Título: Un Omega en la empresa Stark
Fandom: MCU Pareja: Tony Stark x Peter Parker
Autor: KiraH69
Género: Yaoi, Slash, Omegaverse
Clasificación: +18 Advertencias: lemon, Mpreg
Capítulos: 6 (3 de 6)
Resumen: Con su tía enferma, Peter necesita conseguir un trabajo para pagar el tratamiento, pero es un omega y menor de edad así que debe mentir para conseguirlo. Consigue entrar en la empresa de mensajería de Stark, pero un incidente con un hombre puede ponerlo todo en peligro.
Capítulo 3
Iba a tener sexo con Tony Stark. ¡Madre mía, iba a tener sexo con
Tony Stark! Su jefe, por cierto. Y su primer alfa. Iba a perder la
virginidad con Tony Stark. Y durante su celo. ¡Dios mío!
Quizá fueron esos pensamientos los que hicieron que al despertar el
viernes sus calzoncillos estuvieran empapados. Gruñó, hundiendo el
rostro en la almohada, y presionó las caderas contra el colchón.
Estaba duro, pero la necesidad de alivio en esa parte no era lo que
más le molestaba. No había manera de que pudiera ir al instituto o
siquiera a trabajar en este estado. Lo ideal sería poder llamar al
señor Stark y decirle que ya había comenzado, pero ni siquiera
tenía su número. Miró de reojo su despertador, a esa hora tía May
ya se habría marchado a trabajar. Suspiró aliviado, si hubiera
estado allí probablemente habría insistido en acompañarlo a la
clínica.
Echó las sábanas hacia atrás y se quitó la ropa. Su mente aún no
estaba completamente nublada por el celo, tan solo estaba cachondo,
pero era un adolescente cachondo así que hizo lo que cualquiera.
Presionó dos dedos contra su entrada y gimió al sentir lo sensible
y dilatado que ya estaba. Se llevó los dedos a la boca y saboreó su
propia lubricación, dulce y un poco ácida. Había oído que a los
alfas les volvía locos ese sabor, pero a él también le gustaba.
Tony se pasó por la sala de reparto a la hora en que comenzaba el
turno de Peter. Tenía curiosidad por ver cómo se encontraba el
chico, si los síntomas del celo habrían comenzado y si serían
evidentes a pesar de ese olor artificial que utilizaba. Cuando el
encargado le dijo que no había aparecido, Tony se extrañó. Peter
no había llegado tarde ni un solo día y con lo que se había
esforzado en conseguir y mantener ese trabajo no iba a arriesgarse a
perderlo faltando sin avisar. ¿Y si le había sucedido algo? ¿Y si
algún alfa lo había encontrado por la calle y al ver que iba a
entrar en celo se lo había llevado? Por algo los omegas solían
pasar el día previo a su celo en casa o ya en la clínica si acudían
a una, algunos alfas sin emparejar eran muy peligrosos. Sacó su
ficha del sistema y apuntó su dirección. Cogió su coche y se fue a
buscar al omega. No es que estuviera particularmente preocupado,
pero, bueno, él lo había visto antes.
Cuando llegó al apartamento, el olor a omega en celo le hizo gruñir
en lo más profundo de su pecho. No se molestó ni en llamar a la
puerta, la abrió de una patada. Ya haría que la arreglaran más
tarde, cuando no hubiera un omega necesitado esperando por él.
Encontró al omega tumbado en la cama, su trasero empapado brillaba
bajo la luz que entraba por la ventana y tenía tres dedos
penetrándolo, pero no era suficiente.
—Omega,
deja de tocarte—le ordenó con
su voz de alfa.
El omega emitió un gemido, reaccionando a la presencia del alfa por
primera vez, y obedeció de inmediato. Por puro instinto, levantó el
trasero, presentándose para él. Comenzó a suplicar de forma
incoherente. Ni siquiera sabía quién era el alfa, solo quería se
llenado por un alfa, cualquiera.
—Joder,
chico—gruñó Tony. Tenía que llevarse al omega de allí, tenía
que llevárselo a su casa, ocultarlo del mundo y llenarlo con su-
Valeeee. Tenía que mantener el control, eso era lo principal. No
había forma de poder sacar al omega de allí en el estado en que
estaba, tenía que aliviar su necesidad aunque fuera por un momento.
—Voy
a hacer que te corras una vez para que se te aclare la cabeza—se
acercó a él y colocó una mano entre sus omóplatos, presionándolo
contra la cama, mientras llevaba la otra mano a su trasero—. Mantén
las caderas levantadas y no te toques, vas a correrte solo con mis
dedos.
No se contuvo, no tenía tiempo. Lo penetró con tres dedos, más
gruesos que los de Peter, y el omega gimió profundo, relajándose de
inmediato. Tony comenzó a masturbarlo con sus dedos de forma casi
clínica. No podía dejarse llevar o acabaría mandándolo todo a la
mierda y follándolo allí mismo. Apuntó a su pequeña próstata y
la frotó sin compasión. Los gemidos que emitía el omega eran
simplemente deliciosos y no podía esperar a oírle cuando fuera
empalado por su polla.
—Alfa...
Alfa... Uhn... Alfa... Uh, uh...—le llamaba entre gemidos con su
dulce voz.
—Shh...
Te tengo omega, voy a cuidar de ti—le tranquilizó, acariciando su
espalda—. Córrete para tu alfa.
Redobló
sus esfuerzos, necesitaba darse prisa, si se ponía más duro
reventaría los pantalones. Pero Peter era un buen omega y obedeció
su orden al instante, salpicando las sábanas con su semen casi
transparente. Tony no se detuvo hasta que ya no le quedaba más que
expulsar y sus piernas apenas le sostenían. Sacó la mano de su
interior y observó sus dedos brillantes de lubricación. Dios,
cuánto deseaba lamerlos, pero no podía o perdería el control. Los
limpió en su cara camisa, sin importarle echarla a perder, y se puso
a buscar algo de ropa para el chico en la habitación. Peter apenas
era capaz de colaborar incluso si ahora estaba más tranquilo así
que Tony tuvo que hacer todo el trabajo. Una media hora después
estaban ya en su mansión, donde todo estaba preparado.
El chico estaba ya suplicando de nuevo para cuando llegaron a la
habitación. El colchón era el más cómodo posible, cubierto por
mullidos cojines y las mejores sábanas. La habitación estaba a
oscuras casi por completo, tenía la temperatura perfecta y una buena
ventilación para que el olor no se acumulara. En un gran frigorífico
había almacenada toda la comida y bebida que pudieran necesitar y
también tenían un baño preparado para cuando lo necesitaran. No
era nada más que lo habitual cuando Tony pasaba el celo con un
omega. La verdad es que todo aquello era más para Tony que para el
omega, quien apenas era consciente de lo que le rodeaba.
Al dejarlo en la cama, Peter se quitó la ropa y comenzó a colocar
los cojines y las mantas formando su propio nido. Era algo instintivo
incluso si en su casa no había tenido material suficiente para
hacerlo. Cuando estaba a su gusto, se arrodilló y se presentó para
el alfa sin necesidad de que se lo pidiera.
—Buen
chico, aprendes rápido—le alabó, acariciando su espalda
hermosamente curvada.
El omega gimió, una gruesa gota de lubricación brotando de su
entrada. Tony se desnudó con algo de impaciencia y por un momento
casi se olvidó de coger el condón, estaba acostumbrado a que fueran
sus parejas quienes utilizaran anticonceptivo, no había nada como
vaciarse dentro de un omega sin preocuparse por posibles accidentes.
Ya
desnudo y con el condón envolviendo su dolorosa erección, Tony se
arrodilló detrás del omega y agarró su redondo y perfecto trasero
con ambas manos. No se contuvo más, se inclinó y hundió el rostro
entre las húmedas nalgas. Tony introdujo la lengua en el caliente
agujero y el omega gritó y gimió al mismo tiempo. Joder,
el sabor de un omega en celo era incomparable, adictivo. El alfa
lamió y sorbió y siguió lamiendo, degustando aquel delicioso
néctar hasta tener al omega completamente derretido sobre la cama,
sollozando e incapaz de suplicar siquiera.
Le
dio una última lamida y se incorporó, alineando su verga con el
hambriento agujero. Se deslizó lentamente dentro, conteniéndose
para no penetrarlo de una embestida. Quería saborear el momento por
simbólico que fuera. Estaba tomando la virginidad de un omega, un
gran honor para cualquier alfa (y tan excitante). Peter era estrecho
y caliente y se sentía perfecto alrededor de su polla, como si
estuviera hecho para él. Su olor era increíble y nunca se cansaría
de oír sus gemidos y sus súplicas y sus alfa, alfa, más.
Sabía que iba a dejar marcas en sus pálidas caderas con la fuerza
con que lo sujetaba y estaba deseando verlas.
El sonido húmedo de sus cuerpos chocando se aceleró hasta que se
detuvo cuando el nudo de Tony se hinchó y ya no pudo más que
mecerse dentro del omega. El chico estaba sollozando y temblando,
sostenido tan solo por las manos y la verga del alfa. Era su primer
alfa, su primera vez y su primer nudo. Nunca había imaginado que
fuera tan increíble, incluso si apenas estaba consciente. Las
sensaciones eran tan intensas que apenas se percató de correrse, lo
que sí sintió y se volvió el centro de su universo por un momento
fue cuando el alfa se corrió dentro de él. Quizá solo era una
ilusión, pero podía sentir el condón llenarse en su interior, el
miembro palpitar y sacudirse. Y ya no pudo sentir más porque perdió
el conocimiento mientras Tony seguía corriéndose.
El sexo durante el celo es increíble, aunque más para el alfa que
para el omega. Sí, había orgasmos y nada era mejor que sentirse
lleno por el nudo de un alfa, pero los omegas estaban tan fuera de sí
que apenas podían recordar nada de aquello al terminar. Cuando Peter
recuperó la noción de sí mismo, ni siquiera sabía qué momento
del día era o siquiera qué día. Estaba solo en la habitación y
apenas era consciente de estar en la casa de Tony Stark. Se levantó
de la cama y arrugó el gesto ante el dolor que recorrió su trasero
y sus caderas como una corriente eléctrica. Se alegró de ver que al
menos estaba limpio, despertar empapado en fluidos era una de las
cosas que más odiaba del celo.
Se puso una bata increíblemente suave que encontró junto a la
puerta y salió de la habitación. Le costó un momento acostumbrarse
al cambio de luz, sus sentidos aún estaban sensibles. Al menos ahora
sabía que era por la tarde a juzgar por el sol que entraba por las
ventanas. Vagó por la casa buscando al señor Stark (y después de
lo que habían hecho debería comenzar a llamarle Tony). Pronto
comenzaría a enloquecer al pensar en lo que había hecho, pero por
ahora su mente aún se sentía adormecida por los efectos del celo.
Mientras buscaba a Tony, nada llamó mucho su atención en la casa
que parecía sacada de una revista, demasiado perfecta y fría, hasta
que entró a una especie de taller. Había aparatos por todas partes,
la mayoría a medio montar, y piezas sueltas junto a herramientas que
nunca había soñado siquiera poder tocar. Los omegas no tenían
permitido asistir a clase de carpintería u otras actividades de ese
tipo, ni siquiera en los clubes del instituto, pero Peter tenía las
herramientas que su tío Ben había utilizado y este le había
enseñado, antes de presentarse, a manejarlas. Ya que le gustaba
tanto, tía May no le había impedido seguir trasteando con pequeños
aparatos electrónicos aun después de haberse presentado como omega.
Sin embargo, nunca había tenido acceso a nada tan increíble, fue
inevitable que acabara absorto entre aquellos aparatos.
Cuando Tony lo encontró, estaba casi a punto de terminar un, uh...
no estaba seguro de qué era, pero iba a hacerlo funcionar.
—¿Qué
estás haciendo?—le preguntó, agarrándolo por la muñeca.
—Ah,
lo siento, estaba... Vi esto y- lo siento, no quería...
—¿Lo
has terminado?—Tony cogió el aparato y lo observó por todos los
ángulos con el ceño fruncido.
—No,
casi, solo hace falta-
—¿Cómo
demonios sabes utilizar todo esto?
Peter se encogió de hombros y dejó el soldador que tenía en la
mano. Esperaba no haber molestado a Tony.
—Mi
tío me enseñó y seguí practicando después. Siento haber... um,
¿debería irme?—preguntó, ya retrocediendo.
—No,
no, tranquilo. Puedes terminarlo, iré a preparar algo de comer—le
dijo, mirándole con algo de curiosidad.
Peter suspiró aliviado y no tardó mucho en concentrarse de nuevo en
su tarea.
Resultó que Tony era un fan de los inventos, incluso si no lo
trataba más que como una afición. Terminaron pasando el resto del
domingo (porque, por suerte, era domingo y el celo no se había
extendido más) hablando de tecnología y revisando los aparatos en
los que Tony estaba trabajando. También era fan de los coches; le
mostró su exclusiva colección y le prometió enseñarle a trabajar
con ellos la próxima vez. (Iba a haber una próxima vez y no
necesariamente en su siguiente celo. No sabía qué significaba eso,
pero no iba a cuestionarlo).
Que bueno que volviste, ya estaba perdiendo las esperanzas de volver s leerte, espero que te encuentres mucho mejor😘 te mando mi super fuerza gordita chilena 😂
ResponderEliminarGracias por el capítulo <3
ResponderEliminaractualiza porfisssss
ResponderEliminarMuchas gracias.
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