Título: Love (Sex) Collaboration
Fandom: Bakuman Pareja: Moritaka “Saiko” Mashiro ♥ Akito “Shujin” Takagi
Autor: KiraH69
Género: Yaoi
Clasificación: +18 Advertencias: Lemon
Capítulos: One-shot
Resumen: Nobuhiro, el tío de Saiko, nos narra la historia desde su forma de fantasma. Nos cuenta cómo ve a Shujin besando a Saiko mientras duerme agotado tras el duro trabajo, y cómo continúa aquello.tras unas cuántas negativas de Saiko a las que Shujin no atiende.
Mi nombre es Nobuhiro Mashiro y soy, bueno, era un mangaka “profesional”. Soy el tío de Moritaka Mashiro, también conocido como Saiko, un chico de 14 años con un soberbio talento para el dibujo. Recientemente ha decidido convertirse en mangaka, espero que con más éxito que yo. Él será el dibujante mientras que su amigo y compañero de clase, Akito Takagi al que llama Shujin, se encargará del guión. Ambos están usando mi antiguo estudio para realizar su sueño. ¡Oh! Se me olvidaba un detalle, morí hace tres años, mi espíritu permanece en el estudio y observo todo lo que hacen estos dos jóvenes, velo por ellos y por su éxito. Y a veces también veo cosas que no debería ver nadie, pero han acabado resultando divertidas.
—Saiko, deberías descansar un rato—mi sobrino había estado trabajando muy duro en su manga durante los cinco días que había tenido de vacaciones y Shujin estaba muy preocupado por él.
—Estoy bien, puedo seguir un rato más—le contestó sin levantar la vista del papel.
— ¿Pero tú te has mirado? Te ves agotado y tu cara está roja... ¡Wa!—puso su mano en la frente de Saiko y se sobresaltó—. ¡Estás ardiendo! Venga, déjalo ya, échate un rato.
—No, estoy bien...—intentó resistirse pero Shujin le agarró por los brazos y mi sobrino ya no tenía fuerzas para resistirse.
Le arrastró hasta el sofá y le tumbó allí a pesar de sus negativas.
—Idiota, ¿si colapsas quién continuará el manga?—le preguntó Shujin desabrochándole la camisa para que se librara del calor—. No puedes trabajar tanto, también tienes que descansar o me quedaré sin dibujante.
—Lo siento Shujin... descansaré—Saiko cerró los ojos y se dispuso a descansar—. Solo quiero conseguir el mejor manga...
Pareció que se dormía mientras Shujin permanecía a su lado. No dejaba de mirar su rostro, parecía embobado observándole. Entonces, ante mi sorpresa, se inclinó sobre él despacio y le besó, más concretamente en los labios. Al instante Saiko abrió los ojos de par en par.
— ¡Oh! Estás despierto—dijo como si nada al separarse.
—Q-q-q-q-qué has... Po-por qué...—Saiko estaba en shock y su rostro tenía una mezcla de color rojo y azul hasta las orejas.
— ¿Huh? ¿No te lo he dicho ya muchas veces? Me gustas—le dijo como si fuera lo más normal del mundo.
—Pe-pero eso... era broma ¿no? Te referías a mis dibujos...—estaba totalmente confuso.
—Ju, ¿quieres que te demuestre que no era broma?—una perversa sonrisa apareció en el rostro de Shujin y mi querido sobrino se asustó, probablemente temiendo lo que le esperaba.
Se inclinó sobre Saiko, con las manos apoyadas a ambos lados de su cabeza, y le besó de nuevo sin que pudiera detenerle. Tras unos segundos sin que sus labios se separaran, mi sobrino pareció reaccionar. Intentó apartarle pero Shujin agarró sus manos y las sujetó por las muñecas sobre su cabeza con una sola de sus manos.
—No vas a escaparte—le dijo con su rostro completamente serio antes de besarle de nuevo.
Deslizó su mano libre por el pecho de Saiko, acariciándolo suavemente con la punta de sus dedos. Su calor era más alto de lo normal ya de por sí debido a la fiebre pero estaba comenzando a aumentar todavía más. Seguía intentando defenderse pero su cuerpo estaba débil y no conseguía nada. Los dedos de Shujin pellizcaron y frotaron sus pezones y todo su cuerpo se sacudió.
—Vaya, eres muy sensible en esta parte—rió entretenido observando su rostro—. Veamos dónde más eres sensible.
— ¡E-espera! ¡N-no puedes, se supone que voy a casarme con Azuki!—gritaba intentando liberarse de su agarre—. Tú fuiste quién me animó a declararme.
—Bueno, eso es cierto. Pero solo porque una relación entre nosotros no puede tener futuro siendo ambos chicos. Sin embargo todavía queda mucho tiempo para que te cases con ella así que no hay nada que te impida disfrutar conmigo hasta entonces—sus dedos se deslizaron hasta el cierre de su pantalón y hábilmente lo abrió.
—Pero... eso no está bien...—Saiko observó tembloroso como su mano se metía bajo los pantalones.
—Piensa en ello como una forma de liberarte del estrés. Te aseguro que después te sentirás mucho mejor—para no escuchar más réplicas tapó su boca con sus propios labios, jugando con su lengua en el interior.
Comenzó a acariciar el miembro de Saiko por encima de los calzoncillos. Su cuerpo se estremecía probablemente sin entender como podía ponerse duro siendo acariciado por otro hombre. Pero aunque lo intentara no podía negar que le gustaba, ya apenas se defendía y en su rostro comenzaba a aparecer una expresión de placer.
El astuto amigo llevó sus manos bajo los calzoncillos y aprovechando que masajeaba sus testículos comenzó a tantear su entrada por encima con la punta de sus dedos. Saiko se asustó y le apartó de sí para poder hablar pero no consiguió que sacara la mano.
— ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué tocas ahí?—preguntó con expresión de terror.
— ¿No me digas que no lo sabes? Los hombres lo hacen por ahí, primero tengo que dilatarte con mis dedos para metértela después—le explicó con amable sonrisa.
—Pe-pero yo creí... que solo me masturbarías—se avergonzaba de decir esa palabra pero lo que venía era peor.
—No seas cruel ¿pretendes disfrutar tú solo? Mira, yo también estoy duro y tan solo te he tocado. Es culpa tuya—le dijo señalando la tienda de campaña que se alzaba en su entrepierna.
—Ugh... pu-pues te masturbaré, pero eso es demasiado—le dijo desviando la mirada.
Shujin se quedó un momento mirándole y acabó sonriendo comprensivo.
—De acuerdo, por hoy lo dejamos en una masturbación—muy a su pesar dejó de molestar la entrada de Saiko y volvió tan solo a frotar su miembro—, pero tú también tienes que hacer tu parte.
Muy inseguro, con su mano temblando, Saiko tocó ligeramente la erección de su compañero por encima del pantalón, sin ser capaz de mirarle. Probablemente sabiendo que por si solo iría a paso tortuga, Shujin se desabrochó el pantalón y sacó su miembro de entre los calzoncillos. Hizo que mi sobrino lo tocara y este se sobresaltó al notar su calor y humedad. Su rostro todo rojo ya no podía brillar más y probablemente en un acto de desesperación agarró de la camisa a Shujin y le besó quizás para que no le viera tan avergonzado.
—Saiko... sé que hemos dicho que solo masturbar pero... ¿podrías chupármela? Yo también lo haré—le pidió jadeando, al fin se le notaba la excitación y se veía alterado.
—Mm... Vale...—ya no podía negarse a nada, su mente estaba nublada.
Shujin se levantó rápidamente y se puso sobre Saiko con la cabeza en su entrepierna, dejando el miembro colgando sobre su cara. Comenzó lamiendo el glande con la punta de su lengua y todo el cuerpo de Saiko se estremeció. Algo reticente mi sobrino observó el miembro erecto que palpitaba sobre su rostro y apretando fuertemente los ojos se lo metió en la boca torpemente, comenzando a chuparlo como si fuera un polo helado. Ambos jóvenes se lamieron el uno al otro centrados en su tarea. Me sorprendí bastante al ver cómo la mano de Saiko se deslizaba por el trasero de su compañero y bajaba sus ropas, comenzando a acariciar su entrada. Los ojos de Shujin se abrieron de par en par pero fue incapaz de hablar con el miembro ocupando su boca. Cuando el primer dedo de Saiko entró en el interior de Shujin éste se sacudió de arriba a bajo y no pudo aguantar más, corriéndose en la boca del otro. Para poder respirar sacó el miembro de su boca pero pronto Saiko se corrió derramando toda la simiente sobre su cara. Shujin se levantó rápidamente y se sentó en el lado opuesto del sofá a tiempo de ver cómo Saiko tragaba el semen que había soltado en su boca.
—O-oye... ¿Por qué has hecho eso?—le preguntó sujetándose los pantalones.
— ¿No es lo que ibas a hacerme tú antes?—como un lobo acechando a su presa, Saiko se le acercó gateando sobre el sofá.
—Bueno sí, pero lo iba a hacer yo, no tú. Se supone que aquí el que da soy yo—intentó retroceder pero ya no tenía más espacio o se caería del sofá.
—Pues va a ser que no—parecía sumido en un trance, quizás el placer que le había provocado le había liberado de su vergüenza.
Se inclinó sobre Shujin y lamió el semen de su rostro que se veía bastante lindo, mientras le quitaba los pantalones. Cuando se besaron de nuevo Shujin pareció ceder y abrió sus piernas para que Saiko siguiera. Arrodillado entre las piernas de su compañero, comenzó metiendo un dedo en su interior y moviéndolo en círculos. Para ser la primera vez que lo hacía no estaba nada mal. Sin dejar de dilatar su entrada levantó la camiseta de Shujin con la otra mano y lamió sus pezones mordisqueándoles suavemente. De la garganta de su compañero comenzaron a salir eróticos sonidos, su rostro también se había sonrojado y se veía muy diferente de antes.
—Shujin ¿puedo meterla ya?—preguntó cuando ya dos dedos se movían libremente dentro de él.
—Nn... Sí... hazlo—probablemente estaba avergonzado por haber pasado tan pronto de ser el que da al que recibe, pero se notaba en su rostro que lo deseaba.
Agarrando los muslos de su compañero Saiko comenzó a introducir su miembro en el interior apretado. Shujin se aferró a la camisa de mi sobrino con expresión de dolor y placer, su cuerpo se sacudía cada vez que la verga avanzaba un poco más en su interior.
—Unh... te duele... ¿Quieres que pare?—le preguntó rozando sus labios.
— ¡No! ¡No pares!—se abrazó fuertemente a él haciendo que le penetrara por completo.
Sin dejar que se acostumbrara, Saiko comenzó a mover sus caderas, entrando y saliendo cada vez más rápido y más duro. Sus respiraciones y sus gemidos se entremezclaban con sus rostros cerca del otro, observándose mutuamente con los ojos entreabiertos.
—Sai...ko... me... corro...—su voz se había convertido en un simple susurro.
—Yo también... ¿Puedo hacerlo dentro?—preguntó acariciando el miembro de Shujin.
—Sí... hazlo...—seguramente, aunque le hubiera dicho que no, lo habría hecho igualmente.
En unos minutos Saiko se corrió en el interior de su compañero al tiempo que este lo hacía en su mano con un profundo gemido. Se quedaron jadeantes sin poder moverse uno encima del otro.
—Ugh... ¿cómo he podido hacer esto?—se preguntó Saiko enterrando el rostro en el pecho del otro.
—A mí no me eches la culpa, yo no te he obligado a esto. Además te ha quitado la fiebre—contestó Shujin avergonzado.
—Esto no está bien, somos chicos y se supone que me casaré con Azuki pero he perdido la virginidad contigo que eres mi amigo—se decía confuso.
—Pues tan malo no te parecerá si todavía no la has sacado—le dijo señalando su entrepierna.
— ¡Ah! ¡Lo siento! Es que se siente demasiado bien—contestó sin sacarla todavía.
—Será un secreto, nuestro método antiestrés—le dijo sonriente rodeándole con las piernas para que no se moviera.
—Mm... Me parece bien—Saiko se acomodó en el pecho de su amigo disponiéndose a descansar un rato antes de volver al manga.
FIN
Hahonotosa
ResponderEliminarSugoi!!! Sugoi!!! Es el fanfic más lemon y mejor hecho de muchos que he leido, y no son pocos.
Me gustaria leer muchos más de este tipo.
Arigatou *-*
hahahahha, sugoiiiii me encanto n_n estuvo muy divertido, adoro el yaoi
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