Un nuevo compañero [cap3] FIN

Título: Un nuevo compañero

Fandom: Teen Wolf          Pareja: Peter Hale x Stiles Stilinski

Autor: KiraH69

Género: Slash, Yaoi

Clasificación: TP         Advertencias: ninguna

Capítulos: 3 (3 de 3) FIN

Resumen: Tras su sacrificio en el baño de hielo, la magia se acumula dentro de Stiles y sin saber utilizarla iba a explotar, puede que literalmente. Pero su magia y el Nemeton tienen otros planes y Stiles se encuentra con un nuevo compañero.

Capítulo 3

—¡Scott! Esa no es Allison—le advirtió.

En ese momento Reese dio un paso adelante sin dejar de tocarlo con sus cuartos traseros. Inclinó la cabeza hacia delante y tensó todo su cuerpo. Su pelaje parecía brillar un poco más.

—¡Stiles! ¿De qué estás hablando?—la reacción de Scott fue abrazarse a ella, protegiéndola parcialmente con su cuerpo aunque sin duda no tenía ni idea de la amenaza que era Reese.

—¿Stiles?

—Ni lo intentes—interrumpió cuando Allison trató de dirigirse a él—. No sé si se debe a alguna estúpida idea machista o simplemente eres una mala actriz o actor—Scott intentó interrumpirle, pero lo ignoró y continuó—, pero Allison jamás actuaría de ese modo, no es una pobre niña indefensa y estaría más cabreada que asustada. Lo suyo no es lloriquear y echarse a los brazos del primer chico que aparece. Además, dices que te defendiste aunque no tienes un pelo fuera de lugar. Pero, hey, buen intento, supongo.

Se escuchó un gruñido que tal vez era de Scott o tal vez no y unos ojos que definitivamente no eran humanos le miraron. Aquella cosa que se hacía pasar por Allison intentó agarrar a Scott, tal vez para usarlo como escudo, y no habría sido difícil porque este no se había apartado ni un milímetro de ella, pero entonces Reese brilló, rugió y una onda de luz chocó contra ellos, lanzándolos a los dos por los aires. El golpe de la caída dejó inconsciente a Allison y muy confuso a Scott.

—Derek, aparta a Scott. Isaac, una silla resistente. Peter, hay que atarla—ordenó de inmediato, tenían que darse prisa antes de que despertara.

Isaac tardó un momento en reaccionar, pero Lydia le dio un empujón y se puso en marcha. Peter desapareció de inmediato quién sabe dónde y Derek arrastró a Scott de un brazo hasta el otro lado del loft. Estaba demasiado aturdido para forcejear por el momento, pero Derek se quedó con él por si acaso. En unos pocos minutos tenían a Allison (o lo que parecía Allison) sentada en una silla de metal y atada fuertemente con cinta americana, torso y extremidades.

—Stiles, ¿qué...?—Isaac intentó preguntar algo, pero o bien no sabía qué preguntar o no quería saber la respuesta.

Stiles sacudió la cabeza y se plantó frente al cuerpo en la silla con los brazos cruzados.

—No sé qué es, no sé qué ha pasado, pero esta no es Allison. Si la observáis, os daréis cuenta; y a mi magia tampoco le gusta.

—¿Tu magia?—preguntó Lydia curiosa.

Stiles tan solo hizo un gesto hacia Reese, que seguía en estado de alerta, dispuesto a atacar de nuevo.

—Está despierta—le informó Peter.

La cosa emitió una risilla y levantó la cabeza. Estaba sonriendo y le miraba con ojos oscuros, más oscuros que los de la propia Allison.

—Sabía que me darías problemas. Debería haber sido más cuidadoso contigo suelto por ahí—le dijo con la voz de Allison, con el rostro de Allison, pero no eran sus gestos ni su forma de hablar.

—¿A qué te refieres?

Intentó encogerse de hombros tanto como la cinta le permitía.

—Eres el más listo. Tú fuiste mi primer objetivo, pero esa cosa—miró a Reese y levantó el labio superior en un gesto similar al de un lobo gruñendo—, no me lo permitió.

—Así que no has tomado la forma de Allison sino que la has poseído. Reese no te habría impedido tomar mi forma. ¿Qué eres?

—Querrías saberlo, ¿hm?—su sonrisa se extendió por sus mejillas y Stiles tuvo la sensación de que los característicos hoyuelos de Allison se deformaban.

—Peter.

—Hay varias criaturas concretas, pero espíritus y demonios son los más comunes.

—¡Stiles! ¡Déjala en paz!—gritó Scott mientra forcejeaba con Derek aún no del todo recuperado.

No necesitó responder, Lydia sacó un pequeño frasco de su bolso, caminó decidida hacia él y lanzó la ceniza de serbal hacia él, formando un círculo a su alrededor. Scott la miró atónito y exigió que lo soltara, pero desde ese momento nadie le prestó atención, Derek se quedó junto a él solo por si acaso, al otro lado de la barrera.

—¿Debería avisar a Chris?—preguntó Isaac.

—Todavía no, pero avisa a mi padre—le indicó a Peter con un gesto sin apartar la mirada de la criatura—. Espíritu o demonio—musitó Stiles—. Lydia, ¿qué percibes de él?

—No lo sé—respondió de inmediato.

—¡Inténtalo!—debió de poseerla a ella, pensó Stiles, el acto lacrimógeno le habría quedado mucho mejor.

Lydia se sobresaltó, pero se centró en el cuerpo de Allison.

—No siento muerte—murmuró.

—Un demonio, entonces—supuso—. Quisiste poseerme a mí, pero mi magia no te lo permitió. ¿Demasiado en un solo cuerpo? Ya estaba a punto de estallar, si hubieras entrado habría reventado y no te habría servido de nada, así que fuiste a por Allison. Supongo entonces que esto tiene que ver con el ritual. Esa oscuridad te permitió entrar o quizá te atrajo, ¿pero por qué Allison y no Scott? Primero me escogiste a mí por ser «el más listo», pero no porque necesitaras mi inteligencia, sino porque no querías que te pillara. Como no pudiste tenerme a mí fuiste a por Allison, ¿por qué? ¿Por qué no Scott? Lo lógico es que fueras a por el más fuerte—hubo un pequeño tic en la mejilla de Allison y supo que había un hilo del que tirar—. No podías. No puedes poseer a Scott.

—Estás especulando, no tienes nada. Estás desesperado—la criatura le miraba con una sonrisa aún más afilada. Había intención detrás de sus ojos—. Pobre Stiles, el que siempre está solo, al que siempre dejan atrás. Ni siquiera tu supuesto mejor amigo se ha preocupado por ti cuando has estado a punto de morir. ¡Y a Allison ni siquiera le caes bien! No te soporta, siempre pegado como un chicle a las zapatillas de Sc- ¡mgh!

Stiles cortó un trozo de cinta y se lo pegó en la boca.

—No necesito escucharte más—miró de reojo a Reese y no tuvo que decirle nada para que se quedara frente a la criatura vigilándola mientras él se alejaba hasta el otro lado del loft donde se encontraba Scott—. Venid—le indicó a los demás.

—¿Qué vamos a hacer?—preguntó Isaac de inmediato.

—¡Allison no está poseída, es demasiado fuerte, no permitiría algo así!—argumentó Scott.

—Se dejó manipular por su tía psicópata y después por su abuelo psicópata, creo que no tiene una mentalidad muy fuerte—comentó Peter muy amablemente.

—Aquello no-

—Cállate—le cortó Stiles cuando Scott intentó defender lo indefendible—. Si hubieras prestado algo más de atención, podríamos haber descubierto esto antes y tal vez habría sido más fácil.

—¡Siempre le presto atención!—replicó Scott ofendido.

—No, le prestas atención a tus sentimientos, solo te importa lo que ella puede ser para ti. Cuando se ha echado a tus brazos llorando te ha encantado porque adoras ser su caballero andante. Ni siquiera has pensado que esa no es la forma en que actúa Allison porque es como te gustaría que fuera.

Scott intentó responder, su boca se abría y cerraba, pero no salía ningún sonido.

—Peter, ¿alguna idea para sacar a esa cosa de Allison?

—Si fuera un espíritu sería más fácil, pero, por lo que sé, no hay forma de extraer a un demonio sin matar al anfitrión—respondió pensativo.

—¡No!

—¿Un exorcismo?—preguntó Isaac ignorando a Scott.

—Los demonios no tienen nada que ver con el cristianismo, son criaturas sobrenaturales como nosotros. Los exorcismos solo funcionan en las películas—explicó Peter.

—Este demonio no es invencible—murmuró Stiles, ignorando su conversación porque sabía que los mitos cristianos no eran más que eso, mitos—. No fue capaz de poseerme con mi magia y tampoco pudo poseer a Scott, tal vez porque no podía luchar contra su lobo. Tuvo que poseer a Allison porque era la única... humana.

Stiles inspiró y miró a Peter, buscando confirmación. El lobo estaba sorprendido, se quedó pensativo por un momento y entonces sus ojos brillaron.

—Podría funcionar.

—¿El qué?—preguntó Lydia.

—El demonio no puede poseernos a Scott o a mí porque ya hay magia en nuestro interior. Tal vez es por su naturaleza o tal vez no es lo bastante fuerte, pero solo puede poseer a Allison porque es humana.

Lydia se llevó la mano a la boca y Isaac emitió una especie de quejido.

—Si deja de serlo...—murmuró el lobo.

—¿Qué? ¿De qué hablas?—preguntó Scott con expresión confusa.

Stiles suspiró y se giró hacia él.

—Tienes que morderla, tienes que transformarla.

Ya se esperaba su respuesta así que dejó que se desahogara, apenas prestando atención.

—¡No puedo hacer eso! ¡Jamás le haría algo así! ¡No quiero morder a nadie!

—No puedo, no quiero... Estamos hablando de Allison, no de ti. ¿Te importa pensar un poco en ella?—gruñó Stiles, Reese imitando su gruñido al otro lado.

Scott retrocedió un paso como si le hubieran golpeado, pero el impacto duró poco y enderezó la espalda.

—Allison no puede decidir y no sé si quiere transformarse o no. No voy a morderla contra su voluntad.

—Supongo que es como su madre, entonces. Prefiere morir a ser un hombre- mujer lobo. Porque eso es lo que va a pasar. El demonio consumirá poco a poco su alma y su energía. No creo que le dure mucho ese cuerpo, sobre todo si está débil y necesita su energía para recuperarse—era una conjetura, pero no creía estar muy lejos de la verdad.

—N-no creo... No puedo... Pero Allison es fuerte, puede...

—Hagamos esto—interrumpió antes de que siguiera con sus balbuceos—. No puede tomar una decisión por sí misma, entonces que decida su tutor, como sucede en los hospitales cuando alguien está incapacitado—sugirió.

—¿Que decida Argent? ¿Estás seguro de que no preferirá que su hija muera a que sea... un monstruo?—preguntó Peter arqueando una ceja.

—Eso estará en su conciencia, no en la mía—respondió encogiéndose de hombros.

Le envió un mensaje a Chris diciéndole que fuera al loft y prácticamente en ese momento llegó el sheriff. Frunció el ceño al ver a Allison atada en la silla, su mano cerca de la pistola.

—¿Qué está pasando?—le preguntó a Stiles y el demonio comenzó a hacer ruido como si le estuviera pidiendo ayuda.

—Allison está poseída por un demonio—soltó directamente.

Noah arrugó el gesto y se pinchó el puente de la nariz con los dedos.

—¿Qué implicaciones tiene eso? ¿Los dos muertos?

—Fue el demonio, no creo que ella tenga control alguno y no sé desde cuándo es así. Estamos intentando sacar al demonio, pero no sabemos si será efectivo y aún estamos esperando por la aprobación de Chris Argent para empezar. Para salvarla, o intentarlo, tendríamos que transformarla en mujer lobo y Scott no quiere hacerlo sin un consentimiento.

Noah miró a Scott y luego al resto de la habitación. Suspiró y se cruzó de brazos.

—Esperaré aquí. Si sobrevive la necesitaré para arreglar el tema de los dos muertos.

—¿Algún detalle más sobre eso?

—Eran dos vagabundos. Unos vecinos escucharon una discusión muy intensa y nos llamaron. Era habitual que se pelearan, pero no hasta este punto. Parece que se mataron el uno al otro.

—¿No lo hizo Allison?

—¡Sabía que no había sido ella!—exclamó Scott.

—No, parece que fue algo entre ellos, pero Allison entró durante la discusión y salió cuando ya habían muerto.

Stiles se giró y se acercó pensativo al demonio.

—Escuchaste la pelea y fuiste a ver. La pelea te atrajo, no había motivo para que te metieras entre dos vagabundos. ¿Qué hiciste? ¿Hablaste con ellos? Les provocaste más, como intentaste hacer conmigo hace un rato. Los enfureciste, los manipulaste hasta el punto en que se mataron entre ellos—el demonio se estaba riendo, pero Stiles sabía que no andaba muy desviado—. Que dos vagabundos se mataran entre sí no te beneficiaba en nada. De hecho, era un riesgo, a menos que te hicieras más fuerte gracias a ello. ¿De eso te alimentas? Oscuridad, ira, odio... ¿Me acerco?

La cabeza de Allison se sacudió con un tic y las líneas alrededor de sus labios y barbilla se tensaron, estaba intentando mostrar sus dientes. Estaba muy cerca. Por desgracia, no tenía tiempo para investigar y ser más preciso.

Chris apareció en el loft más pronto de lo que esperaba. Debía de haberse saltado varios límites de velocidad.

—¡¿Qué estáis haciendo?!—rugió casi como un lobo.

Ya tenía su pistola en ristre antes de terminar la frase y apuntó a Stiles medio segundo antes de que el sheriff lo apuntara a él.

—Hey, hey, hey, vamos a calmarnos, ¿vale?—le pidió Stiles con las manos levantadas.

—¡Suéltala!—exigió.

—Ah... No—respondió sin moverse.

—Baja la pistola—exigió Noah.

—Que la suelte.

Fue solo una idea, una de esas que pasan por su cabeza tan a menudo y que procuraba no decir en voz alta, pero, de repente, Reese brilló levemente y Chris tenía un dildo en las manos en lugar de una pistola, el índice colocado en la curva entre el falo mayor y el pequeño. Lo soltó como si quemara y miró a Stiles escandalizado. Al fondo, Isaac se tapó la boca para ocultar una risa, Derek gruñía cerrando los ojos y Peter sonreía de oreja a oreja.

—Adelante, pero no la desates—le dijo Stiles, dando un paso hacia atrás para dejarle espacio. Chris se recompuso y avanzó por el loft como una apisonadora hasta que llegó frente a Allison. Le quitó la cinta de la boca y el demonio ya estaba listo para comenzar a llorar.

—Papá, papá, por favor, ayúdame. Están intentando matarme, yo no quiero transformarme—le dijo entre sollozos con desesperación.

—¿Transformarte?

—¡Quieren que Scott me muerda para controlarme! ¡Creen que soy una asesina! Papá, por favor, Stiles se ha vuelto loco. Tengo miedo, papá, no quiero ser un monstruo.

Chris la observaba preocupado con las manos en ambos lados de su rostro, pero Stiles vio el momento en que su espalda se puso tensa. Se levantó, se apartó un paso y se dio la vuelta. Caminó hasta donde el grupo se encontraba, dándole la espalda a la criatura, y Stiles lo siguió después de volver a taparle la boca al demonio.

—Esa no es Allison—declaró.

Stiles se esforzó por no poner los ojos en blanco.

—Podríamos habértelo dicho nosotros si hubieras preguntado—comentó Peter. Por suerte, Chris estaba demasiado preocupado por su hija como para enzarzarse en una pelea inútil.

—Es un demonio. El ritual debió de abrirle el camino—Stiles sabía que no tenía que explicar mucho más para que un cazador lo comprendiera. Una expresión de dolor atravesó el rostro de Chris—. Estamos intentando sacarlo.

—No es posible. La única forma de expulsar a un demonio es matando al anfitrión—sentenció y ya se estaba preparando para perder a su hija o quizá ya la consideraba perdida.

—Tenemos una idea que podría funcionar en este demonio—se plató frente a Chris con los brazos cruzados y sostuvo su mirada. Tenía que conseguir que lo escuchara—. No ha podido poseernos a Scott o a mí por nuestra magia; si la transformamos en lobo es posible que la magia lo expulse. Quizá no funcione y muera, pero, como dices, ya está muerta de todos modos.

Chris lo miró por un momento y finalmente asintió.

—Adelante.

Stiles se dio la vuelta y se acercó a Scott.

—¿Y bien?—preguntó.

Scott siguió reticente, retorcía las manos entre sí, mantenía la cabeza gacha y cambiaba el peso de un pie a otro. Se veía igual que cuando era un niño.

