futuro beta; de su... de Stiles
–ese
nombre llevaba ya consigo más de lo que podía expresar con
palabras–. El olor de su manada, o futura manada. Hacía tanto
tiempo que no pasaba una luna llena en manada que, incluso en estas
circunstancias, era agradable.
Y
estas circunstancias eran un hombre (o adolescente) lobo
descontrolado.
Stiles
tenía a Scott sujeto contra un árbol con una sola mano. Su brazo
estaba sangrando, lleno de arañazos, también había algunos en su
rostro y su pecho. Scott no dejaba de rugir y blandir sus garras, sus
ojos brillando amarillos. Estaba totalmente fuera de control.
—¿Qué
hacemos, Peter? Lleva ya horas así y no parece mejorar nada—le
dijo exasperado.
—Tiene
que encontrar su ancla—respondió tranquilamente. Había visto esto
muchas veces, no estaba preocupado. Tan solo quería disfrutar de la
noche.
—¿Su
ancla?
¿En serio?
—Algo
que le vincule a su parte humana, que le ayude a mantener su
humanidad—explicó Derek, quien parecía entre preocupado y
molesto.
—¿Algo
como qué?—preguntó Stiles, sacudiendo su brazo libre y a punto de
soltar a Scott sin darse cuenta para agitar ambos.
—O
como quién—añadió Peter—. Puede ser una persona, un
sentimiento, un recuerdo. En el caso de Derek fue durante mucho
tiempo su ira, en otros casos puede ser la persona amada. Muchas
veces en las parejas de lobos el uno es el ancla del otro.
—¿Y
la tuya?—preguntó Stiles con una mirada calculadora.
No
le sorprendía que el chico ya se hubiera dado cuenta de lo
importante que era un ancla, era demasiado inteligente para su propio
bien. Peter sonrió, pero no respondió. No estaba dispuesto a dar
esa información, al menos no gratis. Observó mientras Stiles
hablaba a su amigo de su infancia, de su madre, de cosas que
realmente no se molestó ni en escuchar. Tan solo esperó
pacientemente mientras el chico comenzaba a adquirir control poco a
poco. Hacia el final de la noche aún era inestable, saltaba al
mínimo ruido y les gruñía mientras corrían por la reserva, pero
Peter tan solo tenía que reprenderle con su autoridad de alfa y el
chico se sometía. Era una gran mejora respecto al inicio.
—Llévatelo
a la casa y descansad allí—le ordenó a Derek, viendo que ambos
estaban agotados a pesar de no haber amanecido aún.
Derek
tan solo asintió y se llevó a Scott hacia la vieja Casa Hale.
—¿Crees
que lo conseguirá?—preguntó Stiles, mirando hacia el camino por
donde había desaparecido su amigo.
—Por
supuesto, solo necesita tiempo y práctica. Estar en una manada le
ayudará.
Se
acercó al vampiro por detrás, colocando las manos sobre sus
caderas. Su jersey estaba hecho jirones, había sangre sobre su piel
aunque ya no quedaba un solo rasguño. Olía a sangre, a tierra y
árboles, a Derek y a Scott, a él, a manada, a...
Debía
tener cuidado, estaba perdiendo demasiado la cabeza por este chico,
no era sano ni prudente. Era un medio para un fin, nada más, no
debía pensar en él de otro modo. Derek lo había dicho, era
peligroso, y no en el sentido que él se imaginaba.
Un
sonido en el bosque le sacó de sus pensamientos. Stiles giró la
cabeza y le miró. También lo había oído. Sonrieron. El Nemeton
tendría otro sacrificio esa noche.
Echaron
a correr entre los árboles. Cuando percibieron un olor ajeno lo
siguieron por la reserva, manteniendo la distancia. Era una criatura,
no un animal, aunque no sabían cual. Cuando estuvieron lo bastante
cerca se separaron. Flanqueándola, la forzaron a dirigirse hacia
donde ellos querían. Podían oler su miedo. Podían oír su corazón
acelerado. Peter se sentía bien, no, mejor que bien, se sentía
eufórico. Stiles y él actuaban como un equipo, como si llevaran
haciendo esto durante años. Se sentían compenetrados, como una
única mente. Un cálido sentimiento se extendía por su pecho por
ser capaz de cazar de ese modo con su-... Dios, estaba perdiendo la
cabeza.
Un
último acelerón y Stiles saltó sobre la criatura justo cuando
llegaban al claro. Rodaron por el suelo hasta chocar contra el
Nemeton. Stiles la tenía sujeta contra el tocón, sus dientes ya
hundiéndose en su cuello. Era gris, en algunas partes negra, pelo
corto y puntiagudo, áspero. Con un cuerpo antropomorfo, su rostro
era similar al de una rata, pequeñas orejas sobre su cabeza y
grandes ojos negros abiertos en pánico. Parecía querer gritar, su
boca abierta, pero no salía ningún sonido. Era evidente que estaba
forcejeando, pero no tenía oportunidad contra la fuerza del vampiro.
Su cuerpo se quedó finalmente inerte cuando su corazón se detuvo.
