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Tú, yo y el Nemeton [cap12]


Título: Tú, yo y el Nemeton
Fandom: Teen Wolf         Pareja: Peter Hale x Stiles Stilinski
Autor: KiraH69 
Género: Yaoi, Slash
Clasificación: +18          Advertencias: lemon, violencia y todo tipo de parafilias
Capítulos: 13 (12 de 13)
Resumen: AU: las criaturas sobrenaturales son conocidas, pero no están necesariamente integradas en la sociedad. Es todo tan nuevo que las leyes aún no están desarrolladas para ellos y no todas las criaturas son aceptadas entre los humanos.
Con una manada consistente tan solo en su sobrino y él, tras haber vengado el asesinato de su familia por parte de cazadores furtivos, Peter se encuentra con un joven vampiro que trata de mantener en secreto lo que es por el bien de la carrera de su padre, el sheriff. Pero intentar vivir como un humano cuando ya no lo es resulta tarea imposible para Stiles, especialmente cuando el Nemeton se mete de por medio.

Capítulo 12



Para su sorpresa, la casa de Peter era bastante normal, moderna incluso. Había estado demasiado ocupado intentando meterse en sus pantalones al llegar como para fijarse, pero ahora se daba cuenta de que no estaban en el esqueleto quemado de la Casa Hale, se encontraban en una gran casa de tres plantas, prácticamente una mansión, de líneas modernas, grandes ventanales, superficies brillantes y colores blancos, negros y grises metalizados. La planta baja era abierta, el salón comunicando con el comedor y la cocina totalmente equipada. Había ventanales de suelo a techo en la mayor parte de las paredes. Stiles perdió la cuenta de cuántas habitaciones había en la segunda planta, todas con los muebles básicos de una habitación de invitados, idénticas entre sí. La de Peter era la más grande, por supuesto. Desde todas las ventanas se veía el bosque, la casa estaba rodeada por él. Era impresionante al principio, de revista de arquitectura y decoración, pero pronto se sentía fría, como si nadie viviera allí. Se echaba de menos la calidez de la madera, de alfombras, de fotografías... Era un bloque de hormigón y cristal en medio del bosque.
Se sentía un poco decepcionado hasta que subió a la tercera planta. Decidió nada más verla que viviría allí, nadie iba a ser capaz de sacarle de allí ni a la fuerza. Prácticamente la totalidad de la planta estaba ocupada por una biblioteca. Solamente había ventanas en la zona donde se encontraba un enorme escritorio de madera oscura con un portátil y varios libros encima y un par de sillones y un sofá frente a él, no veía más ventanas en el resto de la planta, todas las paredes estaban cubiertas por estanterías de madera de suelo a techo llenas de libros o de artefactos antiguos que eran probablemente mágicos o tenían algo que ver con el mundo sobrenatural. Era una colección maravillosa y Stiles estaba prácticamente babeando.
Veo que te gusta mi biblioteca—la voz de Peter le sobresaltó, estaba tan absorto que ni siquiera se había percatado de su presencia.
Es... wow—realmente no tenía palabras. Entonces se hizo la luz. Se abrieron tragaluces a lo largo de todo el techo y la sala se iluminó con la luz de la mañana. Stiles se dejó caer de culo al suelo, que por suerte aquí era de madera oscura con alfombras persas esparcidas por todo él, y se quedó admirando la magnífica colección.
Ponte esto—le dijo Peter, lanzándole algo de ropa.
¿Por qué el resto de tu casa parece la mansión de un villano de James Bond mientras que esto parece la biblioteca de Harry Potter?—le preguntó mientras se vestía—. Si me pones un frigorífico con bolsas de sangre aquí, no tendré que salir de este sitio para nada.
No vas a vivir en mi biblioteca. Pero puedes visitarla cuanto te apetezca.
Stiles puso morros molesto y al ponerse la camiseta se quedó mirándola extrañado.
Esta camiseta está usada. Por ti.
Sí—admitió sin vergüenza.
¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Mearme encima para asegurarte de que estoy bien marcado con tu olor?
No me tientes.
Y no, por ahí sí que no iba a pasar. Stiles podía tener muchas perversiones, pero nada escatológico.
¿Derek también vive aquí?—preguntó, cambiando de tema para no darle ideas.
No, él vive en la vieja casa.
¿En esas ruinas? Realmente esperaba que no vivierais allí—comenzó a recorrer las estanterías, leyendo por encima los títulos en los lomos de los libros, clasificados al parecer por temática y en orden alfabético—. ¿Por qué no vive aquí contigo?
No le caigo muy en gracia a mi sobrino. Acepta que sea su alfa porque le aterra ser un omega y porque somos los últimos Hale, pero... bueno, maté a su hermana. Incluso si entiende en parte mis motivos, no puede llegar a perdonarme—respondió encogiéndose de hombros como si realmente no le preocupara.
Los miembros de una manada suelen vivir juntos porque cuanto más unida está la manada, más fuerte es. Y cuanto más betas hay en una manada, más poderosos son todos sus miembros y en especial el alfa. ¿Me equivoco?—sacó un libro de la estantería sobre árboles sagrados. Empezaría por ahí.
Ni en una coma.
Bien, entonces convence a Derek de que venga a vivir contigo, y si no, ya le convenzo yo. Además tengo un par de personas en mente que, con un poco de trabajo, podrán ser unos betas adecuados. Si estamos en esto de conseguir poder juntos, yo no voy a ser el único que trabaje.
¿Y puedo saber a quién has escogido para que se una a manada?—por su tono no parecía muy contento con la idea, pero a Stiles le daba igual.
Un par de chicos de mi instituto.
Stiles, no voy a convertir mi manada en un refugio para adolescentes con problemas. Con mi sobrino tengo más que suficiente.
Stiles dejó el libro en una mesita junto a un sillón y se acercó a Peter, cruzándose de brazos frente a él.
En tu manada sois Derek, un tipo que no resulta muy amigable precisamente ni da mucha confianza a primera vista, y tú, asesino en serie siniestro. Admito que tienes un encanto y una labia que ni el mismo Hannibal Lecter, pero sin que yo les hubiera persuadido antes, a Scott y a Melissa no les habrías parecido más que el lobo feroz disfrazado de... bueno, anuncio de calzoncillos. ¿Qué adulto con una pizca de sentido común crees que aceptaría entrar en tu manada?
¿Y por eso tengo que aceptar adolescentes?
Los adolescentes dejan de ser adolescentes en unos pocos años y, mientras tanto, son manipulables, tienen mentes blandas, flexibles, sin instinto de conservación. No te será difícil seducirlos, especialmente si están desesperados por ello como es el caso. Y son más fáciles de controlar que los adultos. Te desobedecerán en cosas pequeñas sin importancia, necesitan cierto nivel de rebeldía, pero cuando llegue algo importante, estarán tan asustados y perdidos que te seguirán a ciegas. Además, si tienes un puñado de adolescentes a tu lado, ya no resultarás tan aterrador para los adultos y será más fácil reclutarlos.
Peter se le quedó mirando por un momento, ojos oscuros, pupilas dilatadas, sus fosas nasales abriéndose olfateándolo. Avanzó hacia él como un depredador sobre su presa, forzándole a retroceder (solo porque él lo permitió) hasta que su espalda chocó contra la estantería. Peter presionó contra él, sus cuerpos encajando tan perfectamente, y sintió su aliento acariciar sus labios.
Eres un mocoso manipulador y yo voy a ser el alfa más poderoso contigo a mi lado.
Stiles sonrió, moviendo sus caderas para sentir la erección del licántropo presionar contra su entrepierna.
No necesitas adularme tanto para meterte en mis pantalones.
¿Entonces no quieres el regalo que tengo para ti?—preguntó, acariciando su nariz con la suya—. No, no es un eufemismo—añadió ante la ceja levantada de Stiles.
Sí que quiero, ahora, ya, dámelo—respondió con una gran sonrisa.
Peter puso los ojos en blanco y lo llevó consigo con el brazo rodeando su cintura hasta la cocina. Cuando abrió el frigorífico, Stiles se quedó boquiabierto.
Eso es... Cómo...
No es robada, si eso te hace sentir mejor. Con dinero se puede comprar de todo.
Stiles extendió la mano hacia una de las bolsas de sangre que llenaban una balda del frigorífico. Cuando pasó la lengua sobre sus dientes se dio cuenta de que los colmillos ya estaban extendidos, ni siquiera podía controlarlos. No tenía problema para mantener el control alrededor de los humanos, pero ver la sangre de ese modo, tan roja y brillante, disponible, recordando su sabor...
Antes de darse cuenta ya había perforado el plástico con sus colmillos y la sangre fresca fluía por su garganta. Ninguna sangre animal podía compararse a ese delicioso sabor, ninguna sangre de criatura podía dejarle tan satisfecho como la sangre humana. Era perfecta, era el elixir que tanto ansiaba su cuerpo. Exprimió hasta la última gota y se quedó allí temblando de placer, sentado en el suelo de la cocina sin saber cuándo se había sentado. Se sentía tan bien que lágrimas se deslizaban por sus mejillas de pura felicidad. Peter se arrodilló frente a él y limpió sus mejillas con su dedo, dejándole chupar la sangre que había recogido.
Me alegra que te guste mi regalo—le dio un beso en la punta de la nariz y le ayudó a levantarse.
Stiles apenas registró lo que sucedió los minutos siguientes. Aunque no podía dormir, se sentía adormecido, más satisfecho de lo que lo había estado en meses gracias a la sangre humana. Reaccionó cuando el coche (¿cuándo se había subido al coche?) se detuvo frente a la vieja Casa Hale. Se bajó del coche al tiempo que Derek salía de la casa. En serio, ¿cómo podía vivir ahí?
¿Qué estáis haciendo aquí?—preguntó prácticamente con un gruñido. Scott iba a estar más asustado de él que de Peter.
¿Esa es forma de saludar a tu tío?—fue respondido con un gruñido en toda regla. Peter suspiró, sacudiendo ligeramente la cabeza. Stiles decidió quedarse atrás por el momento, observando a los dos Hale—. En primer lugar vengo a informarte de que Scott pasará con nosotros la próxima luna llena.
¿Nosotros?—Derek no dejaba de arrugar la nariz y Stiles se preguntaba si es que estaba oliendo el semen que aún había dentro de él.
Sí, nosotros. Stiles, tú y yo. Pasaremos la luna llena como una manada, como se ha hecho siempre.
Por la expresión en el rostro de Derek, no parecía muy contento con la idea. Aunque Stiles no le había visto sin fruncir el ceño así que tal vez no conocía otra expresión.
Él no es manada—Derek indicó con la cabeza hacia Stiles.
Hablando así le falta un paso menos para ser un cavernícola, pensó Stiles para sí.
No puede serlo como lo sería en el modo tradicional un hombre lobo o incluso un humano, pero, como te darás cuenta, estoy esforzándome por marcarlo.
Derek frunció aún más el ceño, arrugando los labios en evidente desagrado. Eso realmente empezaba a molestar a Stiles. El tipo ni siquiera le conocía, solo le caía mal por el hecho de ser un vampiro. No le quedaba más remedio que aceptarlo por parte de los humanos, pero no soportaba esa discriminación por parte de otra criatura.
Escucha, lobito—Stiles se apartó del coche y se acercó a los Hale con las manos metidas en los bolsillos del pantalón y postura relajada. Aunque intentara atacarle, Derek no era una amenaza para él así que no estaba preocupado—. ¿Quieres odiarme? Vale. ¿Quieres fingir que soy la madrastra malvada? Siempre me gustó ese papel. Pero esta luna llena vas a venir a la reserva y vas a correr como un buen cachorro con mi amigo y vas a utilizar tus mejores encantos, si es que tienes, para convencerlo de que se una a tu manada. De lo contrario, serás el protagonista del próximo cuento de terror para niños lobo. ¿Ha quedado claro?
Un gruñido resonaba profundo en el pecho del licántropo. Su postura era defensiva, tensa, estaba preparado para luchar. Stiles hizo brillar sus ojos y el hombre pareció encogerse y retrocedió un paso intimidado.
Estoy esperando una respuesta. ¿Lo has entendido?
Sí—respondió reticente con una voz más animal que humana.
Ver tu lado dominante me pone, pero no sé si me gusta que vayas dando órdenes a mi beta—comentó Peter acariciando con una mano su perilla como si realmente estuviera ponderando ambas ideas.
Cuando te comportes como un alfa y dejes de tener miedo de herir los sentimientos de tu sobrino, te dejaré las órdenes a ti—ante eso, Peter sí que le dedicó una mirada enfadada, pero Stiles lo ignoró—. ¿Por qué no empiezas con lo otro que tenías que decirle?
¿Lo otro?—Derek miró sospechoso a ambos.
Peter siguió mirando a Stiles por un momento antes de girarse hacia su sobrino.
Vas a mudarte conmigo. Las manadas tienen que vivir juntas y no puedes quedarte en este esqueleto de casa más tiempo.
Esta era nuestra casa—replicó de inmediato. Por su rostro cruzó una expresión de dolor y aflicción que Stiles conocía muy bien. Al parecer Derek era capaz de más emociones de las que aparentaba.
Era nuestra casa, ahora es un montón de cenizas y recuerdos dolorosos. No estoy diciendo que no puedas visitarla, pero vivirás en mi casa. Ven con tus cosas esta tarde. Y no te lo estoy pidiendo—sus ojos brillaron rojos por un instante. No tuvieron el mismo efecto que los ojos de Stiles, Derek casi parecía desafiante, pero sus hombros caídos denotaban que ya no tenía intención de luchar.
Peter se dio la vuelta y Stiles le siguió hasta el coche. Permanecieron en silencio hasta que dejaron la casa atrás.
¿Vas a llevarme ahora a casa?—preguntó Stiles, mirándole de reojo—. Sabes que es domingo, podemos pasar el día en la cama... o en el sofá, o en la mesa del comedor, o en la encimera de la cocina...
Aprecio tu apetito sexual—respondió Peter colocando una mano sobre su muslo—, pero ahora vamos a ver a esos candidatos que tienes en mente para la manada. Quiero verlos por mí mismo antes de tomar una decisión. Oh, y, Stiles—la mano sobre su muslo se convirtió en una garra, las afiladas uñas hundiéndose en su carne. No le hacían daño, pero dejaban claro que su intención no era sexual—, no voy a tolerar que menoscabes mi autoridad frente a mis betas—le advirtió con una voz profunda.
Ooh~ Me encanta cuando me amenazas así, es adorable—le dijo con voz enternecida, apoyando la cabeza en su hombro. Peter puso los ojos en blanco derrotado y retrajo las garras—. No estaba intentando menoscabar tu autoridad, solo estaba cabreado. Me molesta que Derek me odie solo por ser un vampiro, sin conocerme ni nada. Cierto que tengo una personalidad que puede resultar odiosa para algunas personas, pero él no lo sabe.
No creo que te odie. Creo que tiene sentimientos encontrados. Por un lado te ve como un peligro, lo eres, podrías acabar con nosotros dos a la vez fácilmente y, como dices, no te conoce. Y, por otro lado, está molesto conmigo por acostarme contigo cuando aún eres menor.
Es ridículo—resopló Stiles sacudiendo la cabeza.
Viejos traumas. Dale tiempo, terminará aceptándote. Aunque siempre te mirará con esa cara amargada, la tiene por defecto.




Peter dejó a Stiles en su casa temprano por la tarde. Quería estar en casa para cuando Derek llegara y no, era mejor que Stiles no estuviera allí para evitar enfrentamientos innecesarios. Habían visitado la casa de Erica y habían acechado durante un rato (no tenía otro nombre). Peter había estado algo reticente al principio, aún sin gustarle la idea de tener a un grupo de adolescentes en su manada, pero finalmente había aceptado viendo que la chica tenía potencial. Con Isaac había sido distinto. Al llegar a su casa, su padre le estaba gritando y golpeando por haber quemado algo mientras hacía la comida. Stiles vio el tremendo esfuerzo que tenía que hacer el licántropo para no entrar en la casa echando la puerta abajo y matar al hombre. Aquello le agradó, había temido que fuera indiferente ante la situación del chico. Aceptó transformarlo también (con su consentimiento) tras ver cómo iba lo de Erica.
Cuando entró en casa, Noah estaba de pie en la entrada, los brazos cruzados frente al pecho y su mirada de sheriff preparada. Stiles no sabía sobre qué sería, pero sabía que se avecinaba bronca.
¿Quién te ha traído?—le preguntó directamente antes de que Stiles abriera la boca.
Alguien—aún no había pensado cómo contarle esto a su padre, aún no quería contárselo.
¿El mismo alguien con el que has pasado el día y que te triplica la edad?—preguntó con tono acusatorio.
¿Qué? ¡No! Como mucho el doble, no el triple. Los rumores son horribles. Y sí, es el mismo, el alfa de la nueva manada de Beacon Hills al que estoy intentando conocer para asegurarme de que Scott estará bien con él—no era exactamente una mentira.
¿Y no es el mismo que con el que te has estado...?
¿Con el que me he estado qué?—Mierda, esto no me gusta, pensó, manteniendo una fachada serena, pero viéndose algo molesto.
Ya sabes.
No, no sé. Si no eres capaz de decirlo no voy a responder. De hecho, ¿sabes qué? No voy a responder—sip, hacerse el ofendido era una buena estrategia, o al menos la mejor que se le ocurría.
Aún eres menor y tiene el doble de tu edad.
Papá, soy un vampiro. Llegaré a tener el doble de edad que todo ser humano vivo y no por eso dejaré de acostarme con uno.
Eso no cambia el hecho de que ahora seas menor.
Por su mente pasaron un montón de respuestas como si creía que era un ingenuo al que podían utilizar o si creía que era débil y no podía defenderse, pero una respuesta resonó por encima de todas las demás.
No soy humano, papá. Las leyes no se aplican a mí—no lo dijo con orgullo sino con un profundo pesar. Su padre no tuvo respuesta para eso, sabía que no la tendría. Decidió que esa noche haría otro sacrificio para el Nemeton.

1 comentario:

  1. sigo diciendo, AMO REALMENTE AMO este fanfic de verdad..!!
    pero lastima que esta por terminar.!!!!
    pero lo amoooooooooooo.!!!

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