Título: Tú, yo y el Nemeton
Fandom: Teen Wolf Pareja: Peter Hale x Stiles Stilinski
Autor: KiraH69
Género: Yaoi, Slash
Clasificación: +18 Advertencias: lemon, violencia y todo tipo de parafilias
Capítulos: 13 (11 de 13)
Resumen: AU: las criaturas sobrenaturales son conocidas, pero no están necesariamente integradas en la sociedad. Es todo tan nuevo que las leyes aún no están desarrolladas para ellos y no todas las criaturas son aceptadas entre los humanos.
Con una manada consistente tan solo en su sobrino y él, tras haber vengado el asesinato de su familia por parte de cazadores furtivos, Peter se encuentra con un joven vampiro que trata de mantener en secreto lo que es por el bien de la carrera de su padre, el sheriff. Pero intentar vivir como un humano cuando ya no lo es resulta tarea imposible para Stiles, especialmente cuando el Nemeton se mete de por medio.
Capítulo 11
NOTA:
la escena de violación es totalmente consensuada, pero es violenta y
nada dulce así que, para las que resulte incómodo leer eso, podéis
saltárosla hasta donde pone «Se dejó caer sobre Stiles».
Cuando
el coche entró en el garaje, ambos ya llevaban los pantalones
desabrochados. Quedaron junto con los zapatos en la entrada interior
que daba a la casa. Peter lo levantó en brazos y Stiles le rodeó la
cintura con las piernas, su erección desnuda rozando los perfectos
abdominales del licántropo. Llegaron al dormitorio principal sin
dejar de besarse y, para su sorpresa, sin chocar con nada por el
camino. Peter tiró al chico sobre la enorme cama que dominaba la
habitación y se arrodilló sobre él. Stiles de inmediato rodeó sus
hombros con los brazos y comenzó a besarle, ante lo que Peter le
agarró de la nuca y echó su cabeza hacia atrás, rompiendo el beso.
—He
sido un muy buen chico—susurró en su oído con esa voz grave
aterciopelada, su lengua acariciando su oreja y sus dientes
mordisqueándola suavemente—, ahora quiero mi premio.
—Sí,
sí, lo que quieras. Haré lo que quieras—respondió
desesperadamente. Un sonido tan dulce para los oídos del lobo.
—Quiero
ahogarte con mi polla. Quiero que grites y te resistas. Quiero
violarte y matarte.
¿Y
no es eso lo más dulce que os han dicho nunca? Bueno, para Stiles
sí.
El
vampiro se estremeció. Peter no necesitaba decir nada más.
Con
sus garras extendidas, Peter se incorporó y rasgó de arriba abajo
la camiseta del chico. La expresión inmediata de pánico en el
rostro de Stiles fue de Óscar. El vampiro comenzó a forcejear con
la misma fuerza que lo haría un humano mientras Peter se deshacía
de los jirones en los que había convertido su ropa.
—No,
nonono, por favor, espera, ¡para!—gritaba mientras su cuerpo se
retorcía con una voz que le hizo estremecer.
Sus
movimientos vacilaron por un instante antes de recordarse a sí mismo
que todo era una actuación, que si quisiera Stiles podría mandarlo
volando al otro lado de la habitación (probablemente atravesando la
pared). Cuando aseguró a su lobo que no iban a hacer verdadero daño
a su... Stiles, se metió de nuevo en el papel.
—Cállate,
puta—gruñó, remarcándolo con una sonora bofetada. Era una
lástima que no pudiera dejar una marca roja en su rostro.
