NO DOY PERMISO para publicar ninguno de mis fanfics en ninguna plataforma.

Galletas sorpresa

Título: Galletas sorpresa

Fandom: Teen Wolf         Pareja: general, Steter

Autor: KiraH69

Género: Slash, Yaoi

Clasificación: TP          Advertencias: ninguna

Capítulos: 1

Resumen: Stiles prepara unas galletas para la manada, pero tiene un efecto inesperado.

—¿Has envenenado a toda la manada?—preguntó Lydia incrédula.

—¡Solo he hecho unas galletas!—exclamó Stiles por undécima vez.

—¡Estaban envenenadas!

—¡N-no ha sido a propósito!

—Deja de gritar y haz algo, maldito ugh...—gruñó Jackson, agarrando su propia cabeza con ambas manos.

Todos estaba sufriendo (excepto por Lydia y Stiles), aunque no era nada que un humano no pudiera soportar. Era un resfriado. Bueno, los síntomas de un resfriado. Jackson tenía dolor de cabeza, Isaac y Scott tosían como fumadores, y Derek no dejaba de sorber los mocos con una papelera a su lado. Aunque el que peor estaba era Peter. Estaba en el rincón más oscuro del loft por su fuerte dolor de cabeza, temblando y sorbiendo mocos. Si respiraba un poco más fuerte, comenzaría a toser. Stiles se encogió cuando le escuchó con un nuevo ataque de tos.

—¿Te importa, um, vigilarlos?—le preguntó a Lydia y la banshee puso los ojos en blanco.

—Ve—suspiró.

Stiles cogió un bol con agua fría y un trapo de la cocina y fue junto a Peter. El lobo estaba sudando y parecía medio inconsciente. Ni siquiera reaccionó cuando Stiles comenzó a limpiar su rostro. El chico no sabía porqué el mayor de los hombres lobo era el que más sufría, pero quizá Peter tenía razón cuando decía que no había recuperado toda su fuerza tras su resurrección (o quizá solo había comido más galletas que los otros). Peter comenzó a toser y Stiles frotó su espalda hasta que se le pasó.

—Voy a arreglar esto, lo prometo—le susurró, aunque no estaba seguro de que el lobo pudiera oírle.

Stiles regresó con Lydia, quien estaba dándole un vaso de agua a Isaac.

—Tenemos que encontrar una cura—dijo, caminando alrededor de los sofás.

—Si actúa como un resfriado común, tan solo tenemos que esperar.

—Pero no es un resfriado común, es un veneno de algún tipo. ¿Qué pasa si empeora?—los jóvenes podrían sobreponerse, pero no estaba tan seguro de que Peter pudiera.

—Tenemos que saber qué los envenenó antes de buscar una cura.

Stiles se mordió la uña del pulgar por un momento antes de asentir.

—Iré a por los libros de Peter. Debe de tener algún libro sobre el tema.

Cogió sus llaves y se dirigió a la puerta.

—¿Sabes dónde vive?—preguntó Lydia, quizá esperando que Stiles se diera cuenta de que no sabía a dónde ir.

—Um... Puede que lo haya seguido una o dos veces para descubrirlo—dijo antes de marcharse con las mejillas teñidas de rosa.

No fue difícil forzar la cerradura de su apartamento. En cualquier otra ocasión habría pasado horas fisgando por todas partes, pero ahora mismo tenía prisa. Cogió media docena de libros de su librería que pensó que podrían ayudar y regresó al loft. Comenzó a investigar con Lydia sobre venenos para hombres lobo, atendiendo a Peter cada vez que tenía un ataque de tos. Mientras tanto, los chicos no parecían mejorar, aunque tampoco empeoraban.

—¡Ay madre, esta es mi receta!—exclamó Stiles casi dos horas más tarde.

—¿A qué te refieres?—preguntó Lydia frunciendo el ceño.

—Usé esta receta para hacer las galletas—respondió, señalando en el libro varias veces—. Estaba en una web de recetas normal y corriente. Decía que era apta para perros—Lydia arqueó una crítica ceja—. ¡Era divertido! Ya sabes, una broma personal.

Lydia expiró por la nariz y cogió el libro.

—Tiene un montón de especias. Ni siquiera sé cuál es esta—dijo, señalándola.

—Oh, sí, tuve que buscarla. Es de la familia de la canela. Tan solo usé canela en su lugar porque no pude encontrarla.

—Quizá eso los ha salvado. La receta es letal.

Stiles arrugó el rostro y tragó saliva.

—Hay un antídoto ahí—susurró.

Comenzaron a trabajar en ello y estuvo listo en una hora. Hizo efecto casi inmediatamente y los lobos se recuperaron en unos pocos minutos. A Peter le llevó algo más de tiempo y Stiles se mordía las uñas mientras tanto. El lobo se frotó la cara con ambas manos para despertar del todo y miró a Stiles con el ceño fruncido. El chico agachó la cabeza, pinchándose las uñas nervioso.

—Lo siento, no pretendía... No fue a propósito, lo siento tanto—murmuró lo bastante alto para que Peter lo oyera.

—No estoy enfadado contigo, cariño—le dijo Peter suavemente, tomando su barbilla entre los dedos y girando su rostro hacia él. Stiles seguía sin mirarle—. Pensabas que estabas proveyendo para tu manada, no podría enfadarme contigo por eso.

Sus ojos ardían con lágrimas. Podría haberlos matado a todos. Incluso sustituyendo un ingrediente, Peter podría haber muerto.

—Cielo—susurró Peter—, puedes ser letal, pero nunca nos harías daño a propósito, ambos lo sabemos.

Peter lo arropó entre sus brazos y Stiles comenzó a llorar, dejándolo salir todo. No creía que Peter pudiera ser tan amable después de casi matarlo. No creía que se preocuparía tanto por el lobo. Había algunos sentimientos ocultos ahí que tenía que desentrañar.

2 comentarios: