Título: Zombis
Fandom: The Walking Dead Pareja: Daryl x Carl
Autor: KiraH69
Género: Yaoi, Slash
Clasificación: TP Advertencias: ninguna
Capítulos: 1
Resumen: ¿Por qué nunca los llamamos zombis?
* * * * *
Cuando
regresó de una de sus expediciones, Daryl encontró a Carl sentado
en la parte trasera de la casa. Estaba dibujando como siempre solía
hacer en estos días de calma en Alejandría. Su expresión era
neutra, pero Daryl sabía que detrás de eso había algo más. Se
sentó a su lado con un suspiro de alivio, estaba exhausto. Observó
el dibujo que estaba haciendo, era un cuerpo en descomposición aún
en pie sombreado tan solo a lápiz pero con sorprendente detalle.
—¿Un
caminante?—preguntó.
—Un
zombi—respondió sin apartar la mirada ni el lápiz del dibujo.
—¿No
son lo mismo?
—Lo
son, ¿pero por qué nunca los llamamos zombis? Caminantes... eso los
hace más humanos.
—Son
humanos.
—No,
ya no. Si los llamáramos zombis sería más fácil matarlos.
—No
debería serlo. Nunca debería ser fácil matar—respondió el
cazador.
Carl
levantó la cabeza y le miró con esa expresión que hacía mucho
tiempo que no era la de un chico de su edad.
—Dolería
menos si fuesen simplemente zombis.
—Entonces
nosotros seríamos menos humanos.
—A
veces no me siento humano, a veces ni siquiera siento que esté vivo.
—Lo
estás—Daryl agarró su cabeza, hundiendo los dedos en aquellos
suaves cabellos, y juntó sus frentes—. Estás vivo y mientras esté
en mi mano lo seguirás estando.
Se
miraron fijamente, casi respirando el aliento del otro. Carl sabía
que sus palabras eran sinceras, no era siquiera necesario que lo
dijera, siempre se sentía seguro a su lado, incluso rodeados por
zombis. Pero oírlo le hacía sentir bien, cálido por dentro. Se
inclinó solo un poco más y sus labios se unieron a los de Daryl.
Por un momento el tiempo se detuvo. Eran solo ellos dos. Hasta que
Daryl se apartó.
—L-lo
siento, n-no-
—Shh—Daryl
lo rodeó con un brazo y dejó que ocultara el rostro en su pecho—.
No estoy molesto. Para nada. Pero esto tengo que hablarlo primero con
tu padre. No quiero acabar con una bala en la cabeza.
—¿Quieres
decir...?—Carl le miró con una esperanza que hacía mucho que no
veía en sus ojos.
—Si
es lo que quieres.
—¡Sí!
Yo-... Desde hace tanto—se aferró a su chaleco y hundió el rostro
en su cuello.
Daryl
besó su frente y se relajó como solo podía hacerlo con los suyos.
Un rato más tarde, cuando escuchó a Rick regresar a casa, le dio un
último beso en la cabeza y entró en la casa.
—Rick,
¿podríamos hablar?—le preguntó.
El
hombre se sentó cansado en el sofá. Quizá este era el mejor
momento para preguntarle esto, no tendría mucha energía para
estallar de ira. Se sentó en el sillón, intentando parecer
relajado.
—Carl
quiere que los llamemos zombis.
—¿Qué?
—A
los caminantes. Dice que así sería más fácil matarlos.
—No
debería ser fácil—la misma respuesta, lo mismo que querían
pensar todos.
—Lo
sé, pero tal vez debería serlo para él, después de haber sufrido
tanto.
—No
debería haber vivido esto, ningún niño debería pasar por tanto
sufrimiento.
—Pero
lo ha hecho y ya no es un niño. Ha vivido más que la mayoría de
los adultos de aquí.
—Ojalá
hubiera podido protegerlo de tanto dolor—había un profundo pesar
en sus palabras y era un sentimiento que Daryl compartía.
—Lo
has protegido lo mejor que has podido, todos lo hemos hecho. Carl es
importante para todos, es el más importante para mí. Me gustaría
comenzar una relación con él.
A
Rick le costó unos segundos asimilar lo que le había dicho por el
repentino cambio de tema. Entonces, Daryl vio la forma en que se puso
tenso, sus ojos clavándose en él como si fuera un caminante.
—¿Qué
tiene Carl que decir al respecto?
—Él
ha dado el primer paso, pero es algo que ha ido creciendo entre
nosotros desde hace tiempo—estaba nervioso. Esto era demasiado
importante, tenía miedo de perder lo más importante para él. Pero
incluso si Rick le prohibía ver a Carl, nada impediría que siguiera
protegiéndolo.
Rick
le miró en silencio durante largo tiempo. Su expresión era
ilegible. No tenía ni idea de lo que estaba pasando por su cabeza.
—Si
le haces daño, me aseguraré de convertirte en uno de esos... zombis
y te dejaré encerrado hasta que te descompongas.
—Me
parece bien—respondió, él haría lo mismo de estar en su lugar.
—Gracias—le
dijo Carl desde el umbral de la puerta, su rostro ruborizado.
—Puedes
dispararle si hace algo que no te gusta—le dijo su padre.
Carl
sonrió y colocó una mano sobre el hombro de Daryl. El cazador se
levantó y siguió a Carl al porche de la casa. Intercambiaron un
beso dulce y largo, y se sentaron bajo el sol mientras Daryl
descansaba de su excursión al exterior y Carl seguía dibujando sus
zombis.
Lo amo
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