Stiles
se quedó callado por un momento, inmóvil. Cuando Peter comenzó a
desabrocharse los pantalones, volvió a retorcerse y sollozar con
constantes súplicas en sus labios. Intentó arrastrarse hacia el
cabecero, apartándose de Peter, pero este le agarró con fuerza por
los muslos, hundiendo las garras en su carne, ante lo que el chico
gritó. y lo atrajo de nuevo debajo de sí. Cuando vio dos lágrimas
rojas brotar de los ojos del chico y dejar un sendero por sus sienes,
perdió por un instante el control y reventó sus pantalones cuando
los estaba desabrochando. No era humano, pero era tan hermoso, tan
caliente. Se bajó los calzoncillos lo justo para liberar su
erección. Y nunca había estado tan duro. Stiles le miró con una
expresión de terror y sacudió sus brazos contra él, intentando
apartarlo. Peter los agarró con ambas manos por las muñecas y
apretó hasta oír dos chasquidos. Stiles gritó, su cuerpo se puso
tenso y por un momento dejó de forcejear, tan solo sollozando, más
lágrimas derramándose de sus ojos. Peter aprovechó el momento para
avanzar sobre él y colocarse con las rodillas a ambos lados de su
cabeza, sus piernas presionando contra sus hombros. Presionó una
mano sobre su frente, con las puntas de sus garras amenazando sobre
su cuero cabelludo, y le forzó a mirarle.
—Ahora
vas a portarte bien y a colaborar. Si intentas morderme, te
desencajaré la mandíbula—le amenazó, sus ojos brillando
intensos.
Vio
el labio inferior del chico temblando y no esperó más. Le abrió la
boca con el pulgar y deslizó su miembro dentro. Fue lento, pero no
se detuvo hasta que la nariz de Stiles estuvo enterrada en su pubis.
El chico se retorció y más lágrimas brotaron de sus ojos. Su
garganta se contrajo alrededor del miembro, tratando de imitar
arcadas, mientras intentaba con todas sus fuerzas (humanas) sacar la
verga de su boca, pero era imposible, Peter tenía un firme agarre de
su cabeza y estaba prácticamente aplastado contra el colchón.
Ningún humano podría librarse de aquello. Peter sentía un intenso
hormigueo recorriendo su cuerpo. Se sentía poderoso, más de lo que
su poder de alfa podía darle. Era perfecto. Stiles era perfecto.
Sacó
la polla de su boca solo unos segundos antes de ahogarlo (de haber
sido humano) y le dio un momento para recuperar el aliento, el chico
jadeando como si realmente necesitara respirar. Sin previo aviso, lo
penetró de nuevo y esta vez comenzó a follar su boca con fuertes
embestidas. Los gemidos ahogados de Stiles vibraban dulcemente
alrededor de su verga. Nunca se cansaría de oír esos sonidos.
—Admítelo,
lo estás disfrutando. Te encanta que te use como si no fueras más
que una muñeca hinchable, un cubo de semen, mi
cubo de semen—su voz sonaba algo forzada, su respiración algo
agitada por la excitación—. Si pudieras, me estarías suplicando
por ello, pero no te preocupes, voy a darte todo lo que necesitas y
cuando terminemos usaré tu boca para calentar mi polla toda la
noche.
Cuando
su nudo estaba comenzando a hincharse, metió de nuevo su miembro por
completo en la boca de Stiles. El chico le miró con ojos
suplicantes, esos hermosos ojos whisky rodeados de lágrimas rojas.
Segundos después, comenzó a sacudirse, sus piernas golpeando contra
el colchón, sus manos aferrándose a su espalda, arañando con uñas
humanas lo que podían alcanzar con los brazos atrapados contra sus
costados. Y entonces, sus ojos abiertos de par en par, aterrados, se
pusieron en blanco y se quedó en silencio, inmóvil. Muerto. El nudo
se hinchó hasta que sus mandíbulas chasquearon y Peter se corrió
en lo profundo de su garganta.
Minutos
después, cuando el nudo se relajó, sacó el miembro de su boca, aún
duro, y retrocedió hasta el pie de la cama. Observó el cuerpo
inerte, su piel blanca destacando sobre la colcha azul marino, la
mandíbula desencajada, las lágrimas rojas secas en sus sienes.
—Tan
hermoso—murmuró para sí.
Stiles
aún no se movió, Peter no había terminado. Se quitó toda la ropa,
subió de nuevo a la cama y le dio la vuelta sin ninguna delicadeza
(porque ahora era un cadáver, a quién le importaba). Se sentó a
horcajadas sobre sus pantorrillas y separó sus nalgas con ambas
manos. Hundió la nariz en su raja e inspiró profundamente. Ahí
estaba ese maravilloso olor a muerte y sangre, a vampiro y, sobre
todo, a Stiles. Era frustrante no poder marcarlo permanentemente con
su olor. Cada vez que volvía a verlo, cualquier rastro suyo se había
desvanecido. Debía de ser cosa de vampiros, pero su lobo quería
marcarlo, quería que todos supieran que era suyo. Se preguntó
cuánto duraría su olor en él, si sería suficiente con que lo
follara una vez al día.
Dio
una lamida a su agujero, solo una, porque sabía que le gustaba
demasiado y no quería arriesgar a que no pudiera controlarse y
estropeara aquella maravillosa escena. Ya se lo compensaría en otra
ocasión. Presionó su miembro dentro de él, el agujero relajado,
pero aún ofreciendo deliciosa resistencia. Se deslizó hasta dejar
solamente el nudo fuera y comenzó a embestir de forma brutal,
forzando el nudo dentro un poco más cada vez, sus dientes mordiendo
la fría piel de la espalda del chico. Ni el más mínimo tic, ni el
más mínimo sonido, solamente el roce de la colcha, piel contra piel
y sus propios gruñidos animales. Agarró las caderas de Stiles con
sus garras extendidas, hundiéndolas en su carne, y finalmente lo
penetró con su nudo y aulló. Victorioso, satisfecho, más animal
que humano por un momento, corriéndose en el caliente interior del
cadáver.
Se
dejó caer sobre Stiles, sin moverse durante largos minutos hasta que
el nudo se relajó y su respiración y latidos regresaron a un ritmo
normal. Se incorporó, salió del interior del vampiro y se levantó
de la cama, contemplando de nuevo su obra. Ahora venía una de las
mejores partes.
—Has
estado fantástico.
Apenas
salieron las palabras de su boca, Stiles regresó a la vida. Era algo
fascinante de ver. Un segundo podía pasar perfectamente por un
cadáver y al siguiente era pura energía. El chico se levantó como
un rayo de la cama y saltó sobre él. Un grito de su nombre quedó
ahogado al hundir los colmillos en su cuello. Stiles se restregaba
contra él como un perro (a Peter no se le escapó la ironía).
Estaba desesperado. Peter tan solo sonrió y lo tomó en brazos. Se
tumbó en la cama con el chico encima aún retorciéndose y gimiendo
contra su cuello.
—Ay,
mi putilla—sonrió, acariciando su cabeza rapada tiernamente.
Stiles
mordió un poco más fuerte en represalia.
Minutos
después se relajó y al fin soltó su cuello. Se relamió los labios
y abrió las sábanas de la cama, dando unas palmadas a su lado para
que Peter se metiera con él. Peter sonrió, su lobo contento de que
Stiles estuviera en su cama, rodeado de su olor. Se metió bajo las
sábanas y esperó a que el chico se acurrucara en sus brazos, pero
en lugar de eso bajó hasta que tuvo la cabeza a la altura de su
entrepierna. Entonces sintió su boca rodeando su miembro hasta la
base.
—Oh,
así que vas a cuidar de mi polla toda la noche. Gracias, pequeño—se
tumbó de lado para que estuviera más cómodo y acarició su cabeza.
Con
su miembro sumergido en el agradable agujero, se quedó dormido en
cuestión de minutos.
Stiles
se sumió en una especie de trance. Normalmente no habría sido capaz
de estarse tan quieto durante muchos minutos, aún menos horas, sin
embargo, ahí y en ese momento, con el peso de la verga de Peter en
su boca y su garganta, su cuerpo estaba relajado, no necesitaba mover
ni un músculo. No podía dormir, pero cerró los ojos y el tiempo
pasó rápido. Estaba contento por poder servir
satisfacer al licántropo. Estaba seguro de que, tras su actuación
en el restaurante, Scott finalmente aceptaría regresar. Nada podía
hacerle más feliz, Peter le había dado lo único que realmente
necesitaba así que era solo justo que le compensara como el lobo
quisiera.
Es
el aumento de los latidos del lobo al despertarse lo que le saca del
trance. Lo sintió estirarse y bostezar. Una mano se metió bajo las
sábanas y acarició su cabeza.
—¿Has
pasado ahí toda la noche?—le preguntó con voz algo ronca y
sorprendida, pero satisfecha. Movió sus caderas suavemente una vez
antes de sacar el miembro (que llevaba ya erecto un buen rato) de su
boca. Stiles sintió la pérdida, como si necesitara tener algo en su
boca –era muy consciente de su fijación oral–. Se deslizó entre
las sábanas hasta apoyar la cabeza en la almohada junto a Peter—.
Te has portado muy bien para mí, cachorrito, nunca había dormido
tan bien—le dijo el licántropo acariciando sus labios
entreabiertos. Stiles pudo ver algo de ternura en sus ojos, casi
fascinación, quizás sentimientos más profundos o quizás solo eran
imaginaciones suyas—. Dime, cariño, ¿qué te gustaría hacer
ahora? Haremos lo que quieras como recompensa.
Se
estremeció ante el apelativo cariñoso, tan dulce, y por un momento
pensó en olvidar lo que estaba a punto de pedir, quizás era
demasiado íntimo, pero sentía curiosidad.
—Quiero
sexo normal, sexo humano, ya sabes. Quiero probarlo, al menos una
vez.
—Hmm...
¿Eso significa que no vas a morderme?—le preguntó con una
traviesa sonrisa.
—Uh.
No puedo prometer eso, puede que lo necesite para correrme, pero por
lo demás que sea... normal. Vainilla—no estaba seguro de si a
Peter le agradaría la idea, pero sonrió y enseguida se puso a tono.
Le
besó, suave y dulcemente, el beso más tierno que jamás le habían
dado (cosa que no resultaba extraña ya que Peter era el único que
le había besado en su vida). El calor de sus labios y de su lengua
le daban la sensación de que su propia piel también era caliente.
La lengua acariciando sus dientes, su paladar, su propia lengua. Una
mano se deslizó por su cintura y Stiles movió su cuerpo hasta estar
pegado al del licántropo. No podía ponerse duro porque no acababa
de beber sangre, pero si pudiera ya lo estaría tan solo con la
atención que estaba recibiendo su boca.
Peter
se apartó un poco de él rompiendo el beso y sonrió, una sonrisa
sincera quizás por primera vez. Stiles tan solo podía mirarle
aturdido por el beso mientras aquellos ojos azules lo contemplaban.
—Eres
muy hermoso, ¿lo sabías? Y respondes maravillosamente a mí. Aunque
supongo que ser un adolescente tiene parte de culpa—rio, trazando
con sus dedos las suaves líneas de su rostro.
No
tenía duda de que respondía bien, aunque eso de ser hermoso no lo
tenía tan claro, nadie antes se había fijado en él. Quizás ser
vampiro tenía algo que ver, esa elegancia sobrenatural de la que
hablan, la piel blanca de porcelana (aunque siempre había sido
blanco como la leche) y, bueno, lo que fuera. Aunque estaba seguro de
que Peter no se había fijado en él por su apariencia, no era eso
precisamente lo que le interesaba.
Peter
se tumbó sobre él, sus cuerpos pegados desde los pies hasta el
pecho, y volvió a besarle, solo un fugaz beso antes de bajar por su
mandíbula con pequeños besos hasta su oreja, sus dientes rozando
suavemente el lóbulo antes de seguir por su cuello, sus labios
acariciando su piel y solo de vez en cuando el leve roce de sus
dientes, provocador, sin intención siquiera de dejar marca. Estaba
tan relajado con este tratamiento que se sorprendió y casi gritó
cuando sintió a Peter succionar sobre su clavícula. La marca ni
siquiera llegó a aparecer, pero Peter la alivió con su lengua
igualmente.
Podía
sentir el miembro duro del licántropo restregándose lentamente
contra su muslo, su cuerpo pegado a él tan caliente y firme, su boca
húmeda y experta explorar su cuello y su torso, jugando con sus
sensibles pezones (nunca les había prestado atención antes y ni
sabía que podían ponerle cachondo). Comenzó a sentir un hormigueo
en sus colmillos, una sensación que fue aumentando según Peter se
dirigía hacia el sur. Sus caderas se sacudieron cuando la lengua del
licántropo recorrió su miembro flácido.
—Si
no te conociera, me sentiría ofendido—le dijo, acariciando con su
nariz su vello púbico e inspirando profundamente—. Pero aun así
es sensible, ¿verdad?
—Sí,
sí, sí, por favor...—suplicó, separando sus piernas para que
pudiera acomodarse entre ellas.
Peter
sonrió y metió el miembro en su boca. Stiles se estremeció. La
sensación era la misma que si estuviera duro del todo, igual de
sensible, quizás incluso más. Y, joder, Peter era bueno. Sus labios
succionando, su lengua lamiendo entre los pliegues, una mano
masajeando sus bolas y los dedos de la otra acariciando su entrada.
Ahí, dentro de él, Peter encontró aún semen de la noche anterior
y Stiles pudo sentir el orgullo que fluyó dentro de él, una intensa
oleada de excitación emanando del lobo. Quería morderlo. La presión
en sus colmillos había crecido tan gradualmente, sin darse cuenta,
que ahora estaba muy cerca del orgasmo sin tan siquiera haber sido
penetrado.
—Pe...
ter...—jadeó, sus colmillos extendiéndose sin que pudiera
controlarlos.
No
podía esperar a que Peter le hiciera caso. Giró su cuerpo sin
apartar su miembro de la boca del licántropo hasta alcanzar sus
piernas y mordió sobre la parte de atrás de su muslo. Peter gimió,
se tensó por un segundo y chupó con más intensidad alrededor de su
miembro. Stiles se quedó en blanco, el orgasmo fluyendo como lava
por su cuerpo lo único que su cerebro podía asimilar en ese
momento. La maravillosa sangre brotando en su boca y llenándolo de
un modo que ninguna otra comida podría. Pero, por extraño que le
resultara, no quería alimentarse de Peter, eso no era lo que su
cuerpo le pedía.
—Fóllame—le
pidió apenas logró sacar los colmillos de su carne.
Peter
gruñó, un gruñido de frustración que Stiles no comprendió, le
estaba pidiendo lo que él también quería. El lobo se incorporó y
lo tumbó boca abajo, arrodillándose tras él. Por un momento pensó
que iba a penetrarlo, lo esperaba expectante, pero entonces sintió
sus dedos presionando sobre su entrada.
—Primero
tengo que prepararte—le dijo Peter.
—¿Huh?
No, no hace falta, fóllame ya—replicó apremiante.
—Querías
sexo vainilla y eso es lo que te voy a dar, ese era el trato.
—El
trato apesta—gruñó, hundiendo el rostro en el colchón. Era
ridículo, él lo había pedido, él podía cambiar de idea.
Peter
no parecía dispuesto a hacerle caso. Sacó un bote de lubricante de
la mesita de noche y vertió un chorro sobre sus dedos. Stiles abrió
más las piernas cuando sintió el líquido frío en su trasero.
Peter separó sus nalgas con su mano seca y acarició con los dedos
su entrada. Presionó con el índice y lentamente lo penetró. Stiles
suspiró, su cuerpo relajándose cuando llegó hasta el nudillo.
Olvidó la urgencia, recordó lo bien que se había sentido cuando
Peter lo había abierto lentamente la otra noche. Quería volver a
sentirlo. El dedo trabajó dentro de él y pronto se unió otro más.
Lo acariciaban suavemente, presionando contra sus paredes,
separándose dentro de él, rozando fugazmente sobre su próstata,
apenas tocándola. No estaba intentando tan solo abrirle, estaba
provocándolo, dándole placer. Se preguntaba si podría correrse con
solo un par de dedos dentro de él. Siendo los de Peter,
probablemente sí.
Un
tercer dedo se unió y la sensación de estar tan cerca –solo un
poco más– de estar lleno despertó de nuevo esa urgencia. Levantó
el trasero, apoyándose sobre sus rodillas y codos, y comenzó a
mover sus caderas, penetrándose él mismo con los dedos.
—Tan
ansioso. Eres adorable—murmuró Peter tras él, su mano libre
acariciando su espalda con un ritmo relajante.
—Peter,
Peter...—recitó su nombre como una plegaria.
—Está
bien, impaciente—rio, dándole un beso en la nalga. Sacó los dedos
de su interior y le dio la vuelta, tumbándolo boca arriba.
Cuando
Stiles vio la enorme erección del licántropo, inmediatamente abrió
sus piernas, invitándolo a su cuerpo. Pudo ver la expresión
complacida en el lobo y no le importaba, su interior se sentía
demasiado vacío en ese momento. Peter guió el miembro hasta su
entrada y presionó lentamente. El anillo de músculos, aún con algo
de resistencia, cedió a su paso hasta que el glande estuvo dentro y
desde ahí lo penetró con un fluido movimiento hasta que sus bolas
golpearon contra sus nalgas.
Stiles
arqueó la espalda, su cuerpo tenso por un momento, y después se
relajó como si fuera de goma. Así es como debía ser, se sentía
correcto, nunca se sentía mejor que cuando estaba lleno. Incluso si
no era una monstruosidad de miembro –aunque sí más grande que la
media, quizás por ser licántropo–, se sentía bien, saciado.
Dios,
era una puta, ¿verdad? Como una perra que vive feliz solo por tener
una polla dentro. Debería sentirse avergonzado en lugar de más
excitado ante esta idea. Se preguntaba si a Peter le divertiría la
analogía canina. Estaba a punto de preguntárselo cuando los labios
del lobo sellaron los suyos y todo pensamiento voló de su mente. Era
un beso lento y dulce, tan tierno que le hacía sentir un hormigueo
en el estómago. No quiso pensar en ello o más bien no fue capaz
cuando Peter comenzó a balancear sus caderas. Era un movimiento
lánguido, apenas saliendo de él antes de volver a entrar, sin
soltar por un segundo sus labios. Stiles pensó por un momento que
era aburrido, que necesitaba más, pero entonces vio el propósito de
esos movimientos. Estaba provocándolo, estaba haciendo crecer su
excitación, su necesidad. Si su cuerpo no fuera básicamente el de
un cadáver, ahora mismo estaría ardiendo, sudado y tan caliente.
—Peter...
por favor...—suplicó rozando sus labios, la lengua de Peter aún
acariciando los suyos.
—¿Qué
quieres, cariño?—le preguntó con voz grave y respiración
afectada que no era capaz de ocultar su excitación.
—Fóllame—intentó
mover él mismo las caderas, pero no tenía apoyo suficiente con sus
piernas en el aire por culpa de Peter.
—Te
estoy haciendo el amor, para eso es el sexo vainilla. Sé bueno y
acepta lo que te doy. Un pequeño virgen como tú no tiene derecho a
decirme cómo hacerlo.
«Hacer
el amor», eso era algo que involucraba sentimientos y otra clase de
cosas como relaciones más allá del sexo, para lo que Stiles no
estaba preparado. Pero solo era un juego, ¿verdad? Un role
play como
lo había sido violarlo o follarlo mientras se hacía el muerto. Su
respiración era algo agitada, ¡y ni siquiera necesitaba respirar!