Stiles lo soltó y alzó el rostro al cielo, su boca abierta con unas
gotas de sangre deslizándose por la comisura de sus labios, sus ojos
brillando naranjas entrecerrados.
Era
tan hermoso.
Stiles
giró el rostro hacia él y le miró como si acabara de percatarse de
su presencia. Sonrió.
—Quiero
follarte, Peter—era tanto una petición como una orden.
Peter
se estremeció, el calor acumulándose en su vientre y un hormigueo
extendiéndose por sus extremidades. Abrió por la mitad su propio
jersey con sus garras, sus colmillos llenando su boca y sus ojos
brillando rojos, avanzando a grandes zancadas hacia el vampiro. No
podía contener al lobo, deseaba al chico tanto como él y amenazaba
con hacerle perder el control. Pero no importaba, no con Stiles.
Antes
de darse cuenta, estaba tumbado boca arriba sobre el tocón, desnudo.
Stiles estaba sobre él, su rostro rodeado por un halo de luz, sus
ojos brillando en las sombras de su pálido rostro. Acarició con la
lengua sus labios, recorriendo la punta sobre sus colmillos. Sus
manos acariciaban reverencialmente su rostro, sus orejas puntiagudas,
la piel suave y dura. Presionó sobre su barbilla para que abriera la
boca y buscó su lengua. Comenzó a chuparla como chuparía su polla.
Una punzada y el sabor metálico de su propia sangre llenó su boca,
el beso volviéndose aún más sucio, más lascivo. Ese maldito crío
y su maldita fijación oral. Peter ya estaba goteando sobre su
vientre, tan duro que dolía. Levantó las caderas y presionó su
entrepierna con la del vampiro, también duro gracias a la sangre que
acababa de beber. Stiles le sujetó las caderas contra el tocón con
una mano y le miró con una perversa sonrisa.
—¿Lo
sientes, Peter? El Nemeton está vibrando, puedo sentirlo en mis
huesos. Te desea. Quiere que seas su sacrificio. Pero no quiere tu
vida, quiere algo más, algo más profundo—sus labios se deslizaron
por su garganta, los colmillos acariciando su piel sin rasgarla—.
No lo entiendo. ¿Tú sabes lo que es?
Él
lo sabía, o al menos tenía una sospecha si la forma en que el lobo
se retorcía gimiendo dentro de él era indicativo alguno. Pero no lo
diría, no quería, no podía. Era tan ridículo.
—Fóllame
ya—dijo en su lugar, sus garras desgarrando los pantalones del
vampiro.
La
distracción pareció funcionar. Stiles presionó contra él con un
nuevo beso y se incorporó. Levantó sus piernas y presionó las
rodillas contra su pecho, doblándolo por la mitad. Peter casi aulló
cuando sintió la lengua del vampiro en su entrada. Acarició los
bordes y lo lamió por encima para después penetrarlo tan profundo
como podía. Negaría mil veces el lastimero gimoteo que escapó de
su boca cuando sintió los colmillos rozar la sensible piel. Su
cuerpo se sacudía y se estremecía, pero no se podía escapar del
firme agarre del chico. Y realmente no quería, era demasiado bueno.
Estaba totalmente a su merced y era liberador.
Se
quejó cuando Stiles bajó sus piernas, pero enseguida se encontró
lleno por una dura verga. El vampiro no vaciló lo más mínimo, lo
embistió con fuerza, casi dolorosamente. Una mano presionando su
hombro contra el tocón, la otra sujetando uno de sus muslos,
manteniéndolo donde y como lo quería. Su expresión era feroz,
incluso si su rostro no cambiaba a uno monstruoso como el suyo. Le
miraba como si estuviera a punto de devorarlo, con más deseo que con
el que había mirado la sangre humana que le había proporcionado.
Tener esa mirada dirigida a él estaba volviéndole loco. Entonces,
Stiles se inclinó sobre él, su cuerpo frío un delicioso contraste
contra el suyo ardendo, sus embestidas más profundas y rápidas, sus
labios acariciando su cuello. Peter giró la cabeza dejándole más
espacio, el lobo gimiendo de placer al tiempo que le rogaba
desesperado. Pero Peter no iba a ceder. Era ridículo. No podía...
Los
colmillos del vampiro rozaron su piel en la unión entre el cuello y
el hombro. Peter se puso tenso. El lobo casi aullando de emoción. El
chico no sabía lo que estaba haciendo, de saberlo seguro que no lo
haría. Tenía que decírselo, pero por algún motivo se mantuvo
callado. Cuando sintió los colmillos hundirse en su carne, supo que
esa era una herida que dejaría cicatriz.
oooooooooooohhhhhhh por Dioooooooosssssss..!!!
ResponderEliminaresto es maldad pura eres un ser muy malvado, por que, por que..!!????? eso deja mucho pero mucho suelto.!!!!
aaaahhh pero ame cada parte de ello..!!! gracias muchas gracias..!!!
Tal vez no participe en los halagos pero eso no quiere decir que no la ame!! *-* secuela porfis!! ^_^
ResponderEliminarFue genial, un poco fuera de lo común pero, eso es lo que la hace una historia aún más especial, ojalá la continúes, me encantaría volver a leer más de esta increíble historia, gracias por publicarla <3
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