Título: Hotter
Fandom: Original
Autor: KiraH69
Imagen de portada: Purin (¡gracias! ^^)
Género: Yaoi, Sobrenatural, Vampiros
Clasificación: +18 Advertencias: Lemon, S&M, Violencia, Violación
Longitud: 6 capítulos (6 de 6) FINALIZADO
Resumen: Guido, un ex-sacerdote que se dedicaba a cazar vampiros antes de ser expulsado de la Iglesia, se topa con Nathan, un joven vampiro que pretende devorarle pero acaba siendo devorado por él.
Capítulo
6: Solo para mí.
—Ah...
Se agotó—suspiró Olivier.
—Guido...—acaricié
sus cabellos y dejé que su cabeza reposara en mi pecho.
Guido
se había quedado inconsciente, aún estaba muy falto de sangre y la
poca que le quedaba estaba acumulada en el miembro que palpitaba
dentro de mí. Me sentía tan emocionado que temblaba de los pies a
la cabeza. Le abrazaba con fuerza porque no podía dejarlo ir. Me lo
había dicho, aquellas palabras que por culpa de Olivier creía
imposibles. Te quiero. Y yo se lo había dicho a él porque no
podía contenerlas en mi pecho. Qué cosa tan extraña, ni siquiera
como humano me había enamorado a pesar de que había salido con
varias chicas, y lo hacía ahora, que era un vampiro y además de un
sacerdote, un hombre y sobre todo un humano. Además ¿cuántas horas
habían pasado desde que le había conocido? Quién sabe, tal vez
había sido un flechazo, quizás solo la intensa pasión incendiada
por aquellas sensaciones nuevas. No me importaba, quería disfrutarlo
y entregarme a ello. Lo haría hasta agotar la última llama.
—Vaya
par—rió Olivier—. Un sacerdote que lo único que ha buscado
siempre ha sido la lujuria, y un vampiro recién nacido y recién
desvirgado. No esperaba que esto fuera amor ni mucho menos. Y aunque
lo haya confesado, aún dudo que lo sea.
—Cállate,
no me importa lo que digas. Sal de él y márchate—le dije,
empujándole con un pie.
—¿Oh?
¿Es que no me quieres aquí para tener un poco más de diversión?—me
preguntó saliendo de Guido.
—No.
Lo quiero solo para mí—rodeé a Guido con mis piernas, aferrándome
a él sin dejar que saliera de mi interior.
Olivier
se echó a reír a carcajadas. Se levantó de la cama, se arregló la
ropa y se dirigió a la puerta del dormitorio.
—Disfrútalo.
Y ten cuidado, recuerda que es un humano—me dijo antes de salir y
cerrar la puerta tras de sí.
Me
quedé solo en la habitación con Guido en mis brazos y aún dentro
de mí. Cuando amaneció me dormí así mismo, con una sonrisa en el
rostro.
FIN
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