Antes
de que el ataque de pánico que él mismo se estaba provocando tomara
forma, Peter salió casi por completo de él y embistió hasta la
mitad, la punta de su verga rozando perfectamente sobre su próstata.
Todo se quedó en blanco con la punzada de placer. No le dio tiempo a
recuperarse, Peter comenzó a embestir de forma continua, golpeando
de pleno ese maravilloso punto todas las veces.
—Oh,
dios. ¡Oh, dios, Peter! Peterpeterpeter. Uuuuhn...—su cuerpo se
contoneó, sobrecargado por el placer y sintió como si el lobo
prácticamente forzara su orgasmo. Ningún líquido salió de su
miembro flácido, tampoco necesitó morder, pero sus paredes se
contrajeron alrededor de la verga y su espalda se arqueó
hermosamente, levantándose de la cama, su boca abierta en un grito
silencioso. Cuando el golpe de placer se apagó y solo quedó un
agradable zumbido por todo su cuerpo, Stiles se dio cuenta de que
Peter lo había anudado y estaba corriéndose dentro de él con un
gruñido de placer, sus colmillos extendidos y las garras hundiéndose
en sus caderas. Eso
no es muy vainilla,
fue lo único que pasó por su mente, aunque no fue capaz de
pronunciar palabra.
Peter
maniobró hasta que estuvo tumbado tras él, con su nudo atándolos
todavía, y se acomodó. Rodeaba su cuerpo con los brazos mientras
mordisqueaba su cuello, corriéndose a intervalos, consiguiendo que
Stiles se estremeciera cada vez que el cálido líquido fluía dentro
de él. Stiles sabía ya sin duda que le gustaba el sexo normal tanto
como el sexo... bestial, a falta de una palabra mejor, y se sentía
aliviado porque cuando terminara lo que quiera que fuera esto que
tenía con Peter, sería terriblemente frustrante y problemático
encontrar a alguna otra criatura sobrenatural que estuviera a la
altura, no es que hubiera precisamente una página de contactos para
seres sobrenaturales (¡Joder, qué buena idea!).
Cuando
el nudo disminuyó, Peter salió de su interior y hurgó en su
mesilla. Stiles miró confuso hacia atrás cuando sintió algo
penetrar su trasero.
—¿Qué
es eso?—preguntó, llevando la mano a su culo.
—Un
plug—Peter le apartó la mano de un manotazo—. Quiero que mi
semen se quede dentro.
—¿Te
das cuenta de que no puedo quedarme embarazado por mucho semen que
metas dentro de mí?—aunque realmente no le molestaba, era una
sensación extraña, pero no desagradable. Contrajo los músculos de
su ano alrededor del plug tentativamente.
—No
puedo dejar marcas en tu piel, tampoco puedo marcarte con mi olor
como lo haría con cualquier persona u hombre lobo. Al menos así
llevarás mi marca dentro de ti—presionó suavemente el plug para
enfatizar sus palabras.
—¿Quieres
que vaya por ahí oliendo a tu semen?—preguntó riendo. Ese tipo
realmente tenía una obsesión con marcar.
—Exacto.
Aunque los humanos no se den cuenta, será más que evidente para
cualquier criatura.
—Vale,
vale, lo que sea—respondió levantándose. Miró a su alrededor,
pero sus pantalones no estaban a la vista y no recordaba dónde se
habían quedado así que se encogió de hombros y se dirigió a la
puerta del dormitorio desnudo—. Voy a explorar por tu casa, tú
deberías ducharte, estás manchado de sangre por todas partes.
—¿Y
de quién es la culpa?
Stiles
sonrió en respuesta.
Eres tan detallisme que simplemente me matas en cada cap. Sabes a que me refiero 7u7
ResponderEliminarEso del embarazo me dio risa xD
Pero si me gustaria ver a Stiles con pancita seria H-E-R-M-O-S-O ♡