Título: Un Omega en la empresa Stark
Fandom: MCU Pareja: Tony Stark x Peter Parker
Autor: KiraH69
Género: Yaoi, Slash, Omegaverse
Clasificación: +18 Advertencias: lemon, Mpreg
Capítulos: 6 (4 de 6)
Resumen: Con su tía enferma, Peter necesita conseguir un trabajo para pagar el tratamiento, pero es un omega y menor de edad así que debe mentir para conseguirlo. Consigue entrar en la empresa de mensajería de Stark, pero un incidente con un hombre puede ponerlo todo en peligro.
Capítulo 4
El sexo era mucho mejor cuando eres totalmente consciente de todo lo
que pasa. Peter no tardó mucho en descubrirlo, una y otra y otra
vez. Se volvió habitual que mintiera a su tía diciéndole que iba a
casa de Ned a realizar un trabajo el fin de semana cuando en realidad
iba a visitar a Tony a su mansión. Pasaban un rato en el taller con
sus inventos o en el garaje con los coches y acababan teniendo sexo
en donde se encontraran cuando Peter comenzara a humedecerse ante la
cercanía o el contacto del alfa o Tony se pusiera duro. Tony también
le introducía a fetiches de todo tipo, unos que ni sabía que
existían y otros que no imaginaba que pudiera disfrutar tanto.
—¿Las
llevas?—le susurró el alfa al oído mientras Peter estaba
inclinado sobre el capó abierto de un Ferrari.
Peter se estremeció y asintió con la cabeza. Las había llevado
puestas todo el día, en el instituto y en el trabajo. La mano de
Tony se deslizó por su espalda lentamente y no se detuvo. Bajó por
su trasero, presionando un dedo entre sus nalgas. Las manos de Peter
temblaron y soltó el destornillador que sostenía. Tony no le prestó
atención al ruido que hizo entre el motor. Metió la mano en sus
pantalones y acarició la suave seda de las bragas que él mismo le
había comprado. El omega gimió y levantó las caderas, necesitando
esos dedos solo un poco más abajo.
—Déjame
verlas.
Peter emitió un quejido cuando el alfa se apartó. Se incorporó y
bajó el capó, ansioso por obedecer como el buen omega que quería
ser para Tony. Se desabrochó los pantalones con manos algo
temblorosas, su rostro ruborizándose a pesar de todas las veces que
Tony lo había visto ya desnudo (aunque que lo viera con esa ropa era
más vergonzoso). Los bajó lentamente, habiendo aprendido ya que a
Tony le gustaba ser provocado, y los dejó caer cuando llegaron por
sus rodillas. Los apartó, quitándose las zapatillas también, y se
quedó apoyado contra el coche, retorciendo el borde de la camiseta
entre sus manos.
—Joder,
eres precioso. Y sexy—le dijo Tony casi con un gruñido.
—Gracias,
alfa—respondió con el rubor extendiéndose por su cuello.
El chico estaba impresionante con las medias negras semitransparentes
envolviendo sus esbeltas piernas, enganchadas a un liguero de encaje
ceñido alrededor de sus caderas, a juego con las finas bragas negras
que ocultaban su pequeño pene de omega. Tuvo que presionar la base
de su erección para contenerse, esa imagen era demasiado tentadora.
—Quítate
la camiseta—le ordenó y Peter obedeció de inmediato.
Su piel pálida contrastaba de forma increíble con el rojo de su
coche. Sus suaves curvas le hacían la boca agua, sabía lo bien que
encajaban sus manos y el resto de su cuerpo contra ellas.
—Tócate,
acaricia ese hermoso cuerpo.
Peter se mordió el labio, aún tímido, y colocó las manos primero
en su vientre. Deslizó los dedos por su pecho, apenas tocándose
ligero como una pluma, poniéndose el vello de punta. Acarició sus
pezones, pellizcándolos hasta que se pusieron duros y rojizos. No
podía contener los gemidos, su pecho era muy sensible y Tony se
había encargado de hacerlo aún más.
Miró a Tony bajo sus largas pestañas, el alfa frotando su erección
por encima de los pantalones, mirándole fijamente. Sintió algo de
orgullo al ser el centro de atención del alfa. Deslizó una mano por
su vientre, llegando hasta el liguero, y acarició el borde del
encaje.
—Eso
es, buen chico. ¿Cómo se siente llevar eso puesto? ¿Lo has llevado
todo el día?—le preguntó sin apartar la mirada un solo segundo de
sus manos.