—¿Prefieres verla muerta? ¿Por tu culpa?—sabía que dolía, pero tenía que hacerle reaccionar de una vez.

—Lo haré—murmuró al fin.

Stiles rompió la barrera con el pie y agarró a Scott del brazo para llevarlo frente a Allison. Podía haberse soltado si hubiera querido con su fuerza sobrehumana, pero parecía un muñeco sin vida.

—Vamos—le dio un empujón cuando se quedó allí plantado sin hacer nada. Reese gruñó a su lado.

Con un lastimoso quejido, Scott se transformó y mordió a Allison. El efecto fue inmediato. El cuerpo de la cazadora se tensó y comenzó a convulsionar. Sus ojos se pusieron negros, desde el iris hasta la esclerótica, y entonces el negro se disolvió. Parecía a punto de vomitar así que Stiles le quitó la cinta. Retrocedió a un lado cuando una mosca salió de su boca. Por el contrario, Reese saltó hacia delante y simplemente se comió la mosca. Una luz brilló en su interior por un instante y después Reese se quedó sentado en el suelo, relajado por primera vez en toda la tarde. Miró a Stiles y este supo que se había terminado. Suspiró y regresó con Peter, Derek y su padre mientras los demás se preocupaban por Allison. Escuchó expresiones de alivio así que supuso que había sobrevivido.

—¿Ha terminado?—preguntó Noah.

Stiles asintió.

—Aunque tú aún tendrás trabajo, pero eso ya no es cosa mía—respondió, levantando las manos.

—Supongo que me pondré a ello. Peter. Hale—se despidió de los dos Hale con un leve asentimiento antes de dirigirse hacia los demás.

—¿Por qué tú eres Peter y yo soy Hale?—preguntó Derek con el ceño fruncido.

—Porque yo no duermo a escondidas en la habitación de su hijo, a mí me invitan.

—No a dormir en mi habitación—replicó Stiles y la expresión de sorpresa de Derek se hizo aún mayor.

—Pero dormimos juntos de todos modos—respondió con esa provocadora sonrisa suya.

—Esta noche dormirás en el sofá—sabía que se estaba poniendo rojo, pero no podía evitarlo ante las insinuaciones de Peter.

—No creo que podamos compartir el sofá, a menos que duermas encima de mí. No me importaría.

—¡Ugh!—gruñó, alzando los brazos—. ¡Reese, muérdelo!

Reese se acercó a Peter y se restregó contra sus piernas como un gato.

—Traidor—murmuró Stiles con un mohín—. Tú haces la cena.

—Encantado—respondió Peter.

—¿También cenas con ellos?—preguntó Derek.

—Estás invitado si te unes a la investigación—sugirió Peter.

—¿Y oler eso todo el tiempo?—arrugó la nariz—. Ni hablar.

—¡¿Oler el qué?!—exclamó Stiles. Su rostro ardía porque tenía una idea de a lo que se refería.

—Vamos, cariño, hay que seguir con la investigación.

Peter colocó una mano en su espalda y lo llevó hacia la puerta. No se perdió el escalofrío que el término cariñoso le provocó.

—Ya tengo una idea de cómo funciona mi magia—comentó cuando bajaban en el ascensor.

—Mhm—Peter tan solo dejó que siguiera explicando.

—Cuando lanzó al demonio y a Scott por los aires y eso con la pistola.

—El dildo—añadió con regocijo en su voz.

—Sí, eso—le dio un empujón en el hombro que no le afectó para nada—. Fue mi imaginación. Quiero decir, solo tuve que pensarlo y pasó. Creía que era una forma de motivarme, pero cuando Deaton me enseñó a utilizar la ceniza me dijo que tenía que creer y en realidad que eso es todo lo que necesito para utilizar mi magia. Pienso que algo sucederá y sucede.

—Ese es un buen punto de partida, no hay muchos seres que puedan manipular la magia sin usar mediadores—comentó pensativo.

—Aunque aún tardaré mucho en poder controlarla, no será fácil si solo tengo mi mente para hacerlo. Ya sabes, es un completo caos a veces.

—Es maravillosa y estaré ahí para ayudarte hasta que lo consideres oportuno.

Stiles le miró de reojo y se mordió el labio para intentar contener su sonrisa. Aún tenían mucho que investigar y mucho que flirtear.