—S-sí...
Es... extraño, diferente. He estado nervioso todo el día pensando
que podrían descubrirlo, pero, um, las bragas son suaves y... me
gustan. Las medias también, me siento... uh, sexy—joder, realmente
había podido decir todo eso y encima era verdad. Sí, había estado
nervioso todo el día, pero también había sido emocionante y
excitante. Y se veía bien, muy bien. Había sido difícil no
masturbarse aquella mañana tras ponerse el regalo de Tony (y el
hecho de que se lo hubiera regalado el alfa era un bonus). Recorrió
el delicado encaje que cubría su erección, ya estaba goteando tanto
por delante como por detrás—. Alfa...
—Date
la vuelta, inclínate sobre el capó—le ordenó con un gruñido y
Peter gimió.
Las bragas negras realzaban su carnoso trasero y podía verse la
humedad traspasando el caro tejido. Tony no pudo resistirse. Encogió
la tela hasta que quedó oculta entre sus nalgas y agarró su trasero
con ambas manos.
—Voy
a follarte con ellas puestas, ¿qué te parece?—le preguntó,
presionando su erección cubierta por los vaqueros contra su trasero.
—Sí,
sí, alfa, por favor—Peter restregó su trasero contra él
intentando provocarlo, incluso si no era necesario—. ¡Ah!—gritó
sobresaltado cuando un azote resonó en el garaje.
—Sé
un buen omega y quédate quieto o tendré que ponerte rojo el
trasero—le advirtió y a Peter le surgió un dilema porque quería
ser bueno, pero también disfrutaba de los azotes del alfa cuando se
portaba mal (o simplemente cuando Tony quería verle llorar).
Finalmente decidió que ser follado sobre el capó de un coche sería
suficiente.
Escuchó la cremallera de los pantalones de Tony y entonces este
apartó a un lado la fina tela solo lo suficiente para tener acceso a
su agujero. Peter presionó los dedos sobre la carrocería cuando
sintió la punta del miembro tantear su entrada. No estaba en celo
así que no estaba tan dilatado o húmedo como en ese caso, pero se
masturbaba lo suficiente como para que el dolor no fuera excesivo y
al alfa le gustaba estrecho.
Cerró los ojos y respiró hondo mientras el falo se deslizaba en su
interior. Tony besó y mordió su nuca cuando llegó hasta el fondo,
su cuerpo cubriéndolo por completo. Pudo relajarse al fin con un
ronroneo vibrando en su garganta por las atenciones del alfa. En
algunas ocasiones Tony era realmente dulce, aunque muy de vez en
cuando.
—Te
ves increíble sobre mi coche, el rojo te sienta bien—le halagó al
tiempo que daba la primera embestida.
Peter se deslizó sobre el frío metal, sus pezones poniéndose aún
más duros. Una vez que el alfa comenzaba, no se contenía. Embestía
con todas sus fuerzas, sujetando con firmeza al omega por las
caderas. Las marcas de sus manos en su piel eran ahora algo casi
permanente. El miembro del omega permanecía desatendido oculto en
sus bragas, sin apenas conseguir fricción, pero no le importaba,
había descubierto que correrse solo con su culo era mucho mejor que
cualquier otro orgasmo. Sus gemidos hacían eco en las paredes y tal
vez alguno de los sirvientes de la mansión los oía, pero no podía
importarle menos en ese momento.
El alfa lo agarró por los muslos y levantó sus piernas, haciendo
que solo su torso estuviera apoyado contra el coche, el metal ya no
tan frío después de haber absorbido su calor.
—Alfa,
alfa, por favor, alfa...—comenzó a suplicar porque estaba a punto,
solo necesitaba ese poco más para correrse, pero no podría hacerlo
hasta que el alfa se lo permitiera.
Sintió las últimas sacudidas, Tony evitando anudarlo en aquel
lugar, los guturales gemidos del alfa vibrando por todo su cuerpo y
entonces el semen salpicando dentro de él, contento de no tener que
preocuparse de preservativos fuera del celo. Le encantaba ser llenado
de semen, sentirlo fluir dentro de él, especialmente si Tony lo
mantenía dentro después con su nudo o con un plug. Se sentía
marcado, poseído por el alfa.
Apenas se percató de que no se había corrido todavía y por la
forma en que Tony se abrochaba y se arreglaba la ropa probablemente
no lo haría. Tampoco le importaba, sabía que acabaría corriéndose
cuando sacara el semen de su interior en la ducha y quizá de nuevo
aquella noche al masturbarse pensando en lo que habían hecho.
Peter no pensó mucho en ello cuando una mañana al despertar tuvo
que ir directamente al baño a vomitar. No le sorprendió, la noche
anterior tía May había estado demasiado cansada y él mismo había
preparado la cena. A pesar de la creencia popular de que los omegas
sobresalían en las tareas de casa, la cocina no era precisamente lo
suyo. Por la tarde estaba bien así que no se preocupó más. Le
mosqueó un poco cuando se repitió lo mismo al día siguiente. Y al
siguiente. Y al siguiente.
Un inevitable pensamiento pasó por su cabeza, pero no era posible.
Los omegas varones no podían quedarse embarazados fuera del celo y
siempre habían usado condón en esos casos así que no era posible,
¿verdad?
Bueno, pues al parecer sí, el test daba positivo.
—Mierda,
mierda, mierda. ¿Qué voy a hacer? Solo tengo diecisiete años y ni
siquiera estoy oficialmente emparejado. ¿Qué demonios voy a
hacer?—se preguntaba en voz alta mientras paseaba de un lado a otro
de la habitación.
No era tan extraño que un omega se quedara embarazado a los
diecisiete, incluso antes, ¿pero que no estuviera emparejado? Eso sí
que era un problema. Sería un marginado, todos se burlarían de él,
sería un omega putón y el objetivo de los ataques físicos y
verbales de quién sabe cuántos alfas que no lo consideraran más
que un juguete sexual.
Necesitaba hablar con Tony, el alfa tenía que tomar la
responsabilidad, seguramente él mismo le propondría emparejarse en
cuanto descubriera que estaba embarazado de él. Tía May se
enfadaría, seguro, pero en cuanto viera a un alfa dispuesto a cuidar
de él dejaría de preocuparse. Tony se encargaría de todo, quizás
incluso estuviera dispuesto a cuidar de ella. Iba a tener un alfa que
cuidaría de él. Iba a ser la pareja de Tony. Una sonrisa se deslizó
en su preocupado rostro.
Decidió que no podía esperar al viernes, cuando habían quedado,
así que ese mismo jueves subió al despacho de Tony. Estaba
nervioso y emocionado, con algo de esperanza. Se había imaginado la
reacción del alfa miles de veces, poniéndose en todos los
escenarios posibles, desde el rechazo hasta la ilusión de tener un
hijo. Lo que nunca se le había pasado por la cabeza fue lo que se
encontró al abrir la puerta del despacho.
Había un omega inclinado sobre su mesa con los pantalones bajados y
las piernas separadas. Tony embestía dentro de él con abandono, al
igual que lo solía hacer con Peter, ni siquiera percatándose de su
presencia. No podía verle la cara al omega, tan solo oía sus
gemidos, pero no podía importarle menos quién fuera. Se dio media
vuelta y se marchó con una pesada roca en el fondo de su estómago.
Iba a vomitar y esta vez no era por el embarazo. Por algún motivo no
lloraba y estaba agradecido por ello. Quizá cuando llegara a casa y
asumiera la situación lo hiciera, por ahora tan solo sentía que
estaba ahogándose en una pesadilla y tenía que escapar, salir de
ella.
Apenas fue consciente de llegar a casa, moviéndose en piloto
automático. No reaccionó cuando su tía se preocupó por él. Se
encerró en el baño y vomitó mientras lágrimas más de rabia e
impotencia que de tristeza se apoderaban de sus ojos. Iba a ser un
omega sin emparejar, probablemente para siempre. Ningún alfa quería
cuidar de los hijos de otro.
Waaasa.. me puse s llorar... por fa necesito leer el siguiente capitulo 🙏🙏🙏🙏🙏
ResponderEliminarLo odió a Tony, espero que Peter se vaya con otro que si lo valore ;(
ResponderEliminarOhhh, quede con ansias del siguiente capitulo!!!!!!
ResponderEliminarwoooow solo wooow, quede con un mal sabor de boca por mi pobre peter..!!!!
ResponderEliminar♥♥♥♥♥♥♥♥♥
Ahora se necesita que un Harry Osborn Alfa o Beta salvaje aparezca 😱😭😭💔💔
